Greenpeace demanda soluciones reales para la agricultura, no espejismos
Greenpeace acusó hoy a los gobiernos del mundo de fracasar en el cumplimiento del compromiso de reducir el hambre en el mundo (1) al ignorar métodos agrícolas bajo prueba de ser eficientes y ambientalmente seguros.
La organización advirtió que ya se están produciendo cultivos nutritivos, con altos rindes y control natural de malezas y plagas, pero que los intereses económicos y la influencia política de la industria de la ingeniería genética está frenando la investigación en este tipo de soluciones.
Un estudio encomendado por Greenpeace y la organización de desarrollo “Pan para el mundo” relevó 208 ejemplos de proyectos de agricultura sustentable activos hoy en 52 países en vías de desarrollo (2). El estudio fue presentado con motivo de la conferencia internacional “Seguridad Alimentaria para Todos en el 2020”, organizada por el IFPRI , Instituto de Investigación de Política Alimentaria (International Food Policy Research Institute) esta semana en Bonn, Alemania (3). Los proyectos en el estudio muestran cómo el hambre y la pobreza pueden derrotarse con agricultura sustentable, sin transgénicos, sin amenazar la biodiversidad, erosionar el suelo, contaminar el agua o arriesgar la salud humana.
“En vez de apoyar las prácticas ambientalmente aceptables, los gobiernos actúan como si le hubieran delegado la responsabilidad de alimentar al mundo a la industria de la ingeniería genética. Esta industria está llena de promesas inciertas, y desacredita a lo que actualmente tenemos en la tierra. Las soluciones reales ya existen, pero no cuentan con financiamiento ni promoción, porque está en el interés de la industria de transgénicos que estas no progresen.
Si el mismo nivel de inversión que existe hoy en la ingeniería genética, se aplicara a los existentes métodos de producción sustentables y la investigación en alternativas agrícolas, se avanzaría notablemente en soluciones para los problemas del agro en los países en desarrollo”, dijo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de biodiversidad de Greenpeace.
Greenpeace instó hoy a los gobiernos del mundo a que cumplan su palabra y garanticen la seguridad alimentaria para todos, al tiempo que reclamó se revierta la tendencia actual de reducción de asistencia a los países en vías de desarrollo. (6)
La organización demandó investigación pública independiente y la promoción de modelos de agricultura sustentables – especialmente aquellos que apuntan a las necesidades de los productores pequeños y medianos que sufrirán la peor parte si continúa la expansión de transgénicos.
“Agricultura sustentable no es un lujo, es una necesidad y provee los medios más efectivos para combatir el hambre. Deberíamos solucionar problemas, no crear otros nuevos. Los transgénicos arriesgan a la población y al ambiente en países que no cuentan con la capacidad de manejar los problemas que podrían traer”, concluyó Ezcurra .
(1) Representantes de 186 países se reunieron en Roma en 1996, y se comprometieron en metas a ser seguidas, al modesto objetivo de terminar con el la mitad del hambre para el 2015: “Nosotros comprometemos nuestra voluntad política y nuestro compromiso común de alcanzar la seguridad alimentaria para todos y continuar los esfuerzos para erradicarla en la mitad de la gente mal alimentada para el año 2015.”
(2) El estudio “The study " Reducing Food Poverty with Sustainable Agriculture: A ummary of New Evidence" de Jules Pretty and Rachel Hine puede bajarse haciendo click aquí...
La conferencia internacional “Seguridad Alimtentaria para todos en el 2020”, está organizada por el IFPRI, Instituto Internacional de Investigación y Política Alimentaria, (IFPRI) en colaboración con el gobierno Alemán y otras organizaciones de la sociedad civil y sectores privados, tendrá lugar en Bonn del 4 al 6 de septiembre de 2001. La conferencia apuntará a tratar los puntos emergentes acerca de cómo alcanzar los objetivos propuestos y acordados en 1996, en el día de la Alimentación Mundial.
(3) La asistencia oficial se ha reducido durante los noventa del 0.33 % al 0.25 % del Producto Bruto de los países desarrollados, en detrimento de la mayoría de los países en vías desarrollo, especialmente en países como Africa que no recibe prácticamente ayuda del sector privado.