Las tierras raras contra el campo de Don Quijote
Un plan de minería a cielo abierto tiene previsto arrasar con miles de hectáreas de tierras agrícolas en la provincia de Ciudad Real. Afectará a más de diez municipios y tendrá un grave impacto económico, social y ambiental. El gobierno regional no se opone.
Un plan minero ha roto la tranquilidad de los pueblos manchegos que un día recorrieran plácidamente don Quijote y Sancho. Un total de 27.500 hectáreas están afectadas por el proyecto que pretende llevar a cabo Quantum Minería SL, radicada en Madrid. La minera quiere horadar cuatro de las cinco comarcas que forman la provincia de Ciudad Real: La Mancha, los Montes de Toledo, Campo de Calatrava y Campo de Montiel, la más afectada.
Los empresarios que han aterrizado en la zona aseguran que estos campos son el nuevo dorado. Que las tierras que dan de comer a sus habitantes contienen un mineral más valioso que el oro y más que los cereales, el vino o el queso. Contienen tierras raras, un grupo de 17 de compuestos químicos que van asociados a una serie de minerales, entre ellos la monacita que se emplea en la fabricación de móviles, ordenadores, led y aerogeneradores, e incluso armas. La monacita contiene elementos radiactivos: uranio y torio.
Los municipios de Valdepeñas (30.000 habitantes), Moral de Calatrava (5.400), San Carlos del Valle (1.211), Membrilla (6.200) Manzanares (18.900), Santa Cruz de Mudela (4.400), Navas de Estena (279) y, sobre todo, Torrenueva (3.200 habitantes) y Torre de Juan Abad (1.100) verían arrasadas sus tierras si el proyecto sale adelante.
"Hemos pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha que archive el plan minero tal y como le solicitaron todos los grupos políticos en las cortes regionales el 19 de mayo", explica a Diagonal Luis Manuel Ginés, vecino de Torre de Juan Abad y portavoz de la Plataforma Sí a la Tierra Viva.
Los planes mineros han sembrado de incertidumbre estos pueblos. "Nos enteramos a finales del año pasado de lo que quieren hacer", dice Ginés. Un par de meses después crearon la plataforma.
Ginés es cartero y asegura que nunca se había parado a pensar "el vínculo tan fuerte que tienen estos hombres y mujeres con la tierra". Pero cuando la noticia llegó a los agricultores y ganaderos, los empresarios de Madrid ya tenían todo atado. En noviembre, la minera presentó el informe inicial.
Antes, en 2013, el Gobierno de Dolores de Cospedal dio los primeros permisos a Quantum para la explotación de ocho proyectos a cielo abierto de tierras raras.
Sin acceso a información:
"Pero después, el nuevo Gobierno socialista no retiró los permisos y otorgó dos más", denuncia la plataforma. Además, el Ejecutivo sigue negando los expedientes del proyecto, y por eso la plataforma ciudadana llevó el asunto hasta la Defensora del Pueblo, que le dio la razón.
Esta organización ciudadana acusa a la Junta de tener contactos con la empresa minera: "Mientras que a nosotros, que somos los afectados, se nos niega la información. Porque esto no es una simple mina, sino un plan minero contra el medio ambiente, nuestras gentes y nuestra economía", recalca el portavoz de la Plataforma Sí a la Tierra Viva.
En esa lucha han presentado más de 6.000 alegaciones, muchas de asociaciones de amas de casa, jubilados, Ampas, colectivos senderistas, ciclistas y ecologistas.
Los municipios más afectados son Torrenueva y Torre de Juan Abad, donde se encuentran los proyectos más avanzados en las zonas de Mulas, Matamulas y Rematamulas y donde se explotarán 1.460 hectáreas.
La movilización fue masiva el pasado 21 de mayo, cuando la plataforma convocó una manifestación en la que participaron más de 3.000 personas y 300 tractores, que recorrieron las calles de Torrenueva.
Para Vicente Luchena, de Ecologistas en Acción de Ciudad Real, "nunca se había vivido una marcha tan multitudinaria en la zona". Y aclara que "ésta no es una zona desfavorecida. La gente vive de sus viñas, sus olivas y sus ovejas, con una economía modesta, pero dignamente".
Por su parte, el naturalista Joaquín Araujo dijo en la lectura del manifiesto en la protesta: "Estamos representando lo que entendemos como vida frente al estilo económico que es la rentabilidad especulativa".
