El rey de la cadena alimentaria

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En el nuevo mercado global los intermediarios clásicos dedicados a la compra al por mayor en una región para abastecer a los mercados locales y pequeños y múltiples comercios familiares de esa misma zona, están desapareciendo en beneficio del nuevo rey de la cadena alimentaria: los grandes supermercados

Entre las granjas y la ciudad, entre las familias campesinas y las familias urbanas se encuentran los intermediarios agrarios que posibilitan la comercialización de los productos del campesinado y la alimentación de las gentes. Históricamente se ha culpabilizado al intermediario de los altos precios que se pagan por algunos productos y en ser ellos los que mayores beneficios obtienen. Hijo, decía un campesino, mejor no estudies ni tampoco quieras heredar mis tierras, hazte intermediario.

En el nuevo mercado global los intermediarios clásicos dedicados a la compra al por mayor en una región para abastecer a los mercados locales y pequeños y múltiples comercios familiares de esa misma zona, están desapareciendo en beneficio del nuevo rey de la cadena alimentaria: los grandes supermercados. Los supermercados globales son muy pocos y con presencia en prácticamente todo el planeta. Varios gigantes (Wal-Mart, Carrefour, Tesco, etc.) actúan de intermediarios monopólicos entre los productores y consumidores. A diferencia de los intermediarios clásicos ellos pueden comprar a cualquier productor del planeta y vender a cualquier consumidor del planeta. El resultado es obvio. Los supermercados tienen una enorme fuerza de negociación frente al campesinado. Marcan los precios y las condiciones que les interesa y ponen a competir campesinos de África contra América Latina, o de Asia contra Europa, etc. sin preocuparse por el empeoramiento de las condiciones laborales de los productores y bajos salarios que esto supone. En esta amañada competición compiten compitiendo los productores y nunca son los ganadores.

Según la investigación emprendida por ActionAid, los derechos de miles de mujeres trabajadoras están siendo violados a consecuencia del poder de Tesco en el sector de la fruta de Sudáfrica. Tesco es el mayor comprador británico de manzanas, peras, ciruelas y melocotones sudafricanos. La presión con la que aprieta a sus agricultores proveedores acaba ahogando a los últimos eslabones de la cadena, en este caso las mujeres trabajadoras que recogen y embalan la fruta para la exportación. No tengo dinero para visitar al médico, dice Gloria Nzama. Su sueldo tampoco cubre apenas para la comida y es insuficiente para el alquiler, la ropa, los muebles, el transporte, la escuela o los honorarios médicos. Para nada.

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