El gobierno de los Estados Unidos implicado en patentamiento de virus del Ebola
Según la solicitud de patente publicada en octubre de 2012 bajo el número US20120251502 A1, el gobierno de los Estados Unidos posee una invención basada en el aislamiento y la identificación de una nueva especie de virus Ébola en humanos, el "EboBun", que fue aislado de los pacientes que sufrieron de fiebre hemorrágica en un reciente brote en Uganda”.
Aunque el EboBun no es la misma variante que en la actualidad ha provocado el virulento brote epidémico en África Occidental, es evidente que el el gobierno de los EEUU necesita ampliar su cartera de patentes para incluir más cepas de Ébola y esa podría ser la razón por la que las víctimas estadounidenses del Ébola han sido trasladadas recientemente a EEUU.
A partir de la descripción de la patente sobre el virus EboBun, sabemos que el gobierno de EE.UU.:
1) Extrae el virus del Ébola de los pacientes
2) Afirma haber “inventado” ese virus
3) Pretende tener el monopolio de protección de patentes sobre el virus
El documento de patente también reivindica claramente que el gobierno de EE.UU. reclama la “propiedad” sobre todos los virus del Ébola que comparten al menos un 70% de similitud con el Ébola que él “inventó”.
La patente de los inventores que trabajan para el ministerio de salud de este país, Jonathan S. Towner, Stuart T. Nichol, James A. Comer, Thomas G. Ksiazek, Pierre E. Rollin, también muestra específicamente la protección de patente sobre un método para propagar el virus del Ébola en células huésped, así como el tratamiento de los huéspedes infectados con vacunas.
Esto nos lleva a una pregunta obvia: ¿Por qué querría declarar el gobierno de EE.UU. el haber “inventado” el Ébola y luego reclamar un monopolio exclusivo sobre su propiedad?
Según especialistas en propiedad intelectual, esta patente ayuda a explicar por qué algunas víctimas de Ébola están siendo transportadas a los Estados Unidos y sometidas al control del Centro para el Control y la Prevensión de Enfermedades (CDC).
Estos pacientes llevan en su cuerpo valiosos activos de propiedad intelectual en forma de variantes del Ébola y el CDC desea ampliar su cartera de patentes mediante la recolección de muestras sanguineas, para estudiarlas y potencialmente patentar nuevas cepas o variantes del virus.
Los expertos afirman también que intentar patentar el Ébola es tan extraño como tratar de patentar el cáncer o la diabetes. ¿Por qué una agencia gubernamental reclamaría haber “inventado” una enfermedad infecciosa y luego reclamar el monopolio de su explotación para uso comercial?
¿Acaso espera el CDC cobrar royalties sobre las vacunas del Ébola? ¿Está buscando “inventar” más variantes y patentar esas también?
No casualmente las acciones de la compañía farmacéutica canadiense Tekmira subieron más de un 11% el pasado viernes cuando se empezó a presionar a la FDA para que acelerara los ensayos de vacunas contra el Ébola creadas por la compañía.
Lo que estamos viendo es un teatro médico, con un guion cuidadosamente escrito.
Un pánico global de pandemia, una patente del gobierno, importación del virus del Ébola a una ciudad importante de EE.UU., una vacuna experimental, la súbita aparición de una compañía farmacéutica poco conocida y una protesta pública contra la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU) para que acelere la creación de una vacuna.
Imaginemos cómo podría ser el segundo acto de esta obra de teatro.
Un “accidente de laboratorio” en EE.UU., el “escape” del Ébola afectando a la población y una campaña nacional de vacunación obligatoria contra el Ébola que enriquece a Tekmira y a sus inversores, colocando a la CDC, con sus patentes de virus, como “salvadores del pueblo estadounidense”…
Esta obra ya se representó con anterioridad…la última vez se llamó “gripe porcina” AH1N1
La fórmula es siempre la misma: crear alarma, sacar una vacuna al mercado, luego de asustar a los gobiernos para que adquieran por miles de millones de dólares, vacunas que no necesitan.
Tekmira, con sede en Vancouver, desarrolla un tratamiento denominado TKM-Ébola del que ha completado una primera fase de pruebas clínicas "con éxito", dijo en un comunicado y que "dada la gravedad de la situación, estamos evaluando cuidadosamente la opciones" de uso de su medicamento experimental.
"Esto incluye discusiones con agencias gubernamentales y ONG, incluida la OMS, en varios países sobre el uso potencial de TKM-Ébola para tratar individuos infectados con el virus del ébola".
"No puede haber garantías de que se encuentre un marco adecuado para el uso de este producto. Seguiremos proporcionando información a medida que sea necesario cuando los caminos clínicos y normativos sean confirmados", añadió la empresa.
El presidente de Tekmira, el doctor Mark Murray, añadió que "seguimos controlando estrechamente el trágico brote infeccioso de ébola. El actual brote subraya la crítica necesidad de un agente terapéutico efectivo para tratar el virus del ébola".
Las pruebas clínicas de TKM-Ébola fueron realizadas en "voluntarios humanos sanos".
Tekmira informó que "en julio, recibimos nota de la suspensión del ensayos de nuestro programa TKM-Ébola por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA)".
Posteriormente FDA modificó la notificación a "suspensión parcial de ensayos, lo que permite "el uso potencial de TKM-Ebola en individuos con una infección de ébola confirmada o sospechada".
"La compañía sigue en suspensión de ensayos de TKM-Ébola con respecto a la porción de dosis múltiple ascendente de la Fase 1 de estudio clínica en voluntarios sanos" añadió Tekmira.