Chile: Anamuri ante el asesinato de dos jóvenes indígenas Mapuches
"La muerte de Luis y Patricio no son hechos delictuales ni mucho menos producto del terrorismo, sus muertes son producto de un enfrentamiento donde las armas están en manos de latifundistas y agentes del Estado", sostiene ANAMURI.
Las directoras y presidentas de organizaciones de base reunidas en el Consejo Nacional de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas de Chile, ANAMURI, declaran a la opinión pública: Las mujeres campesinas e indígenas de los distintos territorios de Chile y el Wallmapu nos sumamos al dolor de las familias de Luis Marileo Cariqueo y Patricio González Guajardo, dos muertes que nuevamente enlutan al pueblo mapuche y chileno, y que engrosan la lista de asesinados en democracia.
Como abuelas, madres, parejas, hermanas e hijas del pueblo en resistencia también lloramos la muerte de los comuneros baleados por quien cree ser dueño de las tierras despojadas por el capital y el Estado chileno. La muerte de Luis y Patricio no son hechos delictuales ni mucho menos producto del terrorismo, sus muertes son producto de un enfrentamiento donde las armas están en manos de latifundistas y agentes del Estado.
Las mujeres sufrimos directa e indirectamente el despojo, hostigamiento y discriminación constante de la sociedad chilena en su conjunto, y vemos como cada día nuestros hermanos y hermanas mapuche son perseguidos, torturados y presos por sus ideas. Por esto hacemos un llamado a las autoridades y medios de comunicación a frenar la despolitización de un conflicto de profundas raíces históricas y culturales.
Pese a esta violencia que nos duele, seguiremos en lucha contra todo tipo de opresión y especialmente contra la violencia sistemática de las trasnacionales en los territorios y las comunidades.
Mientras el Estado chileno y los empresarios mantengan su decisión de criminalizar y militarizar el Wallmapu, seguiremos apoyando las reivindicaciones de tierra, agua y alimentos sanos para un pueblo soberano.
Seguimos en lucha para que los niños y niñas puedan nacer, crecer y desarrollarse en su tierra, su cultura y con todos los derechos sociales que corresponden a quienes habitan territorio ancestral mapuche.
Fuente: La Vía Campesina