Crisis climática y lucha por la conservación: los temas marinos que marcaron 2024

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Mongabay Latam centró buena parte de su cobertura de océanos en los impactos que la crisis climática está teniendo en los mares de América Latina. Ejemplo de ello es la completa cobertura sobre comunidades en cinco países de la región que están amenazadas de desaparecer por el aumento del nivel del mar. ¿Qué acciones se están tomando frente a la crisis?

Nuestro medio dio cuenta de distintas historias esperanzadoras en las que comunidades pesqueras y científicos de México están recuperando ecosistemas que son clave en la lucha contra el cambio climático.

También dimos seguimiento a distintos proyectos de ley que se encuentran en tramitación tanto en Perú como en Chile y que buscan modificar el sector pesquero de ambos países. En el caso de Perú, la atención de Mongabay Latam también estuvo puesta en la norma que busca regular el acceso de las embarcaciones extranjeras, principalmente chinas, a los puertos del país. También le seguimos la pista a los intentos de la industria pesquera peruana por lograr una autorización que le permita operar al interior de una de las reservas marinas más importantes, la Reserva Nacional de Paracas.

Una vez más el tráfico de tiburones fue uno de los principales temas abordados durante el año, sobre todo, dada la sanción que Ecuador recibió de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) y que le impide exportar tiburones de diversas especies.

Océanos sobrecalentados por la crisis climática

Junio de 2024 fue el mes más caluroso registrado en el mundo, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Además, de acuerdo con el informe de la OMM publicado en julio, la temperatura media global fue 1,5 °C superior a la de la era preindustrial durante 12 meses consecutivos. La información es alarmante puesto que por primera vez, aunque aún de manera temporal, el planeta supera el umbral establecido en el Acuerdo de París, que buscaba impedir que la temperatura global aumente por sobre 1,5 °C, con respecto a los niveles que había antes de que iniciara la revolución industrial. No superar esa brecha es fundamental para evitar que los impactos de la crisis climática se intensifiquen aún más y la Tierra continúe siendo el lugar que conocemos y habitamos.

En consecuencia, las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar también alcanzaron máximos históricos.  Hacia finales de 2023, más del 90 % de los océanos en el mundo había experimentado olas de calor, lo que dañó ecosistemas y sistemas de alimentación vitales, asegura la OMM. Además, el conjunto mundial de glaciares de referencia sufrió la mayor pérdida de hielo jamás registrada desde 1950. La extensión del hielo marino antártico fue, con creces, la más baja de la que se tiene constancia. El nivel medio del mar a escala mundial alcanzó un máximo histórico en los registros satelitales desde 1993,  situación que ya desplaza a miles de personas en América Latina. 

En Panamá, unas 300 familias de la etnia guna dejaron sus chozas en la isla caribeña de Cartí Sugdup  para mudarse a tierra firme, debido al incremento del nivel del mar. En México y Colombia, la erosión costera también ha empujado a familias enteras lejos de sus hogares.

Obras de infraestructura que han provocado sinergia con el aumento del nivel del mar. Foto: Jorge Ramírez Portela

Importantes reformas legislativas se discuten en Chile y Perú

A lo largo del año, Mongabay Latam informó sobre los distintos proyectos de ley que están siendo discutidos, tanto en Chile como en Perú, para regular la actividad pesquera. Se trata de decisiones importantes dado la sobreexplotación en la que se encuentran numerosos recursos.

En Chile, por ejemplo, el 53 % de las pesquerías está en riesgo según un  reporte de la Subsecretaría de Pesca. Estos datos, sumados a la actual crisis ambiental, generan un futuro incierto para la pesca en el país. Crear un marco normativo que permita la recuperación de los recursos es fundamental. Sin embargo, economistas y expertos en asuntos pesqueros advierten que los cambios que están siendo actualmente discutidos son superficiales y que  mantienen el status quo en la manera en la que se han venido extrayendo los recursos marinos en el país.

El asunto es clave y por ello Mongabay Latam investigó  el caso de la merluza  au stral. En esta pesquería, una indicación ingresada a la actual ley de pesca creó un mecanismo que está acabando con los pescadores artesanales del sur del país que se dedican a la extracción de este recurso.

En Perú, distintos procesos legislativos han generado controversia. Por ejemplo, aunque el reglamento a la ley de pesca ancestral y artesanal fue finalmente publicado,  no resuelve algunos asuntos importantes que son antiguas demandas de los pescadores artesanales. Uno de ellos es la protección de las primeras cinco millas del mar peruano. Aunque quedó establecido que ese espacio es exclusivo para la pesca artesanal, dado que las embarcaciones mecanizadas generan daños en el ecosistema, no se estableció la obligatoriedad del uso de sistema de seguimiento satelital, lo que impide que se pueda aplicar la fiscalización necesaria para hacer cumplir la ley.

