Continúa el statu quo en las negociaciones en Bonn

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"Hasta el momento, el panorama no es positivo, ni para los pueblos y ni para la Madre Tierra, ya que se mantiene el statuo quo y el vicio de no avanzar en acciones concretas para reducir la contaminación del planeta."

(Nota de prensa. Fundación Solón. 15 de junio de 2011). Desde el pasado 6 de junio se está desarrollando la segunda ronda de negociaciones en Bonn – Alemania, el marco de la Conferencia Marco de las Naciones Unidas (UNFCC en ingles) rumbo a la COP 17, prevista para fin de año en Durban - Sudáfrica.

 

Hasta el momento, el panorama no es positivo, ni para los pueblos y ni para la Madre Tierra, ya que se mantiene el statuo quo y el vicio de no avanzar en acciones concretas para reducir la contaminación del planeta. Las discusiones se están concentrando en aspectos formales y no así en la cuestión de fondo. Los países desarrollados siguen moviéndose en el escenario de “Negocios como de costumbre” (Bussiness as usual) con la finalidad de no afectar sus economías. A continuación, algunos puntos que reflejan esta situación.

 

Protocolo de Kyoto

 

Los resultados de Copenhague y Cancún demuestran que existe la intención de desmantelar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, cuyo instrumento legal es el Protocolo de Kyoto (PK), que fue forjado para reducir las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2) y estabilizar la temperatura para la habitabilidad en el planeta. El primer periodo del PK culmina el 2012, y requiere de una ampliación para continuar con estos objetivos.

 

Los países desarrollados están desconociendo todo el proceso de estas negociaciones, los logros obtenidos como la deuda histórica de las emisiones, e incluso, las responsabilidades comunes pero diferenciadas. Algunos países, como Japón, Canadá y Rusia, platearon públicamente que no apoyarán la renovación del segundo periodo de compromisos del protocolo. Lo peor de este retraso es que como se trata de una decisión multilateral requerirá de procedimientos formales para su entrada en vigor, como la aprobación parlamentaria en cada país, lo que retrasará aun más su implementación, y lo que menos se tiene ahora es tiempo para perderlo.

 

El equipo negociador boliviano reveló, en base a datos de UNEP (Instituto Medioambiental de Estocolmo), que existe una brecha de 12 - 14 Gigatoneladas entre las recomendaciones de la ciencia para no sobrepasar los 2ºC y los niveles actuales de emisión de Dióxido de Carbono (CO2). Según estos datos, las emisiones mundiales llegaron a alrededor de 48 gigatoneladas el 2009 y se calcula que para el 2020 la cantidad de CO2 en la atmósfera no debe sobrepasar 44 gigatoneladas si el objetivo es no sobrepasar los 2 ºC, es decir, ya existe una brecha de 5 Gigatoneladas. Pero si se sigue el camino de “negocios como de costumbre”, como se ha estado haciendo hasta ahora, es decir, sin acciones concretas para la reducción de la contaminación en cada país, especialmente en los más desarrollados, las emisiones de CO2 podrían llegar a 56 gigatoneladas el 2020, provocando una brecha de 12 - 14 gigatoneladas, con lo que se sobrepasarían los 4ºC.

 

Además, se denunció que los países en desarrollo son los que realizan una mayor reducción de emisiones de CO2. Por ejemplo, en el caso de que los países desarrollados reduzcan 3 gigatoneladas para el 2020, 1 gigatonelada provendría de los mecanismos offsets (Mecanismos de Desarrollo Limpio – MDL, Mercados de carbono, REDD), es decir, de los países en vías de desarrollo, por lo que en realidad los países desarrollados solo reducirían 2 gigatoneladas, y los países en vías de desarrollo alcanzarían las 3.6.

 

El equipo negociador boliviano propuso concentrar el debate en acordar la forma de disminuir la brecha que existe actualmente para alcanzar mínimanente los 2 ºC, de lo contrario millones de personas de varias regiones del mundo, como los glaciares andinos, las pequeñas islas y los países africanos, estarán condenadas a migrar de sus territorios en la próxima década.

 

Fondo Verde del Clima

 

Aunque se cuenta con la promesa de “movilizar” recursos económicos para los países afectados por los efectos del cambio climático, hasta ahora no se ha concretado. Recordemos que en Cancún en diciembre de 2010, los países desarrollados acordaron “movilizar”$ 100 mil millones anuales en 2020 a los países en desarrollo para mitigar el cambio climático. Para enfrentar la falta de recursos económicos, Bolivia está proponiendo la creación de un impuesto a las transacciones financieras internacionales que vaya a un fondo global independiente para atender las emergencias climáticas.

 

Varias organizaciones sociales y activistas denunciaron la presencia del Banco Mundial en este fondo por considerarlo parte del problema y no de la solución debido al conflicto de intereses que tiene con respecto a la calidad tanto del administrador provisional de la Fondo Verde Climático (función fiduciaria) y en la Unidad de Apoyo Técnico de diseño (la función de consultoría).

 

Mercantilización de los bosques

 

Los movimientos presentes en Bonn están denunciando los intereses de los países desarrollados en concretar REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) como un mecanismo de mercado de carbono y como compensación de sus emisiones. Además, se informo que se esta proponiendo que el dinero disponible para los bosques se invierta en “preparar las condiciones para un futuro mercado de carbono y bosques”, como por ejemplo, medir la cantidad de oxigeno que pueden almacenar.

 

Desde la delegación boliviana se plantea que esos recursos económicos se deben invertir en la preservación de los bosques y en enfrentar problemas como los incendios forestales, que en Bolivia, por ejemplo, se devoran 350mil hectáreas de bosque cada año y exigió que no solo se piense en los réditos económicos que nos darán en el futuro. Además reclama una discusión integral sobre los bosques, ya que no se trata solo de la cantidad de emisiones de CO2 que almacena, sino también de su importancia para los sistemas y ecosistemas del Planeta Tierra.

 

La lucha por la justicia climática

 

En Bonn no solo se están negociando cifras duras en papeles, se está decidiendo sobre el futuro de la humanidad. Además de jugar con el futuro y perder el tiempo cuando se necesitan soluciones urgentes, la mayoría de las delegaciones de los países desarrollados se dan el lujo de inventar nuevas formas de seguir mercantilizando la naturaleza con la finalidad de mantener la comodidad del statu quo y sus “negocios como de costumbre”. Los movimientos sociales presentes en esta reunión están expresando las voces de justicia climática y respeto a los derechos de la Madre Tierra. Es necesario que este debate, algunas veces muy técnico, sea apropiado por la gran mayoría de la sociedad con la finalidad de ejercer presión desde nuestros países. Contamos con la solidaridad entre los pueblos para presionar por la toma de decisiones justas que conduzcan a la humanidad a un cambio radical en la forma en que se ha desarrollado para mantener la habitabilidad en nuestro planeta.

Temas: Crisis climática

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