“La violencia es una parte fundamental del modelo de agronegocios”
El integrante del equipo de BASE-IS adelanta algunos de los datos más resaltantes en cuanto al impacto social de los agronegocios, que contiene el informe Con la Soja al Cuello 2018 que fue presentado el jueves 15 de noviembre.
“La violencia y la criminalización son una parte fundamental del sistema de agronegocios y del extractivismo” concluye el investigador y trabajador social, Abel Irala.
Siete campesinos asesinados en lucha por la tierra, más de quinientos imputados y decenas de atropellos a comunidades por parte de civiles armados y fuerzas de seguridad del Estado, son el saldo de los cinco años de gobierno cartista (2013-2018), según revela la investigación realizada por Irala y que forma parte de la cuarta edición de Con la Soja al Cuello. “Este período nos muestra nuevas formas de violencia contra las comunidades campesinas e indígenas” señala el investigador, quien resalta que en los últimos años ha aumentado el sicariato y la participación de civiles armados en los ataques a las comunidades.
“El Estado se vuelve cómplice al actuar punitivamente contra problemas sociales y cuando deja actuar a fuerzas armadas, civiles, capangas, a los que cubre con un manto de impunidad. Lo que vemos en el informe es que hay un aumento de los hechos violentos; atropellos que no son ni desalojos, ni allanamientos, sino atropellos de amedrentamiento con guardias civiles armados que entran a golpear a mujeres, niños y hombres en las comunidades campesinas e indígenas. Y estas fuerzas irregulares tienen la garantía del Estado de que pueden cometer crímenes y que éstos no se van a investigar” relata Abel Irala.
“El extractivismo es un modelo saqueador, y ante esto la gente reacciona y se organiza para frenar el saqueo; hoy la oposición más clara que existe al avance del modelo de agronegocios está en las organizaciones campesinas de base y cada vez con mayor legitimidad social, debido a que la ciudadanía siente los efectos del modelo” señala, y agrega que ante esta organización y resistencia, el modelo responde con mayor violencia hacia las comunidades.
Para el investigador la nueva edición de Con la Soja al Cuello llega en un momento donde la resistencia de las comunidades campesinas y el aumento de la violencia por parte de los impulsores del agronegocio ponen en entredicho el modelo de producción del país. “Hay un esfuerzo por parte de BASE-IS de sistematizar los efectos de los agronegocios. En Con la Soja al Cuello 2018 interactúan varios autores con datos certeros y responsables al respecto, con una crítica al modelo de agronegocios que es insostenible por sus efectos sociales, medioambientales y económicos” señala Irala y agrega que el informe aportará al debate sobre la necesidad de generar un nuevo modelo de producción que ponga en el centro la alimentación y la vida de la gente.