Desde la semilla | Feria anual de la vida
Con el mismo convencimiento con el que desde hace más de 10 años decimos que otra salud es posible y otro Estado es necesario, sabemos que otra agricultura es posible y otra economía es necesaria (y todas sus combinaciones).
Feria de semillas nativas y criollas
Experiencia con casi dos décadas, en dónde los modos de circulación no están separados de los modos de producción y reproducción, y existe diálogo entre las personas, los ciclos y su medio.
La XVIII Feria de semillas Nativas y Criollas se realizó en Tatón, departamento de Tinogasta, a 350 km de la capital de la Provincia de Catamarca. Una localidad con las montañas cerquita del pueblo donde abundan los duraznos y cada marzo se celebra en Festival. Quizá son más conocidas sus dunas, las más altas del mundo, por sobre los 1.200 mt de altura que se promueven para el turismo deportivo en la práctica de sandboard y porque también allí se corre el Rally Dakar.
Como en otro plano de la realidad que promueven las propagandas, desde hace 18 años pobladores, productores, artesanxs, comunidades originarias, campesinxs, escuelas, guardianes de la soberanía alimentaria con experiencias económicas sustentables, se reúnen en feria a intercambiar semillas, productos, artesanías, plantines, animales, reflexiones y saberes. Este año se pudieron recorrer 100 puestos con producciones de Catamarca, Santiago del Estero, La Rioja, Chaco y Mendoza
Desde IDEP Salud saludamos la valiosa experiencia que se realiza anualmente en Catamarca, aliento y ejemplo de Economía Social hacia otro mundo, y compartimos los registros y aportes de la Asociación BePe y Ecología política sur sobre la decimoctava Feria de Semillas Nativas y Criollas, que recibió el reconocimiento de la Secretaría de Cultura de la Nación como Punto de Cultura.
“Con la Feria de Semillas intentamos transmitir lo que nuestros ancestros nos legaron, que la semilla es fuente de vida, cultura y la mejor forma de dar a conocer nuestras raíces”, explica Johana Villagran, socia y expresidenta de la Asociación Campesinos del Abaucán.
Este año se vuelve a premiar al mejor stand. En ésta ocasión se tendrá en cuenta la variedad de semillas nativas y criollas y la experiencia en la producción y almacenamiento de semillas.
Organizada por la Asociación Campesinos del Abaucan y Club Los Andes de Tatón, con el apoyo de Asociación Civil Bienaventurados los Pobres, la Feria realizó una convocatoria con la voz de productorxs y feriantes.
Memoria es Salud
Una muestra de herramientas de producción agrícola y una exposición de cuadros sobre la importancia de las semillas se sumaron a la tradicional feria de intercambio el sábado 14 de septiembre.
La memoria de los pueblos del Abaucán se puso de manifiesto en un nuevo soporte. La comunidad ofreció una muestra de fotografías y herramientas tradicionales para el trabajo agrícola.
La exposición reconstruye historia del modelo productivo del bolsón de Fiambalá así como también la de esta feria que está cerca de cumplir ya sus 20 ediciones.
La iniciativa parte de la asociación civil Bienaventurados los Pobres (Be. Pe.) junto a la Asociación Campesinos del Abaucán (ACAMPA) y apunta a visibilizar la principal actividad económica y de autoconsumo del distrito de Fiambalá, la producción agrícola, mediante las técnicas del mapeamiento social.
Esta perspectiva “va mucho más allá de las cartografías nacionales, constituyéndose en una herramienta fundamental para la defensa de los territorios, identidades y cultura” afirmó Claudia Martínez, coordinadora del Equipo Territorial de BePe.
Otra Economía es Posible
“Nosotros fuimos los Impulsores porque esto ya se había perdido, nadie sembraba! Todo era del Mercado... Fuimos recuperando tierra, fuimos recuperando semillas; hemos aprendido a valorarnos a nosotros mismos, y esa es la riqueza que nosotros nos sentimos orgullosos" Mecha Carrizo, Miembro de Acampa.
Además del intercambio entre agricultores, el evento dejó palabras para otros mundos posibles.
La Feria de Semillas que nace de esa necesidad, la de fortalecer a sus custodias y custodios para salvaguardar la vida de la ola de expropiación/mercantilización, nos propone replantearnos la cultura viva y la agroecología como modo de vida digna.
