Cuba, importancia en la agroecología mundial
La agroecología es la única manera de lograr que la producción agrícola sea compatible con el medio ambiente, según Peter Rosset, prestigioso especialista de Vía Campesina Internacional, que agrupa a organizaciones agrarias de 80 países.
Por Roberto Salomón*
En conversación con Prensa Latina en la más reciente de sus frecuentes visitas a Cuba, el jefe técnico de esa entidad, que representa 200 millones de familias campesinas en el orbe, consideró de impresionantes los logros de esta isla en la práctica de esa disciplina, para muchos una ciencia que intenta explicar el funcionamiento de los agrosistemas.
El término, estima Rosset, se refiere a principios- y no recetas-que guían la práctica agronómica y productiva para obtener alimentos sanos, sin agrotóxicos.
En la medida en que el sector cooperativo y campesino en Cuba se ha vuelto agroecológico, ha incrementado sustancialmente la producción, la cual abarca cerca del 70 por ciento de los frutos del campo en este país, argumentó el experto.
Cuba demuestra que mediante esa práctica se puede alcanzar la soberanía alimentaria en cualquier lugar fortaleciendo la agricultura campesina, cuya vocación principal es, precisamente, aportar alimentos para la población.
De campesino a campesino
A juicio del experto, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP)- que integra la organización internacional a la que pertenece- ha sido muy exitosa con el desarrollo del movimiento agroecológico de campesino a campesino, el cual es un faro que ilumina a muchas naciones, sostuvo.
En la agricultura mundial hay un conflicto entre dos modelos: el de las multinacionales, que promueven el gran monocultivo con agrotóxicos, de la agricultura industrial y de semillas tranasgénicas, y el agroecológico, el cual permite obtener alimentos sanos, a partir de la experiencia ancestral de generaciones del campo y ganar un salario digno, sin riesgos-como en aquel- de perder las tierras y quedar excluidos o arruinados.
El lineamiento 187 de la política económica y social cubana esté en plena sintonía con la práctica agroecológica, al postular la necesidad de desarrollar una agricultura sostenible en armonía con el medio ambiente, que propicie el uso eficiente de los recursos fito y zoogenéticos, incluyendo las semillas, las variedades y la disciplina tecnológica.
Al resumir el IV Encuentro Internacional sobre Agroecología y Cooperativismo, realizado recientemente en el Palacio de Convenciones, el presidente de la ANAP, Félix González, subrayó la importancia de la aplicación de políticas que propicien el desarrollo rural de forma sostenible.
El movimiento agroecológico cubano-dijo- avanza, ha resistido la prueba de más de 15 años, con resultados alentadores, pues decenas de miles de familias participan y se han sensibilizado, capacitado y preparado miles de promotores, técnicos y directivos para llevarlo adelante.
Trabajamos para que nuestros sistemas agrícolas reciban en cada ciclo productivo, el efecto positivo logrado en la conservación y enriquecimiento con las mejores prácticas de la agricultura campesina.
También por los principios y prácticas de sostenibilidad de la agricultura ecológica y por la introducción y empleo creciente de la metodología de campesino a campesino, que consigue su promoción de forma rápida, a fin de asegurar su desarrollo y permanencia en el tiempo.
En medio de la crisis económica que golpea el mundo e impacta con fuerza en el país, de la persistencia de fenómenos ambientales extremos, por encima de los efectos negativos del bloqueo económico de EE.UU. contra Cuba, el país ha logrado la diversificación de los cultivos y crianzas.
En opinión del jefe de la ANAP, esos factores adversos impusieron al país la necesidad de hacer de la agroecología, sus prácticas y principios, una plataforma de trabajo que la convirtió en una herramienta de ahorro y factor para lograr la producción agropecuaria con una menor dependencia de insumos externos.
Lo anterior rebasa los contenidos puramente técnicos y económicos al incluir acciones de sensibilización y movilización a escala de cada zona, territorio y nacionalmente, teniendo en cuenta factores sociales y cultuales, particularmente con el papel funcional y movilizador de las cooperativas de base.
Mientras que en muchos lugares del mundo se imponen a las masas campesinas medidas y acciones que pretenden obligarlos a desaparecer, en Cuba en los últimos 15 años más de 70 mil familias han recibido un millón y medio de hectáreas de tierra en usufructo gratuito, cantidad que prácticamente duplica el número de familia y la superficie en manos de los campesinos.
Todo esto acompañado de garantías de mercado para los productos, precios estimulantes, acceso a la técnica y a los recursos que ha dispuesto el país, además de las facilidades de crédito, seguros agropecuarios, entre otras oportunidades.
El movimiento agroecológico avanza en todo el mundo, al que se suman cada vez más organizaciones y familias campesinas para enfrentar, de forma unida, consciente y comprometida, los problemas del campo.
La ANAP, que cuenta con más de 350 mil asociados en la isla, busca reforzar hoy aún más este movimiento en lo interno, reconocido por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras organizaciones internacionales representadas aquí.
En ese sentido, refuerza la capacidad y estructura de los diversos actores del movimiento, revitaliza y afianza los componentes del método de campesino a campesino como herramienta para dinamizar la promoción agroecológica, mientras da mayor prioridad a la diversificación de los cultivos y crianzas, la conservación de suelos y el manejo agroecológico de plagas.
La agroecología, que tiene en la agricultura urbana cubana un formidable estandarte, brinda la posibilidad de una opción más eficiente de producir alimentos, tanto por unidad de área como por trabajador.
Además, no depende de insumos importados, costosos en divisas y tóxicos para el ser humano.
Relacionada con ella, el jueves 13 de febrero la FAO y el Programa Mundial de Alimentos realizarán un panel sobre Agricultura Familiar, el cual se llevará a cabo en el contexto de la Feria del Libro de La Habana.
*Periodista de la Redacción Económica de Prensa Latina
Fuente: Prensa Latina