Día mundial de la desnutrición

Idioma Español

"Desde este 16 de octubre a la misma fecha del 2015 habría que reducir en 24 millones cada año el número de hambrientos para cumplir con la meta establecida. Y estamos “más cerca del año 2150 que del 2015”, según Jacques Diouf."

21-10-02

 

Siempre llamó mi atención la forma contradictoria de denominar conferencias, reuniones, cumbres o “días de”. Por ejemplo, en una reunión sobre la salud se hablará de las enfermedades; en una sobre educación, el tema central será el analfabetismo; el Día Mundial del Agua tendrá como eje central los millones de seres humanos que carecen de ella. Así las cosas, el pasado miércoles 16 se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación y, no podía fallar!, se habló del hambre.

 

Jacques Diouf -recientemente electo director general de la FAO- aprovechó la fecha para informarnos que se está muy lejos de alcanzar la meta establecida por la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 -reiterada luego en diversos foros- de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre, antes del año 2015. Según los datos suministrados por Diouf, tal como están las cosas, desde este 16 de octubre a la misma fecha del 2015 habría que reducir en 24 millones cada año el número de hambrientos para cumplir con la meta establecida. Y en su opinión, estamos “más cerca del año 2150 que del 2015”, lo que significa que demoraríamos 103 años en llegar al objetivo establecido hace seis años.

 

María José Zimmernan, representante de la FAO en Colombia, también se refirió al hambre en el Día de la Alimentación, recordando -por si era necesario- que casi cinco millones de colombianos padecen hambre, dado que sus ingresos no les permiten satisfacer sus necesidades básicas. A lo cual se sumó Juan Lucas Restrepo, viceministro de Agricultura, reconociendo que la pobreza en el campo supera el 80 por ciento, “lo cual es muy preocupante”.

 

En un día tan especial, ni la FAO ni el viceministro de Agricultura, entendieron pertinente recordar que en la década de 1990, cuando Colombia abrió su economía, dejó de ser un país con bajos niveles de importación de alimentos para pasar a depender de las importaciones para satisfacer sus necesidades alimenticias. Algo similar sucedió en el resto de los países de la región, que en conjunto contabilizan 55 millones de hambrientos.

 

Por todo esto, es que el Día Mundial de la Alimentación trae a mi memoria aquella otra paradoja llamada “Alimentos para la Paz”, algo que nos prometía la Ley Pública 480 (1954) de los Estados Unidos y terminó- ¿terminó?- conduciéndonos a la actual situación. Por supuesto que ni la FAO, ni los gobiernos neoliberales recordarán el asunto. No sea cosa que despierten el enojo del irascible Bush o molesten a compañías como Cargill o Continental Grain, dos de un puñado de compañías que engordaron con los Alimentos para la Paz, mientras millones de seres humanos caían en la hambruna.

 

Enildo Iglesias

 

Rel-UITA

Comentarios