Ecuador: recuperar manglares dice Ley de Soberanía Alimentaria
Los Pueblos Ancestrales del Ecosistema Manglar del Ecuador apoyan artículos de la Ley de Soberanía Alimentaria que recuperan el escosistema manglar fuente de trabajo, de alimentos y cultura de millones de pescadores y recolectores artesanales.
Demandan del Presidente de la República mantener los artículos que protegen y recuperan el ecosistema manglar y los derechos de los Pueblos Ancestrales. “El veto a estos artículos desde el Ejecutivo será una clara demostración de que se sigue favoreciendo a los mismos de siempre”, sostuvo Líder Góngora, Presidente de la C-CONDEM.
El día 17 de de Febrero del 2009, el pleno de la Comisión Legislativa y de Fiscalización de la Asamblea Nacional del Ecuador aprobó la Ley Orgánica del Régimen de la Soberanía Alimentaria, la cual contiene artículos que, consecuentes, con la Constitución de la República del Ecuador y los derechos fundamentales de los pueblos, protegen y recuperan el ecosistema manglar y la vida de pescadores artesanales y recolectores comunitarios de moluscos, crustáceos y madera de mangle.
Por cuatro décadas la vida de la zona costera ecuatoriana ha sido gravemente afectada por la destrucción del ecosistema manglar, siendo la causa principal la ocupación ilegal de estas áreas por empresas dedicadas a la acuacultura industrial del camarón. A pesar de que el ecosistema manglar es un bien nacional de uso público, patrimonio forestal del país y ha sido declarado como ecosistema frágil, más de ciento cincuenta mil hectáreas están actualmente invadidas por piscinas dedicadas a la cría y cultivo de camarón tropical que operan en la total impunidad.
Reforestación comunitaria del ecosistema manglar en un área devastada para la construcción de piscina camaronera y abandonada en Muisne, Esmeraldas A pesar de que existen más de 56 disposiciones legales que protegen el ecosistema manglar del Ecuador, que prohíben expresamente, desde la década de los 70, la instalación de piscinas camaroneras en zonas de manglar, y que la nueva Constitución de la República consagra el derecho de los Pueblos a mantener la posesión de las tierras y territorios ancestrales y a no ser desplazados de sus tierras ancestrales, así como la recuperación y conservación de ecosistemas frágiles, las piscinas camaroneras operan a vista y paciencia de las autoridades y gobiernos de turno.
Durante varios gobiernos las empresas dedicadas a la acuacultura industrial del camarón han pretendido legalizarse, tratando de obtener alguna forma de propiedad sobre los territorios usurpados, pero la lucha de los Pueblos del Manglar ha detenido estas pretensiones. Hoy se demanda al gobierno de la Revolución Ciudadana, hacer justicia con los Pueblos del Manglar, sancionar a los infractores que han destruido el ecosistema y desplazado a miles de familias de su fuente de trabajo, atentando a su soberanía alimentaria, aplicando la Ley.
Los empresarios camaroneros se han expresado ya en contra de los artículos de la Ley de Soberanía alimentaria que recuperan y protegen el ecosistema manglar y los derechos de sus Pueblos Ancestrales y demandan el veto a estos artículos, aduciendo la pérdida de fuentes de trabajo. No son comparables ni la cantidad, ni las condiciones de trabajo que genera la acuacultura industrial del camarón con lo que significa para el país recuperar un ecosistema de extremada productividad que alberga a miles de familias en tareas de pesca y recolección artesanal, así como en pequeño comercio y prestación de servicios.
El ecosistema manglar es patrimonio de todos los ecuatorianos, principalmente de los Pueblos Ancestrales y no debe ser privatizado en beneficio de empresas que lo han usufructuado ilegalmente por más de cuarenta años, enriqueciendo a unas pocas familias.
La Ley además obliga al Estado a proteger a los pescadores artesanales y recolectores comunitarios y prohíbe la explotación industrial de las especies en ecosistemas sensibles y protegidos.
Los Pueblos Ancestrales del Ecosistema Manglar aplaudimos estos artículos recogidos en la Ley y instamos al Ejecutivo a mantener los artículos, pues la recuperación del ecosistema manglar aporta significativamente a mantener el equilibrio ecológico de las zonas costeras protegiéndoles de vientos e inundaciones, así como garantizando la provisión de agua para las zonas agrícolas.
Verónica Yépez
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