Legisladores de EE.UU. piden usar armas biológicas en cultivos ilícitos en Colombia
Mientras Estados Unidos se prepara para invadir Irak bajo la consigna de destruir los presuntos programas de armas biológicas de dicho país, los legisladores de EEUU están profiriendo nuevas amenazas de usar armas biológicas en la guerra civil de Colombia.
Las armas son cepas patogénicas de hongos diseñadas para matar cultivos de drogas. Republicanos prominentes en la Cámara de Representantes de EEUU, apoyados por el Departamento de Estado de EEUU, lideran la ofensiva.
El Sunshine Project está alertando a gobiernos y organizaciones no gubernamentales que se requiere un nuevo esfuerzo para impedir que EEUU libre una guerra biológica en Colombia. Dicho esfuerzo debe incluir acción en la Convención sobre Armas Biológicas, el principal tratado contra la guerra biológica. Las ramificaciones del plan estadounidense de armas biológicas son globales. De proseguir en el conflicto colombiano, la presión para usar armas biológicas contra cultivos se extenderá rápidamente a otros países de América Latina y otras regiones del mundo, especialmente Asia.
Testimonio ante el Congreso de EEUU: El viernes, en una audiencia del Comité sobre Reforma del Gobierno, John Mica, un prestante legislador en política de drogas, insistentemente presionó para que EEUU de el paso hacia la guerra biológica en Colombia. Según Mica, ha llegado el momento para que EEUU emprenda el ataque. “tenemos que restablecer nuestro... micoherbicida” dijo Mica refiriéndose a los agentes biológicos, “cosas que han sido estudiadas durante tanto tiempo necesitan ser puestas en acción”. Agregó “hemos comprobado que no solo podemos esparcir esta sustancia, sino que también podemos desactivarla durante algún período… causaría mucho daño… erradicaría algunos de esos cultivos por períodos significativos.”
En respuesta, la embajadora estadounidense ante Colombia Anne Patterson afirmó que ella creía que EEUU ya había probado los agentes biológicos contra cultivos en Colombia. Ella se retractó de la afirmación más tarde, aduciendo que la había realizado bajo pressura. El Departamento de Estado –al que pertenece Patterson- apoya el uso de armas biológicas en Colombia. Rand Beers, subsecretario de Estado para narcóticos abogó por el uso de armas biológicas durante el gobierno de Clinton. Beers sigue ocupando su cargo bajo el gobierno de George W. Bush. En 2001, EEUU defendió el plan en la Convención de Armas Biológicas, donde Don Mahley dijo que aquellas se requerían a fin de “luchar contra el Cartel de Medellín”, refiriéndose de manera anacrónica a una organización criminal desmantelada hace una década por la policía colombiana.
¿Ayuda acompañada con Guerra Biológica? Mica puede estar preparando repetir un viejo truco –incluir texto en la legislación exigiendo que Colombia use armas biológicas para recibir dinero de EEUU. La audiencia del Comité sobre Reforma del Gobierno fue sobre Plan Colombia, la controvertida estrategia político militar de Bogotá para la pacificación nacional. EEUU está prácticamente solo en la financiación del componente militar del Plan Colombia, y las fuerzas armadas de Bogotá dependen altamente de dólares y equipo americanos. El paquete de financiación estadounidense de Plan Colombia de 1999 requería pruebas con armas biológicas. Cuando la protesta internacional estalló, la condición fue levantada por el presidente Clinton, quien argumentó preocupaciones sobre proliferación de armas biológicas (ver Antecedentes abajo). Sin embargo, desde entonces las administraciones han cambiando en ambas capitales, abriendo la posibilidad de que, esta vez, Washington sea más enérgica y Bogotá más receptiva.
Ramificaciones Globales: El uso potencial de agentes biológicos de erradicación en Colombia es de importancia global. Muchos otros países tienen problemas con cultivos ilícitos. Funcionarios estadounidenses han dicho reiteradamente que su estrategia biológica es global. Es decir, que los agentes están diseñados para usarse en muchos países. EEUU ejerce poder especial sobre Colombia debido a la fuerte dependencia de ayuda americana. De tener éxito allá, aumentará la presión para usar esa estrategia en otros países, causando un daño inmenso al control de armas y con efectos ecológicos y sobre la salud humana probablemente severos.
Junto a Colombia en la lista de objetivos de EEUU está Afganistán, el mayor productor de amapola para heroína. Los cultivos de amapola de Afganistán han resurgido recientemente. También en la línea de fuego están otros países con producción de coca y amapola para heroína de Asia del Sur, Asia del Sudeste y América Latina. Estados Unidos tiene inmensos cultivos ilícitos de marihuana, pero los esfuerzos para usar los agentes fueron rechazados por autoridades ambientales del estado de Florida, del cual Mica es nativo.
