México: Campesinos exigen declaración de contingencia ambiental
Indígenas mayas, de la región de Los Chenes, exigieron a la Comisión Intersecretarial de la Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados declare la zona en estado de contingencia, ante la evidencia de que algunos productores desacataron resolución de la Suprema Corte y sembraron soya transgénica en por lo menos tres predios.
Al celebrarse la Tercera Sesión de la Fase de Consulta, en la cabecera municipal de Hopelchén, Gustavo Chi, integrante del Colectivo Apícola Los Chenes, mostró en presencia de los representantes de más de 30 comunidades mayas cheneras, plantaciones de soya transgénica que sustrajo del poblado Ik Chec. Entre los representantes de dichas comunidades, estuvieron: funcionarios de la Cibiogem, del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica); la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI); la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Derechos Humanos y Misión Observación.
El Senasica, al rendir su informe, admitió que durante 55 inspecciones de vigilancia que realizaron de agosto a octubre en Hopelchén y Champotón a comercios, bodegas, así como a predios, se detectó que tres resultaron sospechosos a positivo, por lo que todas las evidencias recabadas se enviaron al Centro Nacional de Referencia en Detección de OGM (CNRDOGM) para su valoración final.
Rodrigo Ramírez Sagahon y la doctora Sol Ortiz, representantes del Senasica y la Cibiogem, coincidieron que por seguridad de los presuntos responsables no se darían a conocer nombres y lugares donde se sembró el transgénico, en tanto la PGR lleva a cabo las investigaciones correspondientes por desacato al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Exaltados, los representantes mayas pasaron a exigir la revelación del nombre de los responsables, el lugar donde se sembró el transgénico y la destrucción inmediata de los cultivos. Mientras, asistentes sin voz ni voto, entre ellos un grupo de menonitas de la comunidad de Vicente Guerrero, Iturbide, encabezado por Fernando Catzín, pretendió sabotear la reunión, que se desarrollaba conforme al orden del día, por lo que tuvo que intervenir personal de la CNDH para retirarlos de la Casa de la Cultura de Hopelchén, donde se celebraba la consulta.
No fue necesaria la presencia de la fuerza pública, pero La Jornada Maya averiguó que entre los desalojados se encontraban quienes fueron omisos al resolutivo de la SCJN; entre estos el mismo Fernando Catzín y un grupo de menonitas, quienes juntos acumulan 200 hectáreas de soya transgénica en la región de Iturbide.
La funcionaria del Senasica acordó con los representantes indígenas que a más tardar en 15 días se les dará un informe pormenorizado de la situación, pues el que se presentó este fin de semana fue muy general y sin la información suficiente que querían escuchar los afectados.
Aseguró de igual manera que todos los estudios de las 55 evidencias levantadas por el Senasica se están realizando en la Ciudad de México para confirmar que en efecto se trata de soya transgénica para proceder ante la Procuraduría General de la República (PGR), aunque después se contradijo al asegurar que los tres expedientes ya están en manos de la justicia federal.
Sobre el particular, el asesor jurídico del Colectivo Apícola, Jorge Fernández, indicó a la funcionaria que el Colectivo ya había hecho una denuncia por este hecho ante la PGR, pero aseguró que el juez que ve la causa está a punto de desecharla.
Mientras se desarrollaba la reunión, Wilberth Pech Tun, de la comunidad de Suc Tuc, denunció que las constantes fumigaciones aéreas están acabando con las abejas “y no tenemos a quién acudir para que se nos resarza el daño”.
Nuevamente Gustavo Chi denunció que ya es inconcebible la destrucción del monte y el medio ambiente, así como la contaminación del agua por el uso de glifosfato, por lo que en este sentido exigió que el castigo no sólo incluya a los responsables de la siembra del transgénico, sino también a quienes vendieron el producto, lo introdujeron de manera clandestina y sobre todo a Monsanto, que aun sabiendo que hay una prohibición desafía a la justicia mexicana.
El Colectivo Apícola “Los Chenes” entregó a la mesa directiva una contrapropuesta a los organizadores de la consulta, documento que no fue revelado ni por el asesor jurídico, pero en medio de todo esto, la respuesta al mismo estará lista el próximo 10 de diciembre en tanto que la cuarta reunión deliberativa se programó para el 15 de enero a las 11 horas, por “cuestiones de carácter financiero”, argumentó la representante de la Cibiogem.
Dentro de los mismos acuerdos que se firmaron, una vez que concluyó esta fase de la consulta, se determinó destruir la soya transgénica que se sembró antes de que la cosecha se levante para fines de este mes.
En Tenabo, reunión de trámite:
Por la tarde se llevó a cabo también la consulta deliberativa en la ciudad de Tenabo, donde los responsables de la consulta sólo recibieron una contrapropuesta de los directivos mayas de cuatro localidades y se fijó para el próximo 29 de enero a las 17 horas la cuarta fase de la consulta.
Denuncian a Monsanto en La Haya:
Este fin de semana, los días 15 y 16, Angélica Ek y Feliciano Ucán, apicultores mayas de Hopelchén, estuvieron en La Haya, Países Bajos, para dar testimonio contra Monsanto ante los jueces del Tribunal Internacional, por graves violaciones a los derechos humanos de sus comunidades, derivado de los productos que dicha empresa desarrolla y comercializa en México.
La denuncia ante el Tribunal Internacional es una iniciativa de la sociedad civil para que Monsanto se responsabilice por violaciones a derechos humanos, crímenes contra la humanidad y ecocidio.
En 2012, Angélica y Feliciano, de la mano con el Colectivo Apícola Los Chenes, organizaciones ambientalistas, defensoras de derechos humanos y comunidades mayas, tanto de Campeche como de Yucatán, presentaron diversos amparos contra el permiso que el gobierno mexicano otorgó a Monsanto para la siembra comercial de soya transgénica resistente al herbicida glifosfato.
En la causa se establece que las autoridades encargadas de los temas agrícolas y del medio ambiente omitieron considerar los dictámenes de los órganos técnicos a cargo de la biodiversidad y áreas naturales protegidas, en el sentido de denegar el permiso considerando su impacto potencial, como podía ser la contaminación de los mantos freáticos de la península de Yucatán por el herbicida, dado que el suelo es altamente permeable. Además, es una de las regiones en donde se produce miel de calidad de exportación y cuyo mercado puede estar en riesgo por el rechazo del consumidor europeo a los productos transgénicos o, en el caso de la miel, restos de polen de soya transgénica en la misma.
Fuente: La Jornada Maya