India: Lxs agricultorxs de Karnataka protestan contra la propuesta de realizar ensayos de campo con maíz y algodón modificados genéticamente
Karnataka Rajya Raitha Sangha (KRRS) es uno de los sindicatos de campesinos más grandes del sur de la India. Ellos han expresado su oposición a la decisión del Comité Estatal de Coordinación de Biotecnología por conceder un Certificado de No Objeción (NOC) para realizar ensayos de campo de variedades transgénicas de algodón y maíz MLS 4301 y MLS 2531 de 2024 al 2026.
Esa certificación prepara el terreno para que el principal organismo regulador del país, el Comité de Evaluación de Ingeniería Genética, apruebe los ensayos de campo de la empresa Rallis India Ltd. Esta firma es la filial de Tata Chemicals y se dedica a la producción y comercialización de diversos insumos agrícolas como pesticidas, fungicidas, insecticidas, semillas y nutrientes para el crecimiento de las plantas.
En 2022 se inició la comercialización de algodón transgénico. Ese evento es un recuerdo frecuente y difícil pues fue cuando lxs pequeñxs agricultorxs perdieron autonomía sobre sus cultivos y semillas. Esto condujo a un mayor control empresarial sobre la agricultura. En un comunicado de prensa, el KRRS reiteró su preocupación, destacando la desaparición de variedades autóctonas de algodón en las zonas algodoneras tradicionales de Karnataka después que se introdujo el algodón Bt. Lxs campesinxs señalaron que el monopolio ha quitado a lxs algodonerxs la libertad de elegir sus semillas. Ahora dependen cada año de las semillas que producen las empresas privadas para sembrarlas en sus campos.
Un estudio realizado en 2020, que combina datos de múltiples fuentes a lo largo de 20 años, concluye que, si bien el algodón Bt ha controlado eficazmente una de las principales plagas del algodón; también ha provocado el desarrollo de resistencia a otra plaga y han incidido en el aumento de las poblaciones de plagas no objetivo. Eso ha obligado a les agricultores a gastar más de lo que antes gastaban en pesticidas con la introducción del algodón Bt. Esta afirmación también la hacen otres expertes de la India, que sostienen que el algodón Bt híbrido ha dado lugar a un estancamiento del rendimiento, una elevación de los costos de producción y a una baja productividad. Todo ello ha provocado angustia y ha llevado al suicidio de les agricultores. Estudios recientes también han señalado que la angustia es aguda entre les pequeñes agricultores en comunidades históricamente oprimidas. Ahí la discriminación estructural y social, junto a la incapacidad de la familia para generar ingresos, les ha llevado a quitarse la vida.
Los sindicatos campesinxs consideran que la introducción de las semillas transgénicas es un canal para que las empresas transnacionales se afinquen con el mercado indio de semillas. La tendencia de este sistema comenzó con la entrada del algodón Bt en la década de 1990 a través de la participación de Monsanto en Mahyco. En la actualidad, Mahyco Monsanto Biotech (India), una empresa aliada de Monsanto y Maharashtra Hybrid Seeds Co, dominan la comercialización de las semillas de algodón transgénico. Para ello venden licencias tecnológicas a más de 45 empresas de semillas en el país.
Según los datos disponibles de 2014, casi el 77% de todos los cultivos transgénicos que estaban a la espera de aprobación de ensayos o comercialización haciendo uso del marco del sistema regulador de la India, son de empresas privadas. Entre estas se incluyen Monsanto, Bayer, BASF, Syngenta, Dow Agrosciences y algunas de sus empresas aliadas en la India. La mayoría de estos experimentos son para cultivos de algodón, maíz, arroz, soja, trigo y ocra.
Los sindicatos campesinos de la India se han opuesto desde hace tiempo a la introducción de cultivos transgénicos. En 2010, después de una gran oposición, el Gobierno impuso una moratoria a la comercialización y desregulación de la berenjena Bt. En 2012 ante el Parlamento Indio se presentó el informe sobre la preocupación por el marco regulador de los cultivos transgénicos, incluido el uso de genes marcadores resistentes a los antibióticos.
El KRRS repite esta preocupación por el contexto de los NOC para ensayos de campo de maíz y algodón transgénicos. “La comunidad científica internacional aún no ha llegado a un consenso sobre la biotecnología transgénica. En los últimos 25 años, la comunidad científica internacional han expresado su inquietud por el hecho de que el uso de la tecnología transgénica/genéticamente modificada en la agricultura, tendrá un impacto negativo irreversible en la salud de los seres humanos, los animales, las aves y el medio ambiente”. KRRS y Hasiru Sene recalcaron e instaron al gobierno del Estado a que impida esos ensayos de campo.
En la actualidad, cabe señalar que el Tribunal Supremo de la India está analizando una gran cantidad de impugnaciones contra la decisión de 2022 donde liberaron comercialmente en el medio ambiente, la mostaza genéticamente modificada (DMH-11). Lxs activistas que han presentado la demanda han planteado cuestiones sobre el defectuoso proceso normativo y las posibles repercusiones medioambientales y sanitarias. A principios de este año, el Tribunal mientras escuchaba los argumentos, expresaba su descontento con el Comité de Evaluación de la Ingeniería Genética porque antes de aprobar la liberación de la mostaza transgénica, no habían tomado en cuenta las recomendaciones del comité de expertos nombrado por el Tribunal.
Fuente: La Vía Campesina