Codex : unos pocos países, contra el derecho de todos

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Comité del Codex Alimentarius una vez más sin avances sobre etiquetado de alimentos transgénicos. El trabajo para elaborar una norma sobre etiquetado de alimentos transgénicos comenzó en 1991, ¡hace ya 14 años!

Durante una reunión celebrada en Malasia, entre el 9 y el 13 de mayo pasado, el comité de Codex que aborda los temas de etiquetado de alimentos volvió a retrasar, una vez más, cualquier norma sobre el etiquetado de alimentos producidos por biotecnología. A pesar del amplio respaldo a que se etiqueten los alimentos GM, la conclusión de la reunión fue diferir la decisión. Las discusiones continuarán durante el año, pese a los pocos avances realizados en esta reunión. El trabajo para elaborar una norma sobre etiquetado de alimentos transgénicos comenzó en 1991, ¡hace ya 14 años!

A pesar de la amplia mayoría de delegaciones gubernamentales que se manifestaron a favor de la creación de la norma sobre rotulado de alimentos transgénicos (30 países en 55 presentes), la oposición de Estados Unidos, respaldado por México, Argentina, Paraguay, y Filipinas, frenó el avance de las discusiones sobre la norma, ya que estos últimos querían quitar el tema de la agenda de Codex. Paradójicamente, Australia y Tailandia, países que tienen normas de rotulado obligatorio en sus países, se expresaron en contra de la existencia de la norma. Los restantes países presentes no tomaron posición pública sobre el tema, en varios casos debido a la falta de consenso al interior de sus países sobre este tema (el informe sobre la reunión, y los integrantes de las delegaciones participantes, puede encontrarse aquí).

El Codex Alimentarius es un organismo creado en 1963 por FAO y la OMS, que desarrolla normas y directrices sobre alimentos. Los principios con los que trabaja son la protección de los consumidores y las prácticas equitativas en el comercio de alimentos.

Una fuerte delegación del movimiento internacional de consumidores - Consumers International (CI) (con 12 delegados provenientes de todos los continentes) trabajó duramente para solicitar el apoyo de los gobiernos a una norma o directriz internacional que protegería a los países que etiquetan los alimentos transgénicos, de una disputa ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y orientaría a los países en vías de desarrollo que desean legislar entorno al etiquetado. Los derechos de los consumidores a la seguridad, a la información, y a un ambiente sano y sostenible están amenazados por la actual comercialización de alimentos transgénicos.

El intento de Estados Unidos de eliminar la elaboración de la norma, con el apoyo de algunos países, fundamentalmente latinoamericanos, se presume la antesala para que este país demande ante la OMC a los países que reconocen el derecho de los consumidores a estar informados sobre el carácter transgénico de un alimento.

La delegación de CI expresó la profunda decepción del movimiento internacional de consumidores, por los resultados de esta discusión, en torno a la cual se está realizando una intensa campaña a nivel mundial. En opinión de Consumers Internacional, los intereses de las empresas biotecnológicas y unos pocos países productores de transgénicos están impidiendo el reconocimiento de los derechos de los consumidores. Hoy, 40 países alrededor del mundo, que cuentan en conjunto con el 30% de la población mundial, tienen normas de etiquetado obligatorio de alimentos producidos por biotecnología.

David Cuming, director de la campaña sobre alimentos transgénicos de Consumers International, señaló que las organizaciones de consumidores miembros de CI seguirán haciendo esfuerzos significativos en todo el mundo, tratando de influir a los países para que apoyen el etiquetado de los transgénicos. “En este sentido, hemos escuchado el apoyo masivo al etiquetado de los alimentos transgénicos de naciones que antes no lo habían dado. Estados Unidos y otros países no pudieron evitar el debate sobre el tema, y estamos optimistas porque ahora más naciones entienden la importancia del etiquetado para asegurar la información del consumidor. El derecho de los consumidores a saber debe ser apoyado.”

