Honduras: Ciudad Modelo, República Bananera y las Concesiones Cuyamel
La recién firmada carta de intención entre el Estado de Honduras y la compañía estadounidense MGK, ha creado un sinnúmero de inquietudes que no son acalladas por las promesas de desarrollo de su promotor, el libertario Michael Strong.
Desafortunadamente Honduras está sumida en un sinnúmero de ignominias que bien pueden ser incluidas en la “Historia Universal de la Infamia”. Desde la espiral de violencia en las que nos han sumido hasta los genes de la corrupción que parece ser una marca indeleble de la élite de poder, fomentan la duda metódica hacia gobernantes y súbditos de la república bananera.
El famoso lema del “desarrollo” se ha convertido en un espejismo, en medio de un desierto de pobreza. Décadas de promesas inconclusas y la inexistencia de inversión en educación, acompañadas de una vocación por la corrupción y el militarismo, son cócteles que abonan la incredulidad del pueblo hacia una clase dirigente, con una Disneylandia como norte magnético.
La misteriosa empresa MKG pretende instalar una Región Especial para el Desarrollo, alias ciudad modelo, en el Municipio de Omoa, Cortés, sin que el Sr. Strong, hasta el momento haya especificado quienes son los inversionistas o el tipo de industria que piensan instalar.
Una de las características de la telenovela Ciudad Modelo, es el curioso estilo de folletín con que se ha develado la trama y el uso del suspenso para trasmitir la información. Tal como en las Telenovelas, y según nos cuentan los libertarios de Casa Presidencial y el Congreso Nacional, todos comerán perdices y serán felices. Pero en la realidad, los pobres en Honduras son cada día mas pobres y el 1% del planeta logra acumular mayores cantidades de capitales, que se multiplican a través de inversiones, si es posible donde salarios y leyes laborables sean inexistentes.
De la Cuyamel Fruit Company a la Cuyamel de la MGK
Casualmente la invasión de Manuel Bonilla y Sam Zemurray de 1911, y la posterior implementación de la República Bananera perfecta, tuvo como origen el Valle de Cuyamel, donde Zemurray adquirió tierras para la siembra de musáceas, pero al tratar de obtener un trato preferencial de la administración Davila entró en conflicto con el banquero J.P Morgan, encargado de las aduanas de Honduras. La invasión a Honduras por Bonilla, glorioso padre del Partido Nacional, fue financiada por Zemurray, y sirvió para que este lograra un “arreglo decoroso” con el Estado de Honduras y donde además de replantear el cobro de impuestos, logró enormes concesiones de tierra en las inmediaciones del río Cuyamel.
En Honduras el transcurso del siglo XX quedó marcado por la irrupción de Zemurray en el contexto nacional. La mentalidad de dependencia y sumisión al capital extranjero se incrustó en la idiosincrasia nacional. Zemurray aseguró que “en Honduras un Diputado era más barato que una mula”, y hasta la fecha la apreciación del magnate estadounidense continúa vigente.
Exactamente un siglo después de la invasión a Honduras y posterior entrega del país a la Cuyamel Fruit Company y otras transnacionales fruteras, Honduras aprobó la ley de Regiones Especiales para el Desarrollo. A pesar de las supuestas “buenas intenciones” de los diputados y otros equinos que manejan el destino del país, la ley aprobada subasta la soberanía nacional al mejor postor, despreciando al pueblo hondureño, al no informar apropiadamente los objetivos precisos de las compañías inversionistas y las reglas del juego.
Desde la utilización de la corte Suprema de la isla de Mauricio hasta la creación de sus propias fuerzas de seguridad, han sido señalados como parte del esquema neocolonial fraguado por el Congreso nacional y sus amos. Sin embargo, los pormenores han sido sigilosamente resguardados.
Strong y “permitamos mil naciones florecer”
Ciertas figuras de la ultraderecha estadounidense se han cobijado bajo el nombre de libertarios, algunos de ellos sugieren estar más allá de las ideologías, centrando sus esquemas en una simplificación de la función del Estado, al que consideran un ente interventor y obstaculizador de la economía.
En el blog intitulado “ Permitamos mil naciones florecer“, Michael Strong en compañías de Paul Thiel y Patri Friedman, quienes también han firmado cartas de intención para la creación de ciudades modelo en Honduras, pretenden sentar las bases de las ciudades-nación del siglo XXI.
En un inicio estos libertarios pretendieron crear islas retiradas de las plataformas continentales, para evitar ser regulados por los estados-nación. La compañía Seasteaders, ideada por Friedman y financiada por Thiel, ha venido vendiendo la idea de un espacio dedicado a los experimentos de biotecnología y nanotecnologia que no pueden realizar en el territorio estadounidense.
La MKG de Strong no ha develado hasta el momento sus verdaderas intenciones, limitándose a balbucear la palabra desarrollo, como si fuera un mantra generador de riqueza.
La realidad que vivimos en Honduras se encuentra más cerca del Planeta de Ciudades-Miseria, planteado por Mike Davis, en la que efectúa un retrato de las miles de ciudades en los países denominados en “vías de desarrollo” donde resalta una indignante condición de los habitantes de sus barrios marginales. A pesar que en Honduras todavía mas de la mitad de la población radica en zonas rurales, nuestras ciudades son epicentros de violencia con la mayor tasa de criminalidad del planeta.
Las recetas libertarias que pretenden aplicar en Honduras no son una solución para la nación, son simplemente colonias de ultramar de grupos financieros destinados a crear zonas de exclusión en medio de un mar de violencia y pobreza.
Más que las “buenas reglas” con las que Paul Romer vendía su receta de prosperidad, lo que Honduras requiere son políticos buenos con una completa entrega a buscar el bienestar del pueblo; no empresarios disfrazados de políticos que anteponen sus proyectos de clanes familiares al bien común.
La Ceiba, Atlántida, 19 de Septiembre del 2012