Greenpeace aplaude al gobierno de China por endurecer su control sobre transgénicos
Greenpeace aplaudió hoy la decisión del gobierno de China de endurecer controles sobre transgénicos al limitar su liberación al medio ambiente y establecer un amplio sistema de etiquetado de alimentos y semillas.
La nueva "Norma Regulatoria de Bioseguridad para Transgénicos en la Agricultura", anunciada hoy por el gobierno chino, es el marco regulatorio de salvaguarda de la biodiversidad, el medio ambiente y la salud humana, contra los potenciales efectos adversos de los transgénicos. La norma cubre las aplicaciones de transgénicos en las áreas de investigación, ensayos a campo, producción, procesado de alimentos, manejo y también importación y exportación. Se contempla asimismo la clasificación de los transgénicos en cuatro categorías según el nivel de riesgo para el ambiente y los organismos vivos. Las liberaciones al medio ambiente deberán ser aprobadas por las autoridades de máximo nivel.
La norma establece el etiquetado obligatorio de todos los transgénicos, incluyendo semillas, alimento para animales y alimentos para humanos que contengan transgénicos o sus derivados. De no estar etiquetados, la venta de transgénicos será considerada como ilegal.
"Se trata de un paso muy positivo del gobierno de China, uno de los más grandes productores y consumidores de alimentos a nivel mundial, que honra el principio de precaución para con la ingeniería genética. La Argentina debería prestar atención a este hecho e imitar el ejemplo del creciente número de países que establece el etiquetado obligatorio de alimentos transgénicos", dijo Emiliano Ezcurra, coordinador de la campaña de Biodiversidad de Greenpeace.
A pesar del desarrollo de la ingeniería genética en China, las autoridades han sido muy cautelosas con la aplicación de esta tecnología en la producción de alimentos. Hasta ahora, soñó el algodón Bt (Resistente a insectos) que cubrió un millón de has. el año pasado (equivalente a 1/3 de área sembrada con algodón), ha sido autorizado para comercialización y está destinado mayoritariamente a la industria. Tomate de maduración retardada y morrón con resistencia a virus están autorizados para plantar pero la autorización para venta está detenida debido a preocupaciones sobre su bioseguridad. Por lo tanto, en la realidad no existe ningún cultivo transgénico con destino alimentario de escala comercial.
El Profesor Xue Dayuan, investigador del Instituto de Ciencias Ambientales Nanjing y funcionario de la Administración de Protección Ambiental del Estado comentó a Greenpeace: "Esta nueva norma demuestra que el gobierno chino honra el principio precautorio en la ingeniería genética. Las amenazas de los transgénicos sobre la biodiversidad y el medio ambiente son reales e irreversibles. El impacto en la agricultura podría ser destructivo. Nuestro país debe tomar medidas para evitar estos impactos negativos."
El Profesor Xue está a cargo del grupo de expertos que trabaja sobre "El Marco Regulatorio Nacional sobre Bioseguridad", el informe de políticas para la legislación sobre bioseguridad.