Campesinos piden respeto a sus derechos en década de la agricultura familiar

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Representantes de organizaciones campesinas reclamaron hoy que se cumplan las normas que reconocen sus derechos en el decenio de la agricultura familiar estipulado por la ONU entre 2019 y 2028.

La iniciativa, adoptada en 2017 por la Asamblea General de Naciones Unidas, centró hoy el inicio de una conferencia antes de ser lanzada oficialmente este miércoles con un plan de acción en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma.

El ministro de Agricultura de Costa Rica, Renato Alvarado, recordó que su país impulsó dicha declaración con el fin de mejorar las políticas públicas y ofrecer oportunidades frente al hambre y la pobreza de cara a un desarrollo sostenible.

“Requerimos una agricultura familiar que devuelva la dignidad a los productores y que sea sustentable, como respuesta a la voraz apertura comercial”, remarcó Alvarado, quien se mostró a favor de que esos pequeños productores “vuelvan a sus raíces”, además de tener “acceso a la innovación”.

En el mundo existen más de 600 millones de explotaciones agrícolas, de las que más del 90 % son gestionadas por una sola persona o familia, y en total producen más del 80 % de los alimentos.

Según datos de la ONU, el 80 % de las personas pobres viven en zonas rurales y la mayoría son pequeños productores familiares que tienen grandes dificultades para acceder a los recursos productivos.

El secretario general de la Confederación de organizaciones de productores familiares del Mercosur (Coprofam), Alberto Broch, aseguró que “no es posible continuar con la concentración de la tierra” y reclamó acceso a ese y otros recursos cambiando los marcos regulatorios.

Llamó a fortalecer las políticas públicas para la agricultura familiar, los programas y los planes nacionales, así como a poner fin a la “criminalización” de las asociaciones campesinas.

Eva Gamboa, representante del Enlace continental de mujeres indígenas de las Américas (Ecmia) y del pueblo wichí en el Chaco argentino, insistió en que las poblaciones ancestrales siguen cuidando de la tierra, el agua o el aire, una garantía para las próximas generaciones.

“Sin territorios ni agua ni recursos no existimos, pero tampoco van a existir en las ciudades”, según Gamboa, para quien los pueblos indígenas no son pobres, sino que los han “empobrecido”.

El activista de la Vía Campesina Edgardo García criticó la pobreza de los pequeños agricultores por causa de la agroindustria, al ser “víctimas de la especulación y la caída vertiginosa de los precios de la agroexportación, que obliga a competir con productos subsidiados en países de primer orden”.

Frente a ese sistema, reivindicó el que encarnan los campesinos, que abastecen los mercados locales, diversifican su producción e invitan a “repoblar el campo”. EFE

Fuente: La Vanguardia 

Temas: Agricultura campesina y prácticas tradicionales

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