Comunidad maya «está muriendo» a causa de Monsanto, denuncia activista

Idioma Español
País México

La Península de Yucatán es invadida por megaproyectos, “no importa si es tren, granja o parque eólico, cambian la vida de los pueblos indígenas” y hoy la comunidad maya de Holpechén experimenta una embestida en contra de sus cultivos de abeja melipona, contaminación del agua y muerte de sus pobladores por enfermedades asociadas a los pesticidas.

“Somos rociados todos los días con un coctel de veneno que la empresa Monsanto realiza desde avionetas para fumigar sus plantaciones de soya transgénica, enfermando a la población, matando cultivos de abejas y gente” -denunció Leydy Araceli Pech Martín, representante de las comunidades mayas para la defensa de su territorio ante la invasión de megaproyectos agrícolas.

Al participar en el Congreso Internacional de Medio Ambiente y Derechos Humanos que organizó la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aseguró que el pueblo maya “está muriendo” ante la indiferencia de las autoridades y el crecimiento de los proyectos económicos.

Recordó que desde el año 2012 cambió la vida de los pobladores de Holpechén debido a las actividades de las grandes empresas y ahora son ignorados sus problemas de salud, agua, deforestación.

“Hoy no es competencia de nadie y los pueblos indígenas estamos siendo vulnerados y despojados de nuestros territorios”, enfatizó.

Pech Martín afirmó que sin embargo no se han quedado de brazos cruzados, denunciaron la situación y en 2015 creyeron haber sido escuchados ya que la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó un proceso de consulta y que no se podría sembrar soya hasta después de los resultados.

“Creímos en ese momento que íbamos a poder dialogar y resolver nuestros problemas asociados a la siembra de la soya transgénica” porque si bien el producto no mata a nadie su cultivo si causa daños, sostuvo y aclaró que la actividad nunca paró, se siguió sembrando con más intensidad.

Ahora Holpechén es el municipio a nivel nacional con un foco rojo y la comunidad ha exigido la presencia de las instituciones responsables, pero “nadie se quiere hacer cargo”, puntualizó la indígena maya.

Así que ahora los indígenas mejor enseñan a los niños a esconderse cuando pasan las avionetas regando sus pesticidas porque ya saben que “la avioneta los va a matar”.

Esto sucede día y noche, “están matando a nuestras abejas. Vamos a terminar viéndolas solo en libros y en fotos porque no se mide la importancia que tiene la abeja en la producción de alimentos” –dijo Leydy Pech.

En la comunidad son 100 apicultores contra una sola empresa, “pero vale más el empresario que la actividad de 100 familias que viven del cultivo de las abejas meliponas”, aseveró.

El poblado maya considera esas tierras su patrimonio porque ahí están sus abejas, sus plantas medicinales, su casa “y mi cultura dice que si yo tengo maíz y tengo mi milpa no necesito dinero porque tengo para vivir. Esa es nuestra forma de ver la vida”, puntualizó.

Lamentó sin embargo que todos se están enfermando, ya que en los últimos años ha aumentado el número de personas que mueren de cáncer y sólo en Holpechén murieron cuatro por cáncer en un mes, “eso no sucedía antes”.

Los pobladores están preocupados, pero deben tener cuidado al denunciarlo porque son criminalizados, afirmó Leydy al revelar que incluso a ella misma la han amenazado las empresas soyeras. Aun así, insistió en que su lucha vale la pena, porque es lucha de vida y la justicia tiene que llegar en cuanto todos asuman su responsabilidad.

Fuente: Cancún Activo

Temas: Agrotóxicos, Biodiversidad, Corporaciones

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