La legalización de la semilla transgénica abre otra nueva caja de Pandora

Idioma Español
País Paraguay

La tiranía transnacional y políticos de sanguijuelas van en la ofensiva después del golpe parlamentario en Paraguay, pocos individuos chupadores eternos de los poderes del Estados con ciegas determinaciones materiales monopólicas ponen en peligros el futuro de nuestras madres tierra y las futuras generaciones de la humanidad.

Nadie ya tiene dudas de quienes son la que estaban detrás del golpe parlamentario ocurridos en Paraguay, se quitaron las caretas los poderes secretos que siempre tenía bajo presión al gobierno legítimo de Fernando Lugo, muy insipiente e indecisos hacia una democracia verdadera que nunca existía todavía en Paraguay, a pesar de la caída de la dictadura de Stroessner seguían intacta las instituciones autoritaria y poderes de unas elites criminal.

La Monsanto, Syngenta, Cargill y DuPont a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, latifundista y ganadero organizados en la ARP, Asociación Rural del Paraguay, tiene todos el plan ya para transformar nuestros alimentos en combustible, el proyecto de Río Tinto – Alcan, la transnacional estadounidense Dahava Petróleos le garantizó el monopolio de la extracción de gas y petróleo, estas son la expresión más visible que seguirán restringiendo una política pública nacional al interés de la mayoría, entregando más la soberanía a intereses extranjeros.

Las política neoliberal desarticularon y dejaron al olvido el aparato productivo nacional internos, todos estos consecuencia de la subordinación al sistema transnacional y ahora con compromiso claro de los golpista en revivir y profundizar el mismo. Ahora miente descaradamente Federico Franco que la legalización de los transgénicos beneficiaran a los campesinos y pequeños productores sin ningún daño ambiental y la salud humana.

Intentan seducir que es necesario dejar de lado nuestros bueyes, machete y escardilla para avanzar en el desarrollo del país. Desarrollo ¿de qué? ¿Para qué? y ¿Para quién?

El capital transnacional tiene que borrar de sus espacios de acción todos los valores culturales y significados que surgieron de las relaciones creadas históricamente y que no estas vinculadas de manera directa con la lógica sistémica de la acumulación del capital.

Nadie duda que la exclusión, la pobreza sea por la concentración intensiva de la propiedad y la riqueza, y en caso del Paraguay más dramático por la dominación de una elite mafiosa de siempre bien organizado alrededor de los poderes del estado, con las instituciones corruptas y autoritaria que justifican los chantajes con tintas y papeles utilizando los grandes medios impresos como ABC COLOR creando una matriz de opinión pública nacional e internacional.

Lo que están en juego es la relación de clase de dominación y explotación estructurales que garantiza la acumulación en los órdenes sociales establecidos del capital, el intento de ganar terreno en la región para detener la Integración Sudamericana y el despertar de nuestros pueblos Latinoamericano.

Los transgénicos son otros de los males que aquejan a la humanidad entera aparte de los armamentos nucleares, y el desafío de los científicos que inventaron, consumiendo ciencia sin conciencia, es como detener los daños catastróficos que puede ocasionar con el tiempo a la humanidad.

La legalización de la semilla transgénicas en Paraguay no es por la falta de información del peligro que representa para la salud, la agricultura y al medio ambiente, sino es la voracidad del gran capital transnacional y su ansias del control global de los recursos naturales. A partes de los muchos estudios e investigaciones referentes a los organismos modificados genéticamente, ya hay consecuencia catastrófica tanto en la salud y al medio ambiente en muchos países, eso hace que ya hay iniciativas concretas de la no proliferación o la prohibición de sus usos en países llamados desarrollados por ser letales la manipulación de la naturaleza mediante biotecnología empleadas imprudentemente la clonación y también la modificación genética incontrolada de producto alimenticio bajo estricto dictados de las corporaciones transnacionales que solo buscan la maximización de la ganancia empujando a la humanidad hacia el abismo de la autodestrucción.

Estas caja de pandoras no es ninguna mitología y no se necesitas ser zurdos ni muchos menos militantes para darse cuenta de los peligros que representas para las futuras generaciones. Todos sabemos que la aprobación de los transgénicos en Paraguay no es un sentimiento del pueblo, sino al contrario es obras y gracias de lo que violaron la voluntad popular una minoría golpista sublevados a los interés transnacionales apoyados con sus maquinaria legal y corrupta, hay que recordar que hay ley que no están escrito, la de nuestras propia conciencias y la unidad de los pueblos organizados, son y serán los grandes retos.

Existen y seguirán también existiendo persona que en aras de un lucros, no miran más allá de sus narices y no dudan en un instante jugar con el futuros de la vida de su patria, tales así para estos golpistas nueve meses en el gobierno es bastante para entregar todas las soberanía del país.

Esta realidad es la que exigen a los movimientos sociales campesinos e indígenas, partidos de izquierda, frentes sociales, intelectuales y funcionarios honestos, estudiantes, profesores, profesoras, trabajadores en general comprender de la necesidad histórica de una unidad en la diversidad, y que la lucha unitaria va más allá del plano electoral con miras al 2013, hay una necesidad de acción abarcante ante la ofensivas transnacional y de este gobierno golpista de Federico Franco. El tiempo es sinónimo de vida.

No hay razón para decir que somos débiles si la mayoría padecemos la misma opresión, y mucho más si tenemos un sueño de una patria nueva e independiente. Somos ese pueblo que luchan día y noche para vivir dignamente, históricamente esa gran masa que en época electorales estos mismos golpistas todos nos ofrecen y a las que a todos y todas nos engañan y traicionan, somos las que luchamos por la justicia por que sufrimos las injusticias, y si de la lucha se tratan siempre pesaron en los hombros de los millones de campesinos e indígenas sin tierra, los estudiantes patriotas, funcionarios despedidos injustamente, los sin techo, comerciantes endeudado, es decir jamás el pueblo renuncia de la luchas por que jamás renuncia de la victoria.

¿De quién depende que la opresión continúe?
De nosotros y nosotras.
¿De quién depende que se rompa con ella?
De nosotros y nosotras también.
¡El que haya sido derribado que se yerga!
¡El que está perdido que combata!
¿Cómo se podrá detener el que entiende de verdad lo que pasa?
¡Pues los vencidos de hoy son los vencedores del mañana y él jamás se convertirá en hoy!
Berthold Brecht

- Ignacio Denis Del Rosario, twitter: yiyoparaguay - Facebook: ygancio Denis

Fuente: ALAI

Temas: Corporaciones, Transgénicos

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