La agenda secreta
No se trata de la película del británico Ken Loach sobre el conflicto irlandés sino de las negociaciones entre la Unión Europea y Centroamérica que incluyen en su temática aspectos de soberanía como la biodiversidad y el agua dulce.
Hace apenas unos días se retomaron las reuniones entre negociadores de ambas regiones en Honduras. Nuevamente allí quedó de manifiesto que el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea, se fundamenta en que éste va más allá del comercio, incluye aspectos como el diálogo político y la cooperación para el desarrollo.
Un aspecto fuertemente cuestionado por organizaciones sociales y ecologistas, es la forma como se ha llevado a cabo el proceso de negociación, “prácticamente ha sido un secreto. Se desconocen las agendas de reuniones, documentos y resultados de cada negociación” dijo José Acosta, Coordinador de Campañas de CESTA Amigos de la Tierra El Salvador.
Acosta afirma que “lo que sucede con los tratados de este tipo es que el comercio se realiza entre grandes empresas que tienen la capacidad de movilizar sus bienes y capitales a través de las fronteras. Esto significa que dichos tratados se diseñan obedeciendo básicamente al interés económico de las corporaciones, omitiendo las consideraciones de carácter ambiental o social”.
Centroamérica es una región con altos niveles de vulnerabilidad social, los empleos son de mala calidad, con la permanente falta en la igualdad de oportunidades, en contraste con una alta concentración de la riqueza. De hecho los principales atractivos para las empresas europeas son la débil legislación e institucionalidad laboral y ambiental de los países centroamericanos.
Por otra parte Centroamérica es una de las regiones del planeta con abundante biodiversidad y agua, esta riqueza natural será gravemente impactada por la intervención de empresas extractivas, la ejecución de megaproyectos y la aplicación de leyes de propiedad intelectual, que facilitarán la apropiación de recursos genéticos de las selvas y bosques de América Central.
La negociación que ya lleva más de un año ha encontrado dificultades para manejar los temas de derecho laboral, migratorio, y en especial el tema ambiental; lo que es preocupante ya que esto amenaza los recursos naturales con los que cuenta la región, y predominaría el bienestar económico de empresas extranjeras, ante la vida de los pueblos.
Por tanto, a pesar de que los gobiernos de ambas regiones han emprendido las negociaciones en forma oculta, a espaldas de la población, los movimientos sociales impulsan procesos de resistencia, a través de actividades de movilización como marchas, caminatas, foros, intercambios, denuncias, campañas educativas, festivales, canciones y otras.
Estos procesos de resistencia, también son acompañados de propuestas fundamentadas en la cultura y en la soberanía de los pueblos, propuestas que lamentablemente no encuentran los espacios y mecanismos para ser tomadas en cuenta.
Fuente: Radio Mundo Real