Países con etiquetado obligatorio de alimentos transgénicos: Australia, Brasil, China, Japón, Rusia y la Unión Europea.

Países que intentaron cerrar las discusiones sobre las directrices para etiquetar alimentos transgénicos en el Codex : Estados Unidos, México, Argentina, Paraguay, Filipinas.

Países con etiquetado de alimentos transgénicos que hablaron contra las directrices del Codex para esos alimentos:Australia y Tailandia.

Países que apoyaron el debate sobre el etiquetado de alimentos transgénicos en el Codex: Unión Europea (UE): Austria, Irlanda, Finlandia, Alemania, Italia, Grecia, España, Reino Unido, Polonia, Bélgica, Francia, Dinamarca, Suecia, Hungría y los Países Bajos.

Otros países que dieron su apoyo al debate: Japón, Brasil, Malasia, India, Kenia, Indonesia, Suiza, Noruega, Nueva Zelanda, Túnez, Senegal, Suazilandia, Panamá, Turquía y Ghana.

Seminario sobre “La visión de los consumidores sobre el etiquetado de alimentos transgénicos”

Un día antes del comienzo de la reunión, Consumers Internacional realizó un evento para informar a las delegaciones participantes sobre la opinión del movimiento internacional de consumidores en relación con los alimentos trangénicos y su etiquetado.

Los “problemas con los transgénicos en los países en vías de desarrollo se traducen en que los derechos de propiedad intelectual dan poder y control a las multinacionales”, dijo hoy Samuel Ochieng, de la Red de Información del Consumidor, de Kenia. “Esto lleva a menos soberanía para los países y a la reducción de los derechos de campesinos y agricultores”, agregó, explicando que “otras preocupaciones son la pérdida de biodiversidad, debido a la polinización cruzada, y la inocuidad de los alimentos”.

Ochieng, para quien el costo de etiquetar estos alimentos “no puede ser mayor que el costo de no etiquetarlos”, habló hoy ante unas sesenta personas que acudieron a escuchar los expositores de una reunión titulada “Preocupaciones de los consumidores sobre el etiquetado: el caso de los alimentos genéticamente modificados”, organizada por Consumers International y VOICE, de la India.

En el seminario, el Dr Sri Ram Khanna, presidente de VOICE, enfatizó en que ha llegado el momento de que el Codex concluya ese debate. Dijo que la salud de los consumidores es relegada cada vez más a un lugar secundario por los intereses comerciales, enfatizando la importancia de los derechos del consumidor a la información y a la seguridad.

Por su parte, el Dr. Michael Hansen, de Consumers Unión de Estados Unidos, dijo que “el etiquetado puede ayudar a detectar efectos no deseados de los alimentos transgénicos, como su capacidad de profundizar alergias”. Hansen también se refirió al prolongado debate sobre el etiquetado de esos alimentos, señalando que “el Codex necesita tomar una decisión final esta semana y proteger a consumidores.

Cheah Chee Ho, de FOMCA, Malasia, puso en la mesa un tema cultural de interés, al señalar que “el hecho de que un gen de un cerdo se introduzca en un vegetal es una información importante en un país donde mucha gente es musulmana. Estos ingredientes se prohíben en su religión y, por lo tanto se deben etiquetar”.

Finalmente, Saree Aongsamwang, de la Fundación para los Consumidores de Tailandia dijo que cuando las compañías están obligadas, etiquetan los alimentos transgénicos. “En Tailandia, algunas compañías dicen que no pueden poner un etiquetado en los alimentos transgénicos, pero sí ponen ese etiquetado en sus exportaciones”. La dirigenta tailandesa añadió que “todos los consumidores tienen derecho a la información”, y que “debe haber un mandato para desarrollar un etiquetado completo y obligatorio para todos los alimentos genéticamente modificados de lo que se beneficien todos los consumidores”.

Héctor Villaverde
Integrante de la delegación de Consumers International a la reunión del Comité de Codex sobre Etiquetado de Alimentos

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