El agua vale más que el oro

Por Facundo Nívolo

A orillas del lago Titicaca el pueblo Aymara produce un bloqueo histórico en nombre de la vida.

La región de Desaguadero que se comparte en tierras con Bolivia y Perú, se encuentra en un bloqueo total por parte de sus habitantes. Bloqueo de frontera entre ambos países, y de la región de Puno hacia el norte.

Hace poco menos de un mes se supo la noticia de que el gobierno Peruano cedió en concesión los cerros Santa Ana y Khapia a una empresa Canadiense para que realice explotación minera a tajo abierto. El método de extracción a utilizarse consiste en la explosión literal de las montañas, produciendo un agujero de kilómetros de diámetro. La materia prima obtenida es separada con cianuro, mercurio y agua, y los desechos, absorbidos por el suelo, viajarán por napas subterráneas que desembocan directamente con el Lago Titicaca, envenenando así, agua dulce de Perú, Bolivia y norte de Chile.

Los efectos de esta nueva minería son bien conocidos en Catamarca y San Juan, provincias de Argentina, donde los pueblos que recibieron promesas de progreso hoy son ciudades fantasmales, cuya biodiversidad recibió una muerte gradual y silenciosa. En casos como el de Desaguadero, donde el lago representa la mayor reserva de agua dulce de la región, también suelen aumentar los casos de muerte por cáncer con el pasar de los años. Tal como se ve en las provincias Argentinas antes mencionadas.

Mientras la mayoría de los medios de comunicación de Bolivia y Perú se preocupan por las pérdidas del comercio bilateral producido por el bloqueo, el pueblo de Desaguadero sabe que está en juego todo: La agricultura, la pesca, la ganadería, la vida en sí. Tantos pueblos lindantes se han adherido, que los cortes de caminos superan los 100 km a la redonda.

Las manifestaciones en Puno, las adhesiones y las actividades aumentan. Han pasado ya 15 días, y el gobierno aún no da respuestas.

Fuente: Agencia Rodolfo Walsh