El Estado ecuatoriano en banquillo de los acusados

Por la mañana el caso 12.979 de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane, mostró dos visiones distintas sobre el tema.

Como testigo de los pueblos estuvo Alicia Cahuiya, vicepresidenta de la nacionalidad waorani del Ecuador, quien dijo que su pueblo quiere seguir viviendo libre, vivir de la pesca, de la caza, y la recolección igual que “sus hermanos Taromenane y Tagaeri”, y que las medidas cautelares adoptadas por el gobierno en el 2006, no han ayudado a estos pueblos que dependen de la selva para vivir. No quieren más petróleo ni madereros en sus territorios, no quieren que se explote más el bloque 31, Armadillo, y el ITT, ni más contaminación de sus ríos, porque todo este territorio es donde habitan estos pueblos.

Reafirmando la tesis de Alicia, también rindió su versión Eduardo Pichilingue, experto en el tema de los Indígenas en aislamiento, y dijo a las comisionadas, que las masacres del 2003, 2008 y 2013, han sido a causa de las actividades extractivas que el Estado ha permitido.

Según Pichilingue, la situación se vuelve más conflictiva por la presencia y la construcción de carreteras en la zona, lo que provoca que los pueblos se replieguen en su territorio y que la comida, (animales que cazan) se escasee debido al ruido que provoca la maquinaria.

Mostró también los mapas del Parque Yasuní y de la supuesta zona intangible, donde están bloques con reservas de petróleo, y en la que se ha evidenciado la presencia de estos pueblos, y, que intencionalmente el Ministerio de Justicia habría cambiado para conseguir la aprobación de la Asamblea Nacional para la explotación petrolera en el Yasuní.

Por el gobierno, el testigo fue Emoi Enomenga, Presidente de la nacionalidad waorani, quien habló de libertad para el pueblo, y de los beneficios que el petróleo y la intervención del Estado, a través de las actividades extractivas permitidas, ha entregado a las comunidades waorani. Mencionó las escuelas del milenio y las carreteras, reconociendo que el territorio por el que antes se movilizaban ya no es el mismo. No quiso hablar de las masacres entre clanes.

La resolución está por resolver, sin embargo quedó claro que las poblaciones amazónicas, sobre todo, son utilizadas para defender las bondades del gobierno a cambio de sacrificios, hasta humanos, como en este caso.

Se conoció luego de la audiencia, que Moi Enomenga habría amenazado la integridad de Alicia Cahuiya, por presentarse en esta audiencia.

A las 16:30 hs del lunes, se realizó la audiencia temática en la CIDH, en Washington, sobre la situación de las defensoras de los Derechos Humanos de pueblos indígenas y del Ambiente en el Ecuador.

Varias dirigentes de organizaciones y nacionalidades entre ellas Patricia Gualinga, Gloria Ushigua, Margot Escobar, Alicia Cahuiya, y Esperanza Martínez, estuvieron presentes y dieron sus versiones ante el estrado, sobre el estado de vulnerabilidad por su condición de lideresas, de mujeres, y por pensar diferente.

Patricia Gualiga mencionó todas las amenazas de las que son objeto las mujeres principalmente: “Cuidado, te van a matar, pide asilo en otro país, y otras epítetos”, añadió que todo es a causa de pensar diferente y por decir que se puede implementar un modelo diferente.

Margoth Escobar, activista de la provincia de Pastaza, y quien fue golpeada brutalmente el 13 de agosto, dijo que su presencia ahí es para dar testimonio (de las agresiones) ya que en su condición hay centenares de ecuatorianos profesionales de varias ramas que piensan distinto al gobierno.

Por su parte Gloria Ushigua, dirigente del pueblo Zápara, dijo que son pocos pero no tienen miedo, no quieren que saquen petróleo de su territorio, quieren vivir en paz, y seguirán luchando por sus tierras. Estas versiones no tuvieron una interpretación oficial, pues los defensores del Estado no acudieron a la audiencia. En ambos casos se espera el veredicto de la Comisión, mientras el Estado permanece en el banquillo de los acusados.

Fuente: Periódico Opción