Día Mundial del Ambiente- Comunicado C-CONDEM

Idioma Español
País Ecuador

"El balance de estos casi cinco años transcurridos desde la aprobación y puesta en vigor de la actual Constitución del Ecuador deja muchos saldos negativos en materia de Derechos de la Naturaleza: el arranque de la minería a gran escala y la reforma en curso de la Ley de Minería, a pesar de la resistencia de las comunidades locales."

En el Día Mundial del Ambiente la Coordinadora Nacional para la Defensa del Ecosistema Manglar (C-CONDEM) manifiesta:

 

Desde que la industria camaronera iniciara sus actividades a finales de la década de los sesenta, el ecosistema manglar se ha visto en más de un 70%, con su pertinente impacto ambiental, social, económico y cultural.

 

En este proceso de depredación del manglar, miles de familias que tradicionalmente han dependido de este ecosistema se ven afectados por la pérdida de su cultura y del entorno que hace posible su reproducción social y económica, lo que en muchos casos les obligó a emigrar.

 

A este respecto cabe señalar que la puesta en marcha del Decreto 1391 (15 octubre de 2008), normativa por la cual se regularizan las camaroneras, se están dando pasos hacia la privatización de un bien nacional considerado de uso público.

 

Respecto al impacto ambiental, se estima que la superficie total ocupada por camaroneras está en torno a 263.000 hectáreas (datos de la Subsecretaría de Acuacultura), lo que supone que la desaparición de 256 especies vinculadas al manglar (45 especies de aves, 15 de reptiles, 14 de camarones, 3 de cangrejos, 79 de moluscos y 100 de peces) que antes existían en esas áreas. Todo ello más allá del hecho de que la reducción de la barrera natural que significa el bosque de mangle, acrecienta el efecto devastador de fenómenos como El Niño generando mayor vulnerabilidad a las poblaciones del litoral.

 

En la actualidad, el despojo de tierras en el ecosistema manglar continúa y sus consecuencias son visibles con los recientes desalojos producidos en las comunas de Bajo Alto (El Guago-El Oro), Bilsa (Muisne-Esmeraldas) o el que en la actualidad se debate en los juzgados sobre El Verdún (Tosagua-Manabí).

 

El balance de estos casi cinco años transcurridos desde la aprobación y puesta en vigor de la actual Constitución del Ecuador deja muchos saldos negativos en materia de Derechos de la Naturaleza: el arranque de la minería a gran escala y la reforma en curso de la Ley de Minería, a pesar de la resistencia de las comunidades locales; el fomento de los agrotóxicos y los monocultivos en la agricultura; la extracción de arena negra y la privatización de las playas; la extensión de la frontera petrolera, incluso dentro del Parque Natural Yasuní, a pesar de declarar la no explotación como primera opción y otras medidas más, que no son menores, como la pretensión de introducirnos en el desarrollo nuclear y la implementación de cultivos transgénicos a pesar de las prohibiciones constitucionales. A lo anterior cabe añadir, una lista cada vez mayor de atropellos entre los cuales destacan los altos niveles de deforestación existentes en el país, la apuesta de socio bosque atado al mercad o de carbono, la continua destrucción de bosques, páramos y del ecosistema manglar anteriormente referenciado.

COMUNICACIONES C-CONDEM
ce.gro.mednocc@seralgnam

Temas: Biodiversidad, Extractivismo

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