¿Lento camino hacia el infierno?
"Tomar el extinguidor significa reducir nuestras emisiones de carbón y metano. Reducirlas obliga a cambiar de modelo de vida, de sistema, dejar la codicia, el consumo irresponsable, abandonar el capitalismo salvaje. Ha dicho Desmond Morris (El hombre desnudo, Planeta, 2009) que el humano es un ser destructor de recursos naturales y creador de recursos artificiales."
La malaria se extiende, los osos polares se van quedando sin hielo, los icebergs se derriten, los desiertos de Mongolia crecen, inundaciones y tormentas asolan China, el Perú se va quedando sin nevados. Todavía ahora, cuando nos acercamos a los dos grados de aumento de calor, estamos a tiempo para tomar el extinguidor y apagar el incendio que está empezando.
Tomar el extinguidor significa reducir nuestras emisiones de carbón y metano. Reducirlas obliga a cambiar de modelo de vida, de sistema, dejar la codicia, el consumo irresponsable, abandonar el capitalismo salvaje. Ha dicho Desmond Morris (El hombre desnudo, Planeta, 2009) que el humano es un ser destructor de recursos naturales y creador de recursos artificiales.
Mark Lynas, en Six Degrees: Our Future on a Hotter Planet (Seis grados, nuestro futuro en un planeta más caliente. Londres, Harper Collins Books, 2009), describe el futuro caliente. De un grado a tres de variación de temperatura media estamos en el punto de inclinación. De tres grados a seis es el juicio final, el infierno. Y a eso estamos caminando sin prisa pero sin pausa.
Delegados de ciento noventa países arribarán a Lima del 1 al 12 de diciembre de 2014, para la COP 20 (20ª Conferencia de las Partes) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Las diecinueve anteriores han sido decepcionantes.
Estados Unidos, India y China trabajarán para un nuevo acuerdo en la COP 21 en París el 2015, que recién se implementaría a partir de 2020. Se iniciaría un Fondo Verde de 100,000 millones de dólares para apoyar a unos países a reducir sus emisiones contaminantes y a otros a adaptarse al calentamiento. Pero es solo una promesa.
¿Quién deberá pagar los daños causados por el tifón Haiyan (seis mil muertos y cuatrocientos mil evacuados en Filipinas), por ejemplo? El tema de las recompensas ha sido planteado por el científico bangladeshí Saleemul Huq. Pero Australia se ha negado en la práctica a discutir el tema.
La Unión Europea, Australia y los Estados Unidos siguen insistiendo en que el mecanismo de daños y pérdidas debe ser discutido solo después de 2015. Solo pondrán dinero si China y la India se avienen a compromisos vinculantes.
El G-77 y China han pedido que una nueva institución de las Naciones Unidas estudie compensaciones por los daños; pero los países ricos dicen que una nueva institución no es necesaria. Los ricos rechazan también las propuestas brasileñas de cuantificar históricamente las emisiones de cada país para ayudar a establecer futuros cortes de emisiones.
Los países pobres necesitan introducir nuevas tecnologías para reducir sus emisiones. Pero los acuerdos de libre comercio fortalecen el régimen de patentes y hacen imposible la circulación de las tecnologías en el mundo. Circulan libremente las mercaderías pero no las patentes ni las tecnologías, que están sujetas a la restricción del secreto, la propiedad exclusiva o los altos costos. Los africanos han planteado que se derriben las barreras que traban el acceso a las tecnologías relacionadas con el clima.
Los países BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China) exigen la puesta en marcha y coordinación entre las instituciones del proceso de Bali: el Fondo Verde para el Clima, el Comité Permanente de Finanzas, el Comité Ejecutivo de Tecnología, el Centro de Tecnología del Clima y el Comité de Adaptación. Otros temas son el de la aviación y la agricultura. ¿Se puede reducir las emisiones de la aviación cuando cada vez más gente usa grandes aviones? ¿Quién debe hacerlo? Para la Unión Europea se trata de uno de sus grandes negocios y no está dispuesta a hacer concesiones.
En lo que respecta a la agricultura, los megalatifundios destinados a la ganadería y la soya deberían ser reconvertidos a explotaciones de tipo distinto. Es un tema vedado en un momento de concentración de tierras.
La reunión de Lima será solo una parada en el camino a París 2015. Y París, ¿solo la ruta hacia la nada o una estación más en el lento evolucionar de la raza humana hacia el infierno?
Por Héctor Béjar
Fuente: Red del Tercer Mundo