México: Batalla legal contra el maíz transgénico
“Demandamos específicamente al gobierno mexicano a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y a las empresas comercializadoras de transgénicos en México, solicitantes de los permisos, que son Monsanto, Syngenta, Dow AgroScience y Pioneer”, señala a Vértigo Adelita San Vicente Tello, de Semillas de Vida y representante de la colectividad demandante.
Después de 21 meses de proceso legal, el Poder Judicial Federal aceptó, a raíz de la demanda que interpuso la Colectividad en Defensa del Maíz, iniciar un juicio en contra de la siembra de maíz transgénico en México.
Ahora los tribunales federales deberán analizar si la siembra de maíz genéticamente modificado daña el derecho colectivo de los mexicanos a la diversidad biológica, y si la contaminación con transgenes vulnera el derecho de los pueblos originarios a utilizar maíces nativos, lo que incluye derechos derivados a la salud y a la alimentación (ver aquí).
La sentencia final deberá establecer si la siembra comercial o a gran escala de maíz transgénico daña el derecho humano a la diversidad biológica.
También podría impedir que se siembre en nuestro país.
Apunta San Vicente: “Desde 2005 le pedimos al gobierno que no dieran las autorizaciones para regular al maíz transgénico, pero poco a poco nos dimos cuenta que teníamos derechos que podíamos hacer valer, por ejemplo nuestra organización luchó para que en 2011 se reconociera, dentro del artículo cuarto, el derecho a tener una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Este logro se liga a un precepto en el artículo 27 que dice que el derecho a la alimentación se mantendrá a partir del desarrollo sustentable”.
Bajo estos argumentos, añade, “entendimos que teníamos que defender nuestros derechos y sobre todo ejercerlos”.
El Colectivo en Defensa del Maíz es un grupo de 56 personas, entre ellos 20 organizaciones campesinas, científicos, agrónomos, investigadores, ecólogos y activistas de derechos humanos.
Para entender el juicio
“Estamos ante un juicio nuevo y muy complejo”, señala en entrevista exclusiva el abogado René Sánchez Galindo, quien lleva la demanda colectiva.
Explica que las acciones colectivas que se encuentran en el artículo 17 constitucional son una vía legal relativamente nueva, que parte de la reforma legislativa realizada en 2010: las acciones colectivas dan la posibilidad de realizar demandas entre grupos amplios y está acotado a situaciones de medio ambiente y derechos del consumidor.
Dentro de la ley existen tres tipo de acciones colectivas: individuales homogéneas, colectivas estrictamente y colectivas difusas. “Esta ultima es nuestro caso, porque no sólo involucran a las partes sino también incluyen a todos los que por ejemplo comen tortilla de maíz; estas son las más extrañas, a esto sumémosle la complejidad de la biotecnología de los transgénicos, entonces estamos hablando de un proceso muy complejo”, apunta.
Otra característica que diferencia a la demanda colectiva es que busca prevenir un daño o afectación al derecho, en este caso “a la diversidad biológica de los maíces”.
A la fecha, en el juicio han intervenido 17 tribunales, un juzgado federal, un tribunal de apelación, tres tribunales de amparo, una comisión administrativa, diez tribunales colegiados y la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como una Comisión del Consejo de la Judicatura.
Además de las instancias involucradas, actualmente su contraparte ha interpuesto 22 juicios de amparo e impugnado en 91 ocasiones contando apelaciones, revocaciones, revisiones, recusación, disconformidades… “En fin, han metido todo tipo de recursos, a la vez que nosotros hemos presentado 26. Lo que es un hecho es que en este momento el Poder Judicial señala que tiene que haber un debate judicial contra la siembra de maíz transgénico, sobre sus posibles afectaciones y sobre la conveniencia o inconveniencia de sembrarlo, y todo el juicio se tiene que llevar a cabo sin que se siembren transgénicos”, indica.
Precedentes
Hay muy pocos procesos de la sociedad en contra de los transgénicos. “Hay algunos juicios de campesinos. Por ejemplo, en Chile un campesino le ganó a Monsanto justo en septiembre de 2013. Cuando nosotros también le estábamos ganando la primera medida precautoria, el chileno estaba ganando el juicio final; pero ese era un juicio individual”, indica el abogado.
La medida precautoria de la que hace mención Sánchez Galindo se refiere a que hoy en día la siembra de maíz transgénico se encuentra detenida en forma temporal como resultado de una medida cautelar ordenada por el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia Civil, con sede en el Distrito Federal, que emitió una orden a la Semarnat y Sagarpa para no otorgar permisos para la siembra de maíz transgénico en las escalas experimental, piloto y comercial en México.
Otro caso, continúa Sánchez Galindo, no de un juicio colectivo sino de lo que más se le parece, que es un proceso de amparo colectivo, se suscitó en Brasil, “donde defensores de la soya ganaron una acción colectiva, que se trataba solo de un caso o de un evento, como en la industria transgénica. Nosotros no vamos solo por un caso en particular: vamos por toda la entrada de maíz transgénico, que en este momento significa 83 permisos detenidos en casi tres millones de hectáreas”.
Litigio
El representante jurídico señala que es de celebrarse que inició el juicio: “Ya se les venció el plazo para contestar la demanda y ya está caminando el proceso. La medida precautoria sigue amenazada por tres amparos y seis escritos, pero hasta ahora continúa viva y solo el juez y tres tribunales colegiados pueden removerla”.
Apunta que en esta etapa del proceso, que es la de la contestación de la demanda, su contraparte también tiene que nombrar a un representante: “No lo han hecho porque aún no les había corrido el término. Justo ahora la pelota está en la cancha de ellos, pues no habíamos logrado que corriera su plazo, pero finalmente comenzó el litigio”.
El equipo de abogados de la colectividad está seguro de que van a ganar la batalla legal, pero de no ser así, afirman, ya hay otros abogados de los colectivos firmantes listos para meter un amparo.
“No sabemos si el maíz nativo va a ganar contra el transgénico con nosotros, pero estamos preparados con el colectivo y estamos seguros de que va a ganar finalmente”, concluye.
En la siguiente entrega de este reportaje toca el turno al argumento científico de las partes, donde empresas de biotecnología agrícola, investigadores y expertos en el tema debaten pros y contras de la siembra del maíz genéticamente modificado en México.
Fuente: Vértigo Político