El mundo perdió el 58% de su biodiversidad y consideran responsable al agro

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Sólo entre 1970 y 2012, las poblaciones mundiales de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles disminuyeron en un 58% por la pérdida de hábitat, la degradación y sobreexplotación de los recursos naturales.

La biodiversidad de agua dulce fue la más afectada, con una reducción del 81% y en este mismo período las poblaciones de especies terrestres sufrieron un declive del 38% y las marinas de un 36%.

Así entonces, en 40 años el mundo ha perdido su biodiversidad, lo que también es responsabilidad de la agricultura y, en cuatro años, las poblaciones de vida silvestre podrían disminuir en un 67%, según el informe Planeta Vivo 2016 producido por la Organización Mundial de la Conservación (WWF) y difundido en la Argentina por Fundación Vida Silvestre.

A 2020, la tendencia se podría agravar, con una potencial reducción de dos terceras partes de la vida silvestre, mientras que ese mismo año comenzarán a implementarse los compromisos asumidos por 195 países en la Cumbre del Clima en París (2015).

"La vida silvestre está desapareciendo a un ritmo sin precedentes", alerta Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional.

El Informe Planeta Vivo 2016 alerta que estamos transitando El Antropoceno, una era caracterizada por el impacto global de la acción humana sobre el ecosistema que puede desencadenar en una sexta extinción.

En este sentido, ya se sobrepasaron cuatro de los nueve límites planetarios, lo que hace difícil la supervivencia humana en el planeta. Estos son: el cambio climático, la integridad de la biósfera (incluye pérdida de biodiversidad), el uso de la tierra (conversión de bosques para agricultura) y los flujos biogeoquímicos como fósforo y nitrógeno.

Hoy, las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso están en el nivel más alto de los últimos 800.000 años y la quema de combustibles fósiles, que actualmente representa casi el 80% del consumo mundial de energía, es el factor más importante del cambio climático.

Por su parte, la agricultura ocupa cerca de un tercio de la superficie total de la Tierra y representa casi el 70% del consumo humano de agua.

"Las prácticas agrícolas y pesqueras no sostenibles están disminuyendo el capital natural y los servicios ecosistémicos que proporciona la Tierra a un ritmo más rápido que lo que se regenera", explicó el informe.

En la Argentina se encuentran en peligro de extinción el yaguareté, el Macá tobiano y el Delfín franciscano, mientras que el Gran Chaco es considerado una de las diez regiones a nivel mundial, donde se proyecta deforestación a gran escala o degradación severa hasta el año 2020 para uso agrícola y ganadero.

Sólo entre 1987 y 2010, 6,4 millones de hectáreas de bosque y un millón de hectáreas de pastizales en el norte de Argentina se convirtieron a la agricultura.

Principalmente, el área de soja se expandió alrededor de 11 millones de hectáreas y, a 2020, el país tiene previsto aumentar el área destinada a la producción de soja a 22 millones de hectáreas y a 54 millones para la producción de carne.

Fuente: La Nueva

Temas: Agronegocio, Biodiversidad

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