Colombia: el mundo es ancho y ajeno

Idioma Español
País Colombia

Dicen los mayores que un indio sin tierra no es indio. Dice la historia que de La Gaitana a Quintín Lame los indígenas hemos tenido que pelear por nuestros derechos. Dicen los espíritus que la fortaleza está en la acción soportada en la prudente palabra. Dicen los hechos que aquí y allá nos siguen violentando, despojando e incumpliendo por eso, los Pueblos Indígenas del Cauca, las Naciones Originarias de Colombia, no cejamos en nuestra meta de liberar a la madre tierra.

Liberarla de aquellos que dicen ser sus dueños sin saber siquiera que la tierra no le pertenece a nadie, se pertenece a si misma.

A nosotros nos fue encomendada la tarea de cuidarla, es así como respondiendo a la directriz del Consejo Regional Indígena del Cauca, los Nasa enarbolamos los bordones de mando y caminamos decidimos a liberar a la Madre Tierra que debe retornar a sus guardianes originales. Este mandato del CRIC fue reafirmado en el recién instalado Parlamento Indígena Popular que insta no solo a las comunidades indígenas sino a todas en general a que caminemos en pos del mismo propósito, tal como viene ocurriendo con los resguardos de Munchique Los Tigres, Quizgá, Jevalá y Polindorá, Paleterá, Huellas, Poblazón, así como en Pitalito y San José de Itsnos.

El Cabildo Indígena de Cerro Tijeras siente el vibrar de la tierra y por eso estamos liberando también las fincas La Carolina y El Canadá (municipio de Suárez) que fueron adquiridas en condiciones bastante ventajosas por parte de la empresa Cartón de Colombia, que con dinero en mano viene comprando tierras por doquier y desplazando a familias y comunidades enteras, a la usanza de los terratenientes. Por eso estamos aquí, dispuestos a permanecer en las tierras que años atrás producían comida para muchas familias. Al igual que ella, otras tantas empresas hacen lo propio movidas por la fiebre minera que está sumiendo en la miseria infinita a las poblaciones.

Ante el incumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno nacional para con los indígenas, las acciones de hecho son nuestra única salida. Desde ya le exigimos al gobierno y a las fuerzas militares y de policía que no recurran a su peligrosa y baja estrategia de estigmatización y señalamientos. Desde ya les decimos que efectivamente nuestras comunidades están infiltradas: por justas razones, por valerosas mujeres, por la sangre derramada por otros tantos en iguales luchas, por los niños que desde pequeños aprenden a pelear, por los espíritus del bosque que saben de nuestro sufrir, por los médicos tradicionales que no paran de mambear, por las y los mayores que nos han marcado el camino, por los jóvenes que quieren poder ser en la tierra que los vio nacer.

Todos somos indios. Esta pelea no es tan solo por nosotros. A cada cual nos han despojado o lo están haciendo de nuestros más preciados bienes. Es hora de que nos levantemos hasta recuperar lo hurtado, debemos romper el miedo.

Altamira, Noviembre 25 de 2007

moc.liamg@sarejitorrecodlibac

Comentarios