En Europa, en Brasil y en Colombia: cuestionamientos a biocombustibles

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Simultáneamente en Europa y en América las discusiones públicas se atraviesan respecto a la producción de biocombustibles como mecanismo de producción de energía, de sustitución por la biomasa del petróleo y de producción limpia ante la crisis del calentamiento global

La Unión Europea discute la definición de cuotas de consumo de biocombustibles de palma de aceite, de caña de azúcar y de maíz para acercarse a través del mismo a los aportes en la reducción de emisiones de CO2 de acuerdo con los compromisos asumidos ambientalmente en las Cumbres Ambientales. En América la visita de BUSH a Brasil ha significado la firma de acuerdos comerciales respecto a la producción de biocombustibles, arguyendo, la necesidad de sustitución del uso del petróleo y la preservación del planeta. En Colombia la palma de aceite se ha proyectado a través de la política pública de Uribe y del modelo de reconciliación forzosa en el agronegocio en el que las estructuras criminales del Estado se insertarán al modelo de economía global.

En los tres escenarios los sectores ambientalistas, sociales, de derechos humanos y sobre todo sus víctimas campesinos mestizos, afrodescendientes, indígenas rechazan la producción de biocombustibles por diversas razones. El desarrollo de un modelo de monocultivo agroexportador de siembras para biocombustibles no logrará satisfacer la necesidad de consumo mundial y la sustitución del petróleo y genera condiciones de miseria a los sectores rurales y destrucción planetaria. Se requerirían millones de hectáreas de tierra sembradas en palma, en caña de azúcar en el mundo, terminando con las siembras tradicionales, para intentar lograr suplir el consumo del solo 30 % por ciento del consumo actual de energía fósil. Las áreas de siembra que se requieren se traducen en ampliación de las regiones del planeta en cultivos no nativos, la destrucción de ecosistemas de vida natural primarios, la desertización de las aguas. A esto se suma el desarrollo de esta agronegocio vinculado con esquemas de seguridad privada, de mercenarismo o paramilitarismo en como en Colombia. La siembra de palma está cimentada en este país sobre Crímenes de Lesa Humanidad, su impunidad y la destrucción ambiental.

Existe una clara advertencia de la sociedad civil europea a sus gobiernos. De acuerdo con Almuth Ernsting, de Biofuelswatch: ”Si la Cumbre de la UE dice sí a los objetivos obligatorios de biocombustibles, estará dando la luz verde a las propuestas de convertir en monocultivos de biocombustibles millones de hectáreas de bosques, pastizales y tierra de cultivos tradicionales en todo Latinoamérica, Asia y Africa. Esto será un desastre para los bosques, el clima, las comunidades locales y para la seguridad alimentaria. Las emisiones de gases de invernadero por la deforestación, el drenaje de suelos de turba y la agricultura intensiva sobrepasará ampliamente cualquier ahorro aparente de CO2 por la disminución del uso de combustibles fósiles. Lejos de desacelerar el calentamiento global, los objetivos de biocombustibles lo acelerarán”.

Para el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra del Brasil, MST, la producción de biocombustibles de la Caña y de la Soya afecta las fuentes de vida del planeta, la vida campesina y acelera el desequilibrio ecológico. “A monocultura afeta o aquecimento do planeta, pois destrói a biodiversidade e impede que a água e a umidade das chuvas se mantenham em equilíbrio com a produção agrícola. Além disso, faz uso intenso de agrotóxicos e máquinas”, adiciona o Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST). Los acuerdo de BUSH y LULA dejan en evidencia que los intereses de las multinacionales están imponiéndose por encima de los intereses de los sectores populares y de la humanidad en su conjunto. Sectores de organizaciones en Brasil plantean que el modelo de agronegocio exportador es nefasto y que se podría contemplar la producción de biocombustibles bajo el control de los sectores populares y el consumo interno.

Recientemente en una presentación de contexto en una audiencia sobre biodiversidad en la que se juzgó a empresas privadas por la siembra de palma, entre el 25 y 26 de febrero en Cacarica, Colombia, se describieron además de la violencia sistemática de agentes estatales y sus grupos paramilitares contra afrodescendientes en Territorios colectivos propiciando el desplazamiento y la posterior apropiación ilegal mediante 7 mecanismos de presión y corrupción. Se mostró como la política de URIBE VELEZ, estimula con este agronegocio de la palma y del bioetanol la descampenización, las violaciones de derechos humanos, la destrucción ambiental y la legalización institucional paramilitar. Se demostró que la producción de biocombustible es ecológica y humanamente insostenible y en Colombia se está usando para legalizar y legitimar los negocios del paramilitarismo en conformidad con los intereses del mercado global.

En Colombia la palma aceitera es signo de muerte a bala, de desarraigo de millones de desplazados, de apropiación ilegal de tierras, de impunidad y de destrucción ambiental. En todos los puntos del planeta hay una coincidencia la crisis energética y el calentamiento global no se resuelve con biocombustibles.

La crisis global como crisis ecológica no se resolverá con biocombustibles, invitamos a unirte, sumarte.

Sumate a las expresiones de movimientos sociales, ambientalistas, de derechos humanos de reflexión y de alternativas frente a los Biocombustibles.

Sumate al encuentro de discusión y propuestas frente al biocombustibles convocado por la Red de Alternativas en Asturias en la segunda quincena de junio de 2007 y al Seminario Internacional Críticas y Alternativas a los biocombustibles de Palma, que se realizará en Bogotá, Colombia en Agosto de 2007-03-11

Sumate a la Campaña Internacional por la Vida del planeta no al consumo de biocombustibles del Chocó Colombia, restitución de Territorios Colectivos, mayores informes moc.tenidna@zapyaicitsuj

Fuente: Acción Ecológica

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