El debate sobre los transgénicos continúa en Europa
La Comisión Europea volvió a las andadas, según una plataforma española, que reúne a numerosas asociaciones ambientalistas, y denuncia una nueva normativa que limita el poder de decisión de los Estados miembros de la Unión frente a la entrada de transgénicos en Europa.
Tras haber afirmado reiteradamente que los transgénicos quedarían fuera de las negociaciones del tratado de libre comercio con Estados Unidos (TTIP), y que este acuerdo en ningún caso pondría en peligro la seguridad de los alimentos en la Unión Europea, la Comisión aprobó, el pasado 22 de abril, una normativa que desmiente sus anteriores afirmaciones, asegura la plataforma española en un comunicado.
“El reglamento prevé que los Estados puedan oponerse a la introducción de nuevos transgénicos mientras no aleguen razones de salud o de medio ambiente, porque esas decisiones quedan en manos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que analiza los riegos sanitarios”, precisa Gabriela Vázquez, portavoz de Ecologistas en Acción, organismo que forma parte de la plataforma.
Aunque esa normativa debe ser estudiada para su aprobación por el Parlamento Europeo, la decisión final dependería de la EFSA que, según Ecologistas en Acción, “ha tenido conflictos de intereses con la industria, y precisamente, con la industria que desarrolla estos productos transgénicos. Tal es el conflicto que, hace algunos años, el Parlamento Europeo se negó a renovarle la financiación hasta que no solucionara estos conflictos de intereses”.
La Comisión metió un segundo gol en la portería ambientalista el viernes pasado al aprobar 17 nuevos transgénicos para el consumo humano o animal. “La mayoría de estos nuevos tipos de transgénicos son resistentes a distintos tipos de herbicidas, entre ellos el glifosato que la Organización Mundial para la Salud calificó recientemente de probable cancerígeno”.
No todos los agricultores son adversos al uso de transgénicos
Con respecto a los 17 transgénicos que fueron autorizados el viernes pasado, Ignacio López, responsable de temas internacionales de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de España, confía en el análisis de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria sobre la inocuidad de esos OGM.
Este agricultor subraya que, en Europa, “hay un 80% de déficit en proteínas, es decir que se está importando un 80% de alimentos para la cantidad de animales necesaria para satisfacer las necesidades en leche y carne de los consumidores europeos”.
Por otra parte, los ecologistas estiman que los transgénicos convierten a los agricultores en esclavos de empresas como Monsanto: para cada nuevo cultivo deben comprarles semillas.
Ante este argumento, Ignacio López responde “que cada cual es libre de comprar o no transgénicos, según la rentabilidad del sistema de producción que utilice”. Además, propone el ejemplo de Argentina, donde - según afirma - “durante diez años de cultivos de transgénicos los agricultores han percibido 18.000 millones de dólares y Monsanto 1.800”.
Las organizaciones, grupos y colectivos que se oponen a la entrada masiva de cultivos y productos transgénicos han pedido que se retire la polémica propuesta, acordada la semana pasada por la Comisión, antes de que sea sometida a una largo proceso de debate y aprobación por parte del Parlamento y del Consejo Europeo.
Entrevistados: Gabriela Vázquez, portavoz de Ecologistas en Acción; Ignacio López, responsable de temas internacionales en la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, España.
Fuente: Rfi Español