Las maquilas del pescado
El lago Victoria fue históricamente una fuente de vida para las poblaciones locales que le rodean. Esta riqueza se encuentra hoy amenazada de muerte. Una de las principales causas es la presencia de un depredador voraz que fue introducido en sus aguas hace aproximadamente 50 años: la perca del Nilo
Agencias: dos aviones han colisionado sobre uno de los aeropuertos de Tanzania. Mientras uno de los aviones comenzaba las operaciones de despegue se le ha venido encima un avión en maniobra de aterrizaje. No se han de lamentar víctimas humanas. Se trataba de dos aviones de carga. Las mercancías desparramadas por el aeropuerto han causado enorme sorpresa: el avión procedente de Europa transportaba ayuda alimentaria para esta región, mientras la aeronave en despegue salía cargado de toneladas de pescado.
Lo que acaban de leer no es real, pero si dejan pasar la oportunidad de ver la magnífica película-documental La pesadilla de Darwin en alguna de las salas de su país, podrán evidenciar que podría ser cierta. El lago Victoria fue históricamente una fuente de vida para las poblaciones locales que le rodean. Esta riqueza se encuentra hoy amenazada de muerte. Una de las principales causas es la presencia de un depredador voraz que fue introducido en sus aguas hace aproximadamente 50 años: la perca del Nilo.
Esta especie carnívora ha provocado la extinción de unas 200 especies de peces propios del lago que, adaptados a diferentes nichos ecológicos, jugaban un papel claro en el mantenimiento de un delicado equilibrio natural. A consecuencia de la desaparición de éstos y la proliferación de algas y la acumulación masiva de detritus, la situación actual del lago es de una degradación gravísima y posiblemente irreversible. Pero como tantas veces en estos casos, el drama llega más allá de la degradación medioambiental. Como explica en la película un trabajador de las "maquilas del pescado" el negocio alrededor de la perca se ha orientado desde su inicio hacia la exportación y la población local se ha quedado sin su principal fuente proteica, ya que el sueldo que reciben los trabajadores y los pescadores no les permite comprar los filetes de perca. Los filetes de perca llegan a las pescaderías europeas en enormes cantidades y normalmente bajo el nombre de otro pescado muy valorado: el mero. A la población local les quedan, literalmente, las espinas y cabezas del pescado que la industria rechaza. Y así se produce la cruel paradoja de la exportación de alimentos desde las tierras del hambre. Las personas que pescan, transportan y preparan la perca para la exportación sufren los índices de desnutrición más elevados de la región. Y sus hijos no tendrán ningún futuro, ya que el nivel de agotamiento de los recursos del lago imposibilita mantener los niveles de pesca de los últimos años.
El comercio de la perca y sus consecuencias son otro lamentable ejemplo, que ustedes en México también conocen bien, de una situación de colonización que varios siglos después se mantiene, bajo el argumento neoliberal de las ventajas comparativas y lasa exportación de los recursos naturales como motor de desarrollo: tierras, aguas, recursos energéticos en manos de empresas que poco les preocupa el desarrollo humano sostenible de los habitantes de las zonas explotadas.
El autor es Director de Veterinarios sin Fronteras.
Fuente: La Jornada