Coexistencia entre los modelos de agricultura es una ilusión

Idioma Español

La coexistencia no es posible entre los modelos de agricultura “convencionales” (que utilizan agrotóxicos y/o transgénicos), y la agricultura orgánica.

Un articulo extracto del periódico brasileño Revista do Brasil del fin de año pasado añade un nuevo elemento a la idea de que la coexistencia no es posible entre los modelos de agricultura “convencionales” (que utilizan agrotóxicos y/o transgénicos), y la agricultura orgánica.

En Capanema, pueblo brasilero cerca de la región de Paraná, a 20 km de Argentina, los productores orgánicos se organizaron en una cooperativa que se desarrolla desde hace más de 10 años, modelo económico basado en el comercio justo, que permite la estabilización de la situación económica de los pequeños productores, a través de contratos con la red Gebana, con sede en Suiza. Así Capanema se ha convertido en el foco principal de la agricultura orgánica en Brasil con sus 250 granjas familiares, tomando en cuenta principios sociales y ambientales en su producción.

En 2010, los agricultores de esta región casi perdieron todo. En esta época se desarrolló alrededor de la explotación de Capanema, producciones de alto rendimiento que utilizan un paquete importante de agrotóxicos. En ese entonces los agricultores de Capanema descubrieron que una parte importante de sus productos tenían una dosis de elementos tóxicos más alto que la dosis máxima para ser vendidos como orgánicos a la Unión Europea.

Contrataron una empresa alemana para analizar la causa de este cambio dramático. Y estos dieron como resultado residuos del insecticida endosulfán. Este producto altamente tóxico (que fue prohibido en Uruguay el año pasado) ya no puede ser importado en Brasil pero si utilizado hasta 2013.

Los productores de Capanema, lograron disminuir la dosis de agrotóxicos presente en sus cultivos. Sin embargo, el problema sigue siendo el mismo; la coexistencia entre los dos modelos de producción no es viable ya que resulta en la contaminación de los cultivos orgánicos.

Lamentablemente no solo la contaminación por agrotóxicos, sino que también la contaminación de cultivos transgénicos a los no transgénicos.

En un informe de 2011 una red de organizaciones de distintas partes del mundo en el libro – The GMO Emperor Has No Clothes – da a conocer casos recientes de contaminación por cultivos transgénicos, entre los países contaminados se encuentra Canadá, Inglaterra, Australia, EE.UU y México. Este último el más preocupante, ya que la contaminación ha sido en el maíz, y México es centro de origen del maíz. Bien puede afirmarse que parte de la herencia cultural de la humanidad ha sido destruida.

La imposibilidad de la coexistencia entre cultivos no es solo un tema económico, sino político. Confrontarse al hecho de que un modelo de producción está destruyendo, o fuertemente modificando al otro, es tomar una decisión al cual se elige. Dejar la situación empeorarse, es abandonar los productores de Capanema o de cualquier otro lugar del mundo donde existe la esperanza de un modelo económico, social y político diferente.

En Uruguay, productores orgánicos y convencionales se ven amenazados no solo por la contaminación de los agrotóxicos o la quema de los cultivos por los herbicidas, también están amenazados a que el maíz criollo que han conservados por generaciones, sea contaminado por el transgénico.

La producción orgánica es posible pero la coexistencia no, esta ha sido demostrada una y otra vez y los productores de Copanema lo afirman nuevamente.

RAPAL Uruguay
Enero 2012

Artículo basado en: Courrier

Fuente: RAPAL - Uruguay

Temas: Agroecología, Agronegocio

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