El Consejo Europeo respalda las prohibiciones nacionales de OMG

Idioma Español
País Europa

Los Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea han rechazado la propuesta de la Comisión de levantar las moratorias nacionales, respaldando el derecho de los países miembros a prohibir en su territorio variedades transgénicas si consideran que entrañan riesgos para la salud y el medio ambiente

Alemania, Austria, Francia, Grecia y Luxemburgo mantenían desde hace tiempo restricciones a la entrada de varios organismos manipulados genéticamente (OMG), concretamente el maíz Bt176 de Syngenta, cultivado en España desde 1998 y prohibido en Austria, Alemania y Luxemburgo; el maíz MON 810, también cultivado en España y prohibido en Austria; el maíz T 25, prohibido en Austria; y dos tipos de colza prohibidos en Francia y en Grecia. Estos países consideran que la inocuidad de estos productos no está suficientemente demostrada.

El proceso europeo de autorización de OMG permite a la Comisión Europea aprobar nuevas variedades transgénicas a pesar de las objeciones de los países miembros, habiendo autorizado la Comisión numerosos eventos transgénicos en contra de la opinión de los representantes nacionales. En el caso del Bt176, por ejemplo, los Ministros votaron de forma casi unánime en contra de su autorización. El conocimiento científico relacionado con las repercusiones a medio y largo plazo de los OMG es todavía muy limitado, y estudios independientes (no financiados por las propias compañías) como el realizado durante tres años en el Reino Unido con variedades manipuladas genéticamente han confirmado sus riesgos, así como su potencial de contaminación de los ecosistemas y de los alimentos. Por ello, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), de la que España es miembro, aprobó en Noviembre 2004 una resolución en la que se pedía una moratoria a la liberación de OMG en tanto no se demuestre su seguridad para la biodiversidad y la salud humana y animal.

Ecologistas en Acción considera que la votación del Consejo, en la que ha sido decisivo el voto en contra de la Ministra Española de Medio Ambiente, constituye una importante afirmación del principio de precaución y del derecho de los países a decidir en temas tan fundamentales para la sociedad como son la agricultura y la alimentación, la salud pública, y la protección del medio ambiente. Esta afirmación es especialmente importante y significativa en un momento en que Estados Unidos presiona a Europa y al mundo entero para la aceptación de una alimentación que una mayoría de la población rechaza y que pone en peligro la seguridad alimentaria mundial.

Es de lamentar que la abstención española en otra de las votaciones del Consejo de Medio Ambiente, sin embargo, parece que ha impedido conseguir una mayoría suficiente para rechazar la aprobación del MON 863, un polémico maíz transgénico de la compañía Monsanto cuya posible autorización ha suscitado graves temores en los comités de evaluación, particularmente en el francés, que en su día afirmó no estar “ en situación de concluir la inexistencia de riesgos para la salud animal”, “a falta de una interpretación satisfactoria de determinadas diferencias significativas observadas”. Es de esperar que la Comisión Europea haya aprendido la lección y se abstenga de autorizar este controvertido maíz, despreciando la oposición de un significativo número de países.

Fuente: Ecologistas en Acción

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