Colombia: Regresa nuevamente la protesta campesina contra el neoliberalismo santista
Acompañamos la justa movilización campesina y agraria contra la política neoliberal del gobierno del señor Santos, quien pretende imponer a las malas, como en los últimos 60 años, su régimen oligárquico y violento a la mayoría de los colombianos. Grandes movilizaciones se darán mañana de los pequeños y medianos caficultores en Armenia; de los paperos en Boyaca; y de los lecheros de la Serrania de Perija, en Bosconia y Valledupar. Santos traerá mas ruina a 12 millones de campesinos con sus estrategias agroindustriales.
No obstante que el nefasto modelo neoliberal ha fracasado en el mundo, como consecuencia de la crisis bancaria del 2008 y del fiasco de las guerras gringas en Irak y Afganistán, en Colombia tal sistema sigue vivito y coleando, gracias al recién aprobado Plan de Desarrollo de Santos “Todos por un nuevo país” (2014-2018) en el que se recoge integro el recetario de la OCDE para ampliar las privatizaciones y fortalecer la oferta y la demanda como ley principal del mercado. El jefe de la Casa de Nariño habla de paz y dice ser partidario de la terminación del conflicto social y armado, sin embargo declara la guerra social contra los campesinos y millones de personas sumidas en la pobreza y exclusión.
Los quiere someter a las malas, como han pretendido en los últimos 60 años.
Todas las medidas oficiales en materia agraria aprobadas recientemente por el Estado representan un duro golpe a la población agraria lo que ha provocado la reacción de ésta que a partir de mañana lunes 22 de junio emprenderá grandes acciones de masas para exigir la solución de sus delicados problemas.
Diferentes grupos de campesinos adelantarán actos de inconformidad contra el gobierno del señor Santos, pues señalan que han sido ignorados por las entidades gubernamentales y se han incumplido los acuerdos que se pactaron al finalizar los paros del año 2013, con las dignidades agrarias y los campesinos del Catatumbo.
En las manifestaciones participaran productores de café, arroz, leche y papa, duramente golpeados por las políticas del santismo neoliberal.
Las concentraciones campesinas se llevaran a cabo en Armenia, la capital del departamento del Quindío, que forma parte de la región del Eje Cafetero; en Tunja, capital del histórico departamento de Boyacá y en el municipio de Bosconia, en el Cesar (Costa Caribe).
Los cafeteros reclaman al Gobierno por los altos costos de los fertilizantes, piden subsidios para el grano y mejor trato de la banca, así como un Fondo cafetero que permita estabilizar los precios, entre otros.
Unas 600.000 familias del país devengan su sustento diario de la caficultura y en la actualidad es un sector, como otros, abandonado por el Gobierno y estigmatizado por la corrupta y clientelar burocracia del Ministerio de agricultura.
Los lecheros protestan por la masiva importación del producto, sobre todo luego de la firma de varios tratados de libre comercio.
Los cultivadores de papa reclaman por los altos costos de los insumos, el bajo precio que les pagan por el producto, el escaso margen de ganancia y la sobreoferta.
Según el gremio, hay abundante producción porque los cultivos de maíz, trigo y cebada, que serían una herramienta para diversificar, no han tenido continuidad y porque se siguen importando en grandes cantidades esos productos en detrimento de su sector.
Por su lado, los arroceros y los paneleros dicen estar asfixiados por las importaciones autorizadas a los políticos santistas por el Ministro de Agricultura, un reconocido gamonal caucano.
El Gobierno de Santos quiere acabar con el agro. Sus políticas no apoyan al campesinado y en general al agro, el sector más golpeado por la falta de iniciativas que lo ayuden y por el libre mercado neoliberal.
Mientras siga esta situación de incertidumbre, mientras siga un precio de venta por debajo de los costos de producción del café, va a ser muy difícil para ellos conservar un ingreso que les permita no sólo sostener sus cafetales con las técnicas necesarias, sino que va a ser imposible tener un ingreso para sostener a sus familias. Los medianos y pequeños cafeteros le han dicho al gobierno que es necesario tener un Fondo de estabilización de precios que se alimente con un recurso del Gobierno Nacional y con otro que se puede prever desde la contribución cafetera, aumentando incluso el aporte a partir de determinado precio de venta en el extranjero para poderse sostener. En las condiciones actuales hay semanas en que no se recogen ni los costos de producción y otras en las que llega a un punto de equilibrio pero son pocas las que gana.
Además los incumplimientos del Gobierno Nacional, como en todo, han sido, respecto de bajar las deudas superiores a los 20 millones de pesos, que se comprometieron a aliviar y después de un año apenas se está reglamentando una ley para dar alivio a los productores con ese tipo de deudas, la ley la aprobaron hace más de un año. En deudas de menos de $20 millones el Gobierno hizo reglamentaciones arbitrarias que dejaron a muchos cafeteros sin beneficios. Pero además no cumplió con las 20.000 toneladas de fertilizantes frente a las que ha hecho tanta bulla el Ministro de Agricultura, cuando se hacen las cuentas, no termina siendo significativa la rebaja y hay negativos comentarios acerca de la calidad del producto que se importo por la corrupción que las contamina.
Al tiempo de la manifestación de Armenia, habrá una caravana de productores lecheros y cafeteros de la serranía del Perijá y de la Sierra Nevada en Bosconia y en Tunja productores de leche se unirán a la manifestación. Anunciaron además que habrá una más grande en la tercera semana de julio.
Nota. Crece en los 7 departamentos de la Costa Caribe la protesta popular y el movimiento social contra los cortes y apagones de Eletricaribe, un pulpo español que hace lo que le da la gana con este servicio en la región. Eletricaribe y sus servicios son hoy una pesadilla cuyos autores son el Estado y la Empresa. Se originó con la horrible herencia de abusos de los gamonales costeños y la cultura clientelista del no pago que ellos apoyaban a cambio de votos. Le sigue la soberbia e ineptitud de esta empresa española que continua haciendo lo que le conviene; y claramente, la incapacidad e irresponsabilidad de la Superintendencia de Servicios Públicos que opera como subordinada a Gas Natural Fenosa. Se suman las autoridades locales, que dejaron llegar el problema a actual nivel, y los ministros, que siempre prometen y prometen, y mientras tanto, no le exigen a esta empresa que tienen mucho que explicar.
Fuente: Rebelión