Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria: Nyéléni es sólo el principio
Con la firma de un documento final, finalizó el Foro por la Soberanía Alimentaria en Mali. El encuentro marcó un plan de lucha y unió al movimiento campesino con otras organizaciones sociales
Con un enérgico documento final, consensuado por los casi 600 delegados presentes, se cerró el Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria “Nyéléni 2007”, realizado en la aldea de Selingue, Mali. Las conclusiones no fueron pocas, y tampoco los planes de acción trazados por las diversas organizaciones que participaron del encuentro. De hecho, éste último fue el rasgo característico de Nyéléni: la voluntad de dejar de estar a la defensiva, para pasar a la ofensiva.
De esta forma, durante los cinco días que duró el Foro, organizaciones de campesinos y campesinas, agricultores familiares, pescadores tradicionales, pueblos indígenas, pueblos sin tierra, trabajadores rurales, migrantes, pastores, comunidades forestales, mujeres, niños, juventud, consumidores y movimientos ecologistas y urbanos se pusieron de acuerdo para iniciar una lucha conjunta.
Los delegados compartieron sus diagnósticos sobre este mundo globalizado, donde los intereses financieros se anteponen a la subsistencia de los pueblos. De esta forma, tal cual lo refleja el documento final, las organizaciones se comprometieron en una lucha contra “el imperialismo, el neoliberalismo, el neocolonialismo y el patriarcado y todo sistema que empobrece la vida, los recursos, los ecosistemas y los agentes que los promueven, como las instituciones financieras internacionales, la Organización Mundial del Comercio (OMC), los acuerdos de libre comercio, las corporaciones multinacionales y los gobiernos que perjudican a sus pueblos”.
Sin embargo el principal logro de este foro fue reposicionar públicamente el concepto de Soberanía Alimentaria, propuesto por la Vía Campesina en 1996, y hoy acuñado por movimientos sociales de todo el mundo.
El documento final aclara que “la Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo. Esto pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas”.
Pero el Foro no sólo fue una declaración de principios ya que durante las jornadas se discutieron temas centrales de la agenda internacional. Tal es el caso de la negativa por parte de las agrupaciones campesinas a los biocombustibles, que quitan tierras para la alimentación de los pueblos y reproducen la lógica del modelo agrotécnico. Este tema adquiere relevancia si se considera que se está hablando de un cambio en la matriz energética de Estados Unidos, el principal consumidor del mundo, cuyas importaciones de biocombustibles crecerán notablemente en los próximos años.
También tomó particular importancia la problemática de las migraciones. En un mundo donde la globalización se presenta como el progreso, se levantan cada vez más muros. Esto bien lo saben los países africanos, que ven cómo miles de personas se trasladan forzadamente a los países del llamado “primer mundo”, en la búsqueda de un medio de subsistencia. En su mayoría, terminan siendo mano de obra barata y estacionaria para los grandes terratenientes y latifundistas, por eso este tema esta tan ligado a la Soberanía Alimentaria.
El Foro Nyéléni 2007 pudo hacerse en algún lujoso hotel de un cálido país del Caribe. Sin embargo los organizadores eligieron Mali, un pobre país de África, preso de las políticas impulsadas por la OMC y las multinacionales, que dejan sin posibilidad de competencia a sus campesinos, practicantes de la agricultura y el pastoreo tradicional.
De la misma forma, a diferencia de los foros tradicionales, los referentes de la lucha por la Soberanía Alimentaria no se subieron a grandes estrados para pronunciar solemnes alocuciones. El líder de la Vía Campesina, José Bové, o el dirigente del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra de Brasil, Joao Pedro Stédile, para nombrar sólo a un par, se codearon con el resto de los delegados y escucharon atentamente las propuestas de otras organizaciones, al tiempo que compartieron sus reconocidas experiencias de lucha sin esperar reconocimiento de sus pares, y sí compromiso con la causa.
Lejos de ser un episodio esporádico, el Foro Nyéléni 2007 marcó un camino que aúna al movimiento campesino con otros movimientos sociales, en una lucha por acabar con el modelo agrario de exclusión, opresión y muerte que pretende imponer el capitalismo global. Esta vez, tal cual reza el lema del encuentro, ¡es hora de la Soberanía Alimentaria!
Nyéléni es sólo el principio.