Honduras: corre nuevamente la sangre en el Bajo Aguán
"Una vez más corre la sangre en el Bajo Aguán, donde miles de familias campesinas organizadas en el MUCA siguen luchando para que se respete su derecho a la tierra, y se cumpla con el convenio firmado en abril pasado con el presidente Porfirio Lobo y el Instituto Nacional Agrario (INA)".
Patrullas repletas de policías y guardias privados del productor palmero Miguel Facussé atacaron a balazos la finca Aurora, donde miles de miembros del MUCA están asentados en cumplimiento del acuerdo firmado con el gobierno.
Una vez más corre la sangre en el Bajo Aguán, donde miles de familias campesinas organizadas en el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) siguen luchando para que se respete su derecho a la tierra, y se cumpla con el convenio firmado en abril pasado con el presidente Porfirio Lobo y el Instituto Nacional Agrario (INA).
La nueva víctima, la séptima desde que el MUCA reanudó su proceso de recuperación de tierras en diciembre de 2009, se llama Oscar Yovani Ramírez, un muchacho de 17 años cuyo cuerpo fue encontrado en el asentamiento de finca La Aurora después del violento ataque.
"A las 8:30 de la mañana del domingo 20 de junio llegaron a la finca La Aurora dos patrullas policiales con gente armada, algunos eran policías y otros guardias de seguridad de Miguel Facussé- dijo a Sirel el dirigente del MUCA, Yony Rivas-.
Entraron por la fuerza a la finca y comenzaron a disparar. Asesinaron al joven Oscar Yovani Ramírez y detuvieron a cinco compañeros, acusándolos de asociación ilícita y portación ilegal de armas.
En este momento están detenidos en la posta policial de Tocoa y nuestro abogado nos avisó que fueron duramente golpeados y torturados", denunció Rivas.
Todavía no está muy clara la dinámica del asesinato, ya que según el MUCA el joven fue asesinado antes del operativo policial y su cuerpo fue abandonado en la finca durante el fuerte tiroteo, que dejó también algunos heridos.
Flagrante violación del acuerdo
En cumplimiento del acuerdo firmado entre el MUCA y el gobierno de Porfirio Lobo, más de 2.500 familias campesinas fueron beneficiadas con las primeras 3 mil hectáreas cultivadas con palma africana -de un total de 11 mil entre cultivadas e incultas- y se reconcentraron en cinco fincas, entre ellas la finca La Aurora.
Según el MUCA, ese nuevo ataque y esta sangre derramada responden a una estrategia del empresario y productor palmero Miguel Facussé, quien en repetidas ocasiones ha rechazado y tratado de deslegitimar públicamente el acuerdo firmado entre las 24 organizaciones que conforman el MUCA y el gobierno.
"Estamos responsabilizando al empresario Miguel Facussé, al presidente Porfirio Lobo y a su Ministro de Seguridad, Óscar Álvarez, por lo que ha ocurrido.
Esta finca -explicó Yony Rivas- es parte de las 3 mil hectáreas que ya nos fueron entregadas y ni la Policía, ni los guardias de seguridad pueden entrar. Mucho menos disparando, asesinando y deteniendo a nuestros compañeros con falsas acusaciones".
De acuerdo con el dirigente campesino, la represión militar y el continuo hostigamiento contra el MUCA, se debe también a las pretensiones de Miguel Facussé de querer vender al Estado de Honduras alrededor de 3 mil hectáreas a un precio totalmente desproporcionado.
"Quiere vender la tierra a 13.200 dólares la hectárea, lo cual es absurdo, ya que el precio de mercado por hectárea cultivada con palma oscila entre 4.200 y 4.700 dólares.
Es por eso que estamos haciendo un estudio agronómico y financiero para determinar el verdadero valor de las tierras que vamos a pagar al Estado", dijo Rivas.
Además, buena parte de estas tierras son inundables, están en abandono, cubiertas por lagunas, destinadas para el tendido eléctrico, y con casi 80 mil plantas de palma africana muertas.
"La gente está indignada por esto nuevo derramamiento de sangre. Vamos a presentar una denuncia formal ante la Fiscalía y ya nos hemos comunicado con el Ministro del INA para que tome cartas en el asunto.
Ya son siete los compañeros caídos en la lucha -recordó el dirigente del MUCA- y en el Bajo Aguán se siguen violando los derechos humanos y el derecho que tenemos a la tierra y a la vida.
Gobierno, Policía, Ejército y terratenientes siguen violando nuestros derechos. Pedimos a las organizaciones nacionales e internacionales que se solidaricen con nuestra lucha, denuncien lo que está ocurriendo y presionen para que se cumpla con lo que hemos firmado.
Aquí nos vamos a mantener, y por ningún motivo vamos a abandonar la lucha para la recuperación de nuestras tierras", concluyó Yony Rivas.
Giorgio Trucchi
Rel-UITA (Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines)
Fuente: Adital