Durante la jornada diversos asistentes tomaron el micrófono para convidar sus palabras. Sin embargo, con gran emotividad compartiremos y deseamos sea motor de reflexión e inicio de llamarada, las palabras de Hernán Gutiérrez, cacique de la comunidad La Quebrada-Santa María (Unión Diaguita de Catamarca), quien compartió potentes reflexiones en torno a las formas de habitar y defender los territorios. Sus sentipensares tuvieron dos destinatarios principales: lxs habitantes de zonas urbanas y lxs funcionarios públicos. No obstante, no cabe dudas que sus frases construidas en colectividad, transformadoras de vida y fuerza de re-existencia nos hacen un llamado a todxs los co-habitantes de la tierra a reflexionar en torno a respetar y valorar su importante papel como guardienxs de saberes vitales/semillas, defensorxs de la tierra hecho territorio, mano humana que se hunde en la humedad del suelo y co-labora para hacer germinar la Vida.
Mensaje a los centros urbanos
“Queremos llevar un mensaje para la sociedad urbana, que no entiende de la misma manera que nosotros, y que cree que lo que ocurre con los recursos de la puna son la pena de la gente de la montaña”, planteó. Su mirada entiende que hay que articular las luchas contra el extractivismo ya que la conflictividad ecológica esta interconectada y que repercute y repercutirá con ahínco en la vida de quienes habitan las urbes. “Aunque tradicionalmente desde los centros urbanos nos ven como pobres, esta feria demuestra que las comunidades campesinas no son pobres, para nosotros tristemente vivir en la ciudad es pobreza”. “Que los centros urbanos tomen conciencia”, completó en otro tramo de su reflexión, pues es desde estas territorialidades indigeno/campesinas de las que se alimentan y nutren las poblaciones urbanas cotidianamente.
Mensaje a los Funcionarios Públicos
En otro pasaje, el joven cacique, hilvanó algunas ideas acerca de la compleja trama de relaciones de la que la especie humana forma parte, y de la cual el “mundo occidental” debe adquirir un mayor grado de conciencia, especialmente aquellxs que toman decisiones en nuestrxs territorios. “Las autoridades tienen que tener claro que lo que sostenemos no es negocios si no que tenemos que seguir viviendo. Necesitamos que respeten nuestra espiritualidad. Nuestros líderes indígenas murieron por el territorio, por nosotros, y nosotros estamos dispuestos a morir por nuestros hijos y nuestro territorio. Y no sólo por la vida humana. Entendemos que, sin nuestros animales, nuestras plantas, nuestras piedras, nuestros ríos, nuestro sol, nuestro aire, no somos nada. Si perdemos uno de esos elementos nos perdemos nosotros mismos, desaparecemos”.
En la parte final de su alocución, Gutiérrez apuntó contra los funcionarios públicos que deciden proyectos que fracturan los territorios, operando bajo el desconocimiento y sin consentimiento de quienes lo habitan. “Las autoridades que se acerquen a los territorios conversen y no decidan desde el desconocimiento. Nos duele ver cómo se siguen firmando convenios del extractivismo, porque es fácil firmar en una oficina. Pero los pueblos ven lo que pasa todos los días con sus propios ojos. Los pueblos viven una realidad que ellos no saben y el que sabe quiere desconocer. Acá nos venimos sosteniendo y vamos a seguir”.
En esa línea, Guillermina Guanco, delegada Alto Valle La Hoyada y secretaria General de la Unión Diaguita, le habló “a los gobiernos nacional y provincial”, en referencia a los conflictos mineros, en particular sobre Antofagasta, donde observan “cómo la gente se enferma y cómo se contamina el agua”. “Nos dejan sin agua, sin luz, ¿por qué tenemos que depender de ellos que vienen de afuera?”, lanzó la mujer. Y remató: “El agua es vida y estamos luchando por nuestros territorios”.
¡ALERTA!
Asimismo, se realizó una denuncia pública frente a la militarización de los territorios y la represión a la que se han visto sometidos. “No queremos que la fuerza de seguridad nos siga persiguiendo, somos seres humanos” advirtió.
Desde el Colectivo Ecología Política del Sur, acercamos este mensaje como puerta/posibilidad de diálogo y cuestionamiento frente a nuestro antropocentrismo y reproducción capitalista de la vida. Pues, como explicito Gutiérrez “el ser humano no es el único en el mundo, no vemos las criaturas inocentes que estamos matando, como son los animales y las plantas”, este es un nuevo llamado a repensar cómo estamos habitando nuestros territorios y cuál es nuestro papel en el cuidado de la Vida.
*Agradecemos al área de Prensa de Be.Pe. el aporte de los registros sonoros del evento.
Fuente: IDEP Salud ATE Argentina