Acción Internacional: Para Colombia, el plan de armas biológicas reaparece en un momento inoportuno. Colombia está presidiendo sobre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidos y está bajo el fuego por su decisión de entregarle a EEUU una copia anticipada de la declaración de armas destrucción masiva de Irak. Críticos vinculan la decisión a la recientemente incrementada ayuda militar a Bogotá. Con la poca voluntad de Colombia de distanciarse de EEUU, los proponentes estadounidenses de erradicación biológica están aprovechando su ventaja. Ignorando la hipocresía colosal de promover armas biológicas americanas en medio de la confrontación con Irak, ellos están aprovechando la posición diplomática estresada de Colombia para presionar por el escalamiento biológico del conflicto.
Un lugar para acción para frenar el ataque biológico será la reunión del próximo año de la Convención sobre Armas Biológicas (CAB). La Convención prohíbe transferencia internacional de armas biológicas y equipos, y Estados Unidos está buscando crear un conflicto biológico en Sudamérica como parte de lo que dice es una estrategia global. Algunos de los vecinos de Colombia, entre ellos Ecuador y Perú, han adoptado legislación nacional con el fin de prevenir una presión de Estados Unidos como la ejercida sobre Colombia. ¿Cómo pueden otros países y regiones defenderse contra la exportación de ésta y otras armas biológicas?
Antecedentes del Agente Verde: El plan estadounidense es arrojar desde aeronaves cantidades masivas agentes de enfermedades de cultivos (hongos patógenos especialmente formulados) en un esfuerzo para erradicar cultivos de amapola y coca. Según críticos, el plan propone actos ilegales de guerra biológica, presenta grandes riesgos ecológicos al segundo país con mayor diversidad biológica del planeta, y aumentará el costo humano de una política fallida de erradicación. Los agentes han sido desarrollados por el Departamento de Agricultura del EEUU ubicada en Beltsville, Maryland (EEUU) y, con financiación del gobierno estadounidense, por dos otros laboratorios - una compañía privada en Montana (EEUU) y por un laboratorio ubicado en Tashkent, Uzbekistan que produjo armas biológicas ofensivas en el programa de la antigua Unión Soviética. Los agentes líderes son tipos de Fusarium oxysporum(para matar coca y marihuana) y Pleospora papaveracea (para matar amapola). Su seguridad ambiental y para la salud humana no ha sido comprobada y se conoce que ataca a otras especies.
Los hongos están diseñados para ser más potentes que los agentes químicos actualmente usados para los mismos fines. Quienes apoyan los hongos los llaman "micoherbicidas", pero son mejor conocidos como el arma biológica "Agente Verde", como los apodó el Sunshine Project. Los proponentes del Agente Verde dicen que su fin justifica el uso del hongo, pero como la historia de desarrollo de armas biológicas del antiguo régimen de Apartheid de Sudáfrica revela, justificaciones de aplicación de la ley pueden cubrir planes horrendos de guerra biológica. El uso de Agente Verde en cualquier parte legitimará guerra biológica en agricultura en otros contextos. Con un raciocinio similar al de los EEUU, otros pudieran preparar un ataque biológico contra la cosecha estadounidense de tabaco - que envenenan millones de personas en todo el mundo - o los que se oponen al alcohol pudieran atacar uvas o malta. La amapola, marihuana y coca también se cultivan para fines legítimos industriales y farmacéuticos o por pueblos indígenas y campesinos para fines no relacionados con narcóticos. Estos usos de las cosechas también están amenazados.
En Plan Colombia de 1999, un paquete de ayuda de US $1.3 billiones, el Congreso estadounidense impuso la condición de que Colombia lleve a cabo pruebas de las armas biológicas para recibir la ayuda. Las pruebas fueron denunciadas por la sociedad civil en todo el mundo. Bajo presión, el Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Drogas (UNDCP, por sus siglas en inglés), que inicialmente apoyó la iniciativa de distanció de la misma (en los Andes únicamente). El Parlamento Europeo rechazó la estrategia en una resolución adoptada con una votación de 474 a 1. Los gobiernos latinoamericanos protestaron enérgicamente, inclusive apelando al Secretario General de la ONU Annan. Con la furia en ascenso, el presidente Clinton levantó la condición, citando preocupaciones sobre la proliferación de armas biológicas. Más tarde, Colombia rechazó las propuestas de pruebas de los agentes aduciendo riesgos al medio ambiente.
Un compendio de los peligros que Agente Verde representa para control de armas, los seres humanos, y la el medio ambiente se encuentra en " Riesgos del Uso de Agentes Biológicos para la Erradicación de Cultivos Ilícitos" en el portal de Internet del Sunshine Project. Información detallada también se encuentra en el sitio www.mycoherbicide.net, un portal dedicado al tema.