Denuncian que desalojaron chacras para plantar maíz transgénico en San Pedro
Colonos del paraje Yateí fueron obligados a dejar las tierras que ocupan hace más de diez años. Indicaron que en la zona se avanza con las plantaciones que impulsa el Gobierno nacional junto a MAIZAR.
Los campos son rapiñados con topadoras y quemados para plantar maíz transgénico.
Colonos del paraje Yateí, ubicado entre San Pedro y el límite con San Vicente, denunciaron que se está llevando adelante el desalojo de familias que residen desde hace más de 10 años en la zona con la intención de avanzar con el cultivo de maíz transgénico.
Son cerca de 20 familias las que habrían recibido presiones y amenazas por parte de funcionarios municipales y provinciales con el objetivo de que entreguen las tierras a un “supuesto propietario”.
“Se trata de tierras que están ocupadas hace muchísimos años. En el 2015 empezaron a aparecer apoderados de un supuesto propietario pidiendo que los productores sean desalojados. En el 2017 hicimos una presentación ante la Cámara de Diputados para que no se desaloje a las familias y estos quedaron contemplados por la Ley (XII – N°28) que prohíbe los desalojos, pero hace unos días fuimos a la zona y nos encontramos con una situación desoladora”, contó a PRIMERA EDICIÓN el presidente del Movimiento Agrario Misionero (MAM), Salvador Torres.
“Encontramos a compañeros arriba de carros tirados por bueyes, con su mudanza, dejando el lugar y detrás de ellos las topadoras avanzando sobre las casas”, relató.
Agricultores fueron apretados para que abandonen sus chacras.
Advirtió además que pudieron evidenciar el desmonte de bosque nativo, de especies protegidas como la Araucaria, y la quema de los campos que serán destinados al cultivo de maíz transgénico impulsado por la Secretaría de Agroindustria de la Nación y la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR).
“Para nosotros fue terrible, nos juntamos con los colonos y nos contaron que apareció un propietario acompañado por el intendente de San Pedro (Miguel Dos Santos) y funcionarios provinciales de la Subsecretaría de Tierras, diciendo que si no aceptaban el dinero que se les ofrecía serían desalojados”, detalló.
Manifestó que tras esta situación, ocho familias decidieron dejar sus chacras, mientras que otras 12 permanecen en el lugar del conflicto.
“Están en la misma situación de apriete por parte de las autoridades, en función de que puedan dejar sus tierras al supuesto propietario. Les ofrecen hasta 18 mil pesos por hectárea, realmente un precio muy bajo con respecto a lo que vale una hectárea de tierra”, adujo.
Consecuencias
A todo esto, el titular del MAM señaló que “la principal preocupación ante el avance del cultivo de maíz transgénico es el uso de agroquímicos que conlleva. Nosotros como productores y organizaciones rurales estamos totalmente en desacuerdo con el cultivo de maíz transgénico en la provincia porque se utilizan grandes cantidades de agroquímicos”.
Y sostuvo que el programa que impulsa Nación pretende comenzar a explotar en Misiones unas 250 mil hectáreas de maíz transgénico, lo que significará “casi duplicar la cantidad de agroquímicos que hoy se están utilizando en la provincia”.
Sumado al desastre ecológico, Torres alertó el desastre social que implicará trasladar a las familias del medio rural al urbano sin ningún tipo de previsión.
“Para cultivar esa cantidad de maíz en la provincia tienen que migrar de 1.500 a 2000 familias del medio rural al medio urbano porque no hay un espacio libre de 200 mil hectáreas donde llevar adelante esa empresa, eso no existe en Misiones, todas las hectáreas están ocupadas”, señaló.
Lucha por la tierra
Las familias que residen en el paraje Yateí se dedican a la plantación de yerba mate, tabaco y a la cría de animales para el autoconsumo. Son de condición económica vulnerable y, a su vez, son marginadas ya que no cuentan con servicios básicos como luz, agua potable y caminos.
“Esta lucha contra el desalojo comenzó hace unos cinco años. Yo hace trece años vivo en la zona, tenemos tabaco, tenemos plantaciones de yerba de cinco años. No tenemos luz ni nada, necesitamos apoyo porque acá somos todos pobres y no sabemos dónde ir”, expresó a este Diario, Estela Opichanyy (40), agricultora de la zona.
Asimismo, se manifestó reacia a dejar las tierras. “No nos vamos a ir. Yo tengo cuatro hijos entre 19 y seis años. Necesitamos regularizar las tierras para vivir tranquilos y seguir produciendo porque estamos plantando, construyendo, tenemos casas, animales y galpones”, destacó.
En este contexto, reveló que el propietario de las tierras está llenando la zona con maíz transgénico.
“El que se quedó con los lotes, compró un campo con más de mil hectáreas. Dicen que también compró nuestros lotes, ellos rapiñan todo y ahora están plantando maíz, hasta las plantas nativas tumbaron con máquinas, amontonaron y quemaron todo. No hay ningún tipo de control en esto, ni político ni por parte de las fuerzas de seguridad”, sentenció.