La política comercial de la UE choca con las ambiciones de sostenibilidad y soberanía alimentaria, dicen agricultores

Este artículo de Sofía Sánchez Manzanaro se publicó por primera vez en Euractiv el 5 de julio.

La UE debería controlar los precios agrícolas y abandonar su política de acuerdos de libre comercio (TLC), incluido el estancado acuerdo comercial con Mercosur, dijo a Euractiv en una entrevista un representante de la organización de agricultores Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC).

El movimiento La Vía Campesina, fundado en 1993 para organizar a familias y pequeños agricultores de todo el mundo para resistir la globalización, inventó el término “soberanía alimentaria”.

«La ECVC propone paralizar las negociaciones con Mercosur y congelar los acuerdos de libre comercio existentes», dijo a Euractiv Andoni García Arriola, un agricultor español y miembro del comité coordinador de la organización.

El acuerdo con el bloque latinoamericano (formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) ha quedado en un segundo plano en medio de protestas de lxs agricultores, la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo y nuevas preocupaciones de los países de la UE sobre el impacto del TLC en el sector agrícola.

Sin embargo, la UE podría estar preparándose para firmar el acuerdo en los próximos meses, dijo en mayo el principal negociador del bloque, Rupert Schlegelmilch, a los medios brasileños.

Una vez firmado, el acuerdo requeriría el respaldo del Parlamento Europeo y de una mayoría cualificada de los Estados miembros en el Consejo, que representen al menos el 65% de la población de la UE.

Esta posibilidad parece cada vez más improbable, ya que la extrema derecha francesa, reforzada tras las elecciones legislativas del país en julio, se opondrá a ella.

García destacó que las políticas de libre comercio contribuyen a la “sustitución” de productos agrícolas locales por importados.

«Esto deprime los precios internos», dijo, y agregó que la UE favorece «un modelo de producción agrícola orientado a la exportación».

El agricultor, afincado en el País Vasco, destacó que la aplicación de políticas de libre comercio choca con los objetivos del Pacto Verde y la Estrategia de la granja a la mesa, que pretende hacer más sostenibles los sistemas alimentarios de la UE.

“Debería haber un mayor control sobre las importaciones y también sobre los precios, con precios mínimos de entrada”, afirmó el miembro de ECVC. “No lo pedimos como medida proteccionista, sino para recuperar nuestra soberanía alimentaria”.

¿Un gran problema?
El sector agrícola ha expresado abiertamente su oposición a nuevos acuerdos comerciales durante las recientes protestas de agricultores que se extendieron por toda Europa en los primeros meses de 2024.

Lxs agricultores temen que el acuerdo con Mercosur inunde los mercados con productos más baratos de potencias agrícolas como Argentina y Brasil, si se liberalizan las importaciones en virtud del acuerdo.

Sin embargo, según datos de la Comisión Europea, el acuerdo UE-Mercosur sólo permitiría la entrada a la UE de 99.000 toneladas de carne de vacuno con un arancel preferencial del 7,5%, lo que representa sólo el 1,2% del consumo anual de carne de vacuno de la UE.

En el caso de las aves de corral, el acuerdo eliminará los aranceles sobre 180.000 toneladas de carne que ingresan a la UE, lo que representa aproximadamente el 1,2% del consumo del bloque.

A pesar de las pequeñas cifras de importación, García todavía insiste en recuperar el control de la producción de alimentos de la UE, lo que debería implicar regulaciones de mercado más estrictas y un aumento del número de trabajadores agrícolas.

«También debemos respetar la soberanía alimentaria de terceros países», dijo García.

«Esperamos que la política agroalimentaria y la política comercial [de la UE] involucren mucho más al mercado único y a la producción local de alimentos en un modelo de agricultura sostenible», añadió.

Sólo el Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, ha pedido explícitamente concluir el acuerdo comercial con Mercosur en el proyecto de prioridades para los próximos cinco años que los grupos políticos de la UE en el parlamento están discutiendo esta semana.

Fuente: La Vía Campesina