Por otra parte, el ingreso de embarcaciones chinas a los puertos peruanos sigue siendo motivo de debate. El gobierno de Perú publicó un decreto supremo que endurece el monitoreo de barcos extranjeros que ingresen al mar peruano y que utilicen sus puertos. La medida llega luego de duras críticas por parte de pescadores y expertos al permitir que los barcos de bandera china sigan utilizando los puertos peruanos aún cuando no han instalado el sistema satelital que exige la norma. Especialistas advierten, sin embargo, que el decreto supremo deja abiertas nuevas ventanas para que las naves extranjeras sigan evadiendo la ley.

Aspiraciones de la pesca industrial preocupan a pescadores y científicos en Perú

El sector pesquero industrial de Perú dio de qué hablar durante todo el año debido a sus pretensiones de operar al interior de una de las áreas protegidas costero-marinas más emblemáticas del país. La Reserva Nacional de Paracas, con sus 335 000 hectáreas protege la vida de más de 200 especies de aves residentes y migratorias, así como mamíferos, reptiles y peces. De acuerdo con científicos y pescadores, la pesca industrial iría en desmedro de muchas poblaciones de animales, particularmente de aves.

La solicitud de la Sociedad Nacional de Pesquerías (SNP) —que reúne a empresas de extracción de recursos pesqueros, principalmente anchovetas para la producción de harina y aceite de pescado— se basa en supuestos derechos de pesca que, según dice, le habrían sido otorgados antes de la creación de la reserva.

El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernanp) rechazó la solicitud, por lo que la SNP mantiene una demanda en el Poder Judicial y una solicitud de procedimiento administrativo en el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) para que se le permita pescar al interior de la Reserva Nacional de Paracas.

Las controversias en torno a la SNP también se deben a que el gremio presentó una denuncia contra el Estado peruano para que la talla mínima de la anchoveta se considere una barrera burocrática ilegal y/o carente de razonabilidad. Según expertos, la pesca de individuos juveniles por debajo de la talla mínima podría ocasionar problemas en la reproducción de la especie y por consiguiente cambios en la población.

El tráfico de tiburones y los esfuerzos por conservarlos

Los tiburones están entre los  animales marinos más amenazados del mundo. En total, son 316 las especies en peligro de extinción. El comercio de aletas, que mueve 500 millones de dólares al año, es una de las principales amenazas. El  comercio internacional de carne y aceite de hígado también impacta a las poblaciones. Es por eso que todos los años Mongabay Latam pone especial atención en lo que pasa con estos animales.

Esta vez, la principal noticia que marcó el año fue  la sanción a Ecuador impuesta por la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).

Ecuador pasó a estar en la lista de países a los que no se les puede comprar tiburones y rayas protegidos por la CITES. Esto ocurrió después de que el Comité Permanente de la Convención descartó la documentación presentada por las autoridades ecuatorianas, en respuesta a las recomendaciones de correctivos que se les había solicitado para garantizar una pesca sostenible de tiburones.

Cabe recordar que la Convención encontró una serie de irregularidades en la comercialización de estos animales, principalmente discrepancias en las cifras de exportación e importación de aletas reportadas por Ecuador y Perú.

Abogados expertos en medio ambiente calificaron la sanción como una noticia “sin precedentes” que afecta al país no sólo en temas ambientales, sino también en temas diplomáticos y comerciales.

Tiburones muertos en las costas ecuatorianas. Foto: Alex Hearn.

Esfuerzos exitosos de conservación en México

La cobertura de los océanos mexicanos estuvo centrada durante 2024 en las historias esperanzadoras. A lo largo de las costas del país, comunidades pesqueras y científicos emprenden exitosos proyectos para recuperar ecosistemas marinos y poblaciones de animales amenazados por la crisis climática, por la pesca ilegal o la pérdida de hábitat.

Ejemplo de ello es la historia de Bruno y Hope, dos albatros de patas negras que regresaron en febrero de 2024 a la isla Guadalupe, para nidificar allí por primera vez y establecer una nueva población. El evento es la etapa cúlmine de un proyecto que busca recuperar las poblaciones de estas aves en la isla, a través de un innovador sistema en el que albatros de la especie Laysan (Phoebastria immutabilis) adoptan polluelos de otra especie de albatros, los de patas negras (Phoebastria nigripes), que se encuentran en peligro de morir ahogados en Hawái.

Los esfuerzos de conservación también provienen de las comunidades pesqueras. En la isla Natividad, por ejemplo, ubicada en Baja California Sur, se fundó un grupo conocido como las Sirenas de Natividad, mujeres dedicadas al buceo científico y comunitario. El equipo está integrado por mujeres amas de casa, esposas e hijas de pescadores que se dedican a monitorear los recursos pesqueros y las reservas marinas voluntarias que los pescadores han establecido en un trabajo de conservación que lleva más de 20 años desarrollándose con éxito.

En Celestún, Yucatán, los pescadores locales también se han capacitado para vigilar de la pesca furtiva una Zona de Refugio Pesquero que nació en 2019 para recuperar el pepino de mar y otras especies como el mero rojo (Epinephelus morio), el pulpo rojo (Octopus maya) y la langosta del Caribe (Panulirus argus). La participación de las mujeres ha sido clave en el proceso, pues son ellas quienes lideran los trabajos de monitoreo comunitario y científico en la zona.

Fuente: Mongabay

Temas: Crisis climática, Pesca

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