COP26: El nuevo borrador de acuerdo supone un paso atrás
We are watching you (Os estamos mirando) es uno de los gritos de la sociedad civil en en la Cumbre del Clima en Glasgow desde que comenzaron las negociaciones el domingo 31 de octubre. Han pasado dos semanas y hoy, el último día en agenda para que finalicen los debates, todas las miradas están puestas en una resolución final que no se sabe si llegará, cuándo ni cómo.
A pesar de que el presidente de la COP26, el británico Alok Sharma, haya asegurado en varias ocasiones que las negociaciones iban a terminar en agenda, el escepticismo generalizado es patente. No solo ninguna de las últimas cumbres ha logrado firmar el acuerdo final según el calendario previsto, sino que por los documentos borradores que han trascendido hasta ahora, no parece que las negociaciones estén demasiado avanzadas ni que estén cumpliendo con lo que la ciencia y la sociedad civil demandan.
Hoy a las siete de la mañana se ha publicado un nuevo borrador de las decisiones finales. Según Ecologistas en Acción, este borrador supone un paso atrás claro respecto a textos anteriores, que ya eran insuficientes. Si este acuerdo se aprueba se habrá perdido otra oportunidad para responder a la emergencia climática que hace falta en estos momentos.
Tal y como ha podido constatar la delegación de Ecologistas en Acción en Glasgow, el texto falla en todo lo importante: financiación, mención a los combustibles fósiles, ambición y una mención específica a la transición justa en el ámbito laboral.
Para la organización ecologista son tres los temas que se deben cerrar para seguir avanzando en la reducción de las emisiones de efecto invernadero y para conseguir la justicia climática:
1. La financiación. Este es uno de los temas centrales de la COP de Glasgow, una reivindicación de los países del Sur global que viene de lejos y que tiene tres vertientes:
– Fondo Verde para el Clima, es decir, los 100.000 millones de dólares que la comunidad internacional había prometido para 2020 y a fecha de hoy todavía no se ha desarrollado. Los acuerdos finales deben poner fecha clara y cercana en el tiempo sobre cuándo va a hacer efectivo este fondo para no demorarlo más.
– Fondos para las pérdidas y los daños, aquellos destinados para afrontar los efectos catastróficos que el cambio climático ya está suponiendo a muchos países y regiones. Aunque se han dado tímidos avances en cómo ponerlo en marcha todavía no hay garantías de cómo se va a llevar a cabo. Esto es lo que se debe esperar del acuerdo final.
– Fondos para la adaptación. En estos momentos existen muchas reticencias para incrementar sustancialmente esos fondos, por lo que un buen resultado sería que en la decisión final de la Cumbre del Clima se mantenga la referencia de, al menos, duplicarlos en los próximos años.
2. Necesidad de desinversión a los combustibles fósiles. En los borradores que se habían publicado hasta hoy aparecía por primera vez en la historia de las COP vez una mención a este tema, algo que sin duda es positivo porque marca un camino a seguir. Para que el acuerdo final sea un buen resultado esta mención tiene que mantenerse, reforzarse y acompañarse de acciones completas, fechas e instrucciones concretas sobre cómo se van a abandonar estos combustibles. Sin embargo, según el borrador publicado esta mañana no parece que esta mención vaya a reforzarse sino que, por el contrario, se ha diluido.
3. Los tiempos comunes, es decir, los plazos de revisión de los compromisos de reducción, adaptación y financiación que los países tienen que presentar según el Acuerdo de París (NDC). En estos momentos hay un acuerdo provisional de que estos plazos de revisión sean de cinco años. Un buen resultado en la resolución final debería incluir esta revisión en periodos de tiempo de al menos cada 5 años, además de una obligación a que dicha revisión se ajuste al cumplimiento de las indicaciones científicas para mantener la temperatura global por debajo de 1,5 º.
Irene Rubiera, delegada de Ecologistas en Acción en la Cumbre del Clima en Glasgow ha declarado: «El borrador que acabamos de recibir se ve empobrecido, además con respecto al anterior ya que la mención del abandono de los combustibles fósiles y su financiación que valorábamos positivamente se ve debilitada. En lugar de mencionar a los combustibles fósiles como el problema, se incluye en un párrafo genérico sobre tecnología, debilitando el texto y permitiendo así la continuidad de los sectores que nos han traído a la situación actual».
Rubiera también ha señalado que el último borrador saca del texto una mención explícita a la necesidad de una transición justa en el empleo. Esto, en sus palabras, supone «una falta de consideración y falta de visión a largo plazo si no consideran el empleo como uno de los ejes de la transición justa que necesitamos ver en los próximos años».
Javier Andaluz, también delegado en Glