La Declaración Política de la Cumbre de la Tierra hace aguas

La Cumbre de la Tierra ha acabado tras la publicación de una Declaración Política notablemente débil, muy diluida con respecto al proyecto original, después de la obstrucción continuada de EE.UU. y una minoría de otros países.

 

Amigos de la Tierra ha descrito la Declaración como "de nuevo otra traición" a los millones de personas pobres y vulnerables de todo el mundo, que esperaban de la Cumbre acuerdos reales y comprometidos sobre la deuda de los países pobres, sobre el cambio climático, sobre la deforestación, sobre los problemas del agua y sobre otros múltiples problemas vitales para la Tierra. La Declaración Política podría haber sido una oportunidad para compensar la falta de objetivos específicos y programaciones concretas del Plan de Aplicación.

 

Es particularmente deplorable que la Declaración no haga ninguna mención a la necesidad de sustituir el uso de los combustibles fósiles por energías renovables. La declaración también contiene un idioma muy blando sobre la responsabilidad corporativa.

 

Daniel Mittler, Coordinador de Amigos de la Tierra en la Cumbre Internacional, ha dicho:

 

“Esta débil y aguada Declaración Política es otra traición a todos aquéllas personas de todo el mundo que tenían esperanzas en que esta Cumbre sirviera para asir la crisis medioambiental y social que enfrenta el planeta. Trágicamente, esta Cumbre ha supuesto una oportunidad perdida, gracias a las tácticas obstructivas de EE.UU. y a la ideología del mercado libre de las grandes corporaciones que, desde el fondo, tiran de los hilos de los políticos. A la Declaración le falta credibilidad dada la política de esta Cumbre. Anteriormente, los americanos exigían el apoyo internacional, cuando tuvieron necesidad, pero siempre desprecian trabajar con otros países en aspectos internacionales. Así no funciona la diplomacia, esto es una aplicación clara y contraproducente del abuso de poder”.

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