En esta línea, más de 50 científicos y profesores de universidad alertan de los graves impactos del proyecto minero (ver aquí). Sin embargo, la Junta ha declarado a este medio que "no hay que alarmar". El director general de Energía y Minas de la Junta, José Luis Cabezas, mantiene que "lo que queremos para la región es progreso y serán los técnicos los que tengan la última palabra".
Cabezas acudió junto a representantes de Quantum a una reunión informativa en el municipio de Castellar. Allí, el representante de la Junta y Miguel Ángel Remón (antiguo alto cargo de Repsol), portavoz de la minera, trataron de convencer a los agricultores de las bonanzas del proyecto. Remón mantiene que "los terrenos serán más productivos porque devolverá [la empresa] la tierra oxigenada y húmeda".
Para Miguel Ángel Hernández, responsable de protección de especies de Ecologistas en Acción, el procedimiento de extracción de la monacita es muy agresivo: "Como abrir una gravera de muchos metros. Aunque se supone que lo restaurarán, pero no se hace porque es muy costoso".
Por ello, la Plataforma Sí a la Tierra Viva (ver aquí) acaba de denunciar que "el capital social de la empresa no es suficiente para afrontar el daño ambiental y económico que puede causar". Carmen Magallón, abogada de este colectivo, ahonda en la insolvencia de Quantum: "El informe inicial de la empresa contempla 0,62 euros en restauración de terrenos por tonelada de tierra".
Estudio de Impacto ambiental:
Hernández espera que se tumbe el estudio de impacto ambiental que tiene que presentar la minera ahora para continuar con los proyectos más avanzados, que "están rozando zona de la protección Red Natura 2000".
Para Óscar Pueyo, geólogo de la Universidad de Zaragoza, el procedimiento de extracción de monacita "se inicia con la retirada de las tierras con la excavadora, con una profundidad de unos cinco metros, aunque no sabemos los detalles de la longitud y anchura de los frentes" porque la empresa no los ha facilitado.
"Las tierras raras –continúa– se trasladan a una planta (prevista en Torre de Juan Abad) donde las tolvas separan la tierra. Después, por un sistema de flotación, se decanta el mineral con químicos", dice Pueyo, y añade que los residuos finales "son altamente contaminantes tanto para las aguas como para su arrastre por el viento de la zona", señala.
El procesamiento final, el tercer paso, es el más contaminante y el más peligroso. Por ello, "el Consejo de Seguridad Nuclear ha alertado ya sobre este proyecto", dice Pueyo.
Los agricultores y ganaderos se oponen a la mina. Uno de sus portavoces, Pablo Vidal, declara: "Hemos podido dar carreras a nuestros hijos con estas tierras, nos gusta trabajarlas y no queremos abandonarlas".
Sin embargo, la Ley 22/1973 de Minas, se mantiene intacta desde su redacción en el Franquismo. Esta norma permite hoy que cualquier empresa privada pueda conseguir concesiones mineras de explotación por encima de los propietarios de los terrenos, por razones "de utilidad pública", con la expropiación inmediata.
Existe oposición social también entre los alcaldes y las organizaciones agrarias. La comarca de Campo de Montiel cuenta con cinco denominaciones de origen, que se verían afectadas. Pero desde el punto de vista ambiental, la minera tampoco lo tiene fácil. En el Campo de Montiel existen dos zonas de especial protección de aves y es lugar de campeo del águila imperial (protegida) y zona de lince ibérico.
Grandes cantidades de agua:
Por si esto fuera poco, la mina va a necesitar ingentes cantidades de agua en una región sobreexplotada. Entre 300 y 500 millones de litros por cada explotación cada año. La Confederación Hidrógráfica del Guadiana ya ha dicho que no hay agua. La plataforma también ha solicitado un estudio de vientos "porque los elementos radiactivos de esta minería podrían depositarse en el pantano de la Cabezuela, que abastece a más de 36.000 personas".
Pero ¿quién es Quantum Minería? Los Papeles de Panamá han revelado que Javier Merino (representante de Quantum que ha estado imputado en varios delitos, el último contra Hacienda) y el millonario iraní Farsad Zandi (íntimo amigo de Felipe González y Juan Luis Cebrián) mantienen negocios conjuntos. Según diversas fuentes, Farsad Zandi estaría detrás del proyecto minero de tierras raras en Ciudad Real. Esas mismas fuentes aseguran que este nudo de amistades podría justificar que la Junta de Castilla-La Mancha no rechace la mina (ver aquí).
- Fotos por María José Valle.
Fuente: Diagonal