La nueva cultura de la carne
En la trifulca de las hamburguesas gigantes falta introducir un elemento muy importante para tener una visión global. Cuando los restaurantes producen un bocadillo con tres hamburguesas de carne están dedicando excesivos recursos naturales de un planeta hambriento, sediento y con el medio ambiente herido
Los millones de vacas que se sacrifican para producir estas hamburguesas están criadas en estabulación y engordadas con grano que podría dedicarse a la alimentación humana.
Aproximadamente, cada triple hamburguesa precisa más de 2,5 kilos de cereales, que podrían satisfacer las necesidades diarias de ocho o nueve personas.
El proceso requiere también una gran cantidad de agua y de energía. A los éxitos de esta dieta carnívora, hemos de añadir las enormes cantidades de emisiones de metano que produce la ganadería intensiva y que son corresponsables de provocar el efecto invernadero.
Denuncio las dietas altamente cárnicas, pero no hay ninguna necesidad en convertirnos al vegetarianismo estricto. Una ganadería sostenible, combinada con la agricultura, es un muy buen recurso para la alimentación humana y para asegurar un mundo rural vivo. Se trata, pues, de desarrollar una nueva cultura de la carne.
gro.saretnorfnissoiraniretev@hcud.ovatsug
Director de Veterinarios sin Fronteras
Fuente: EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, 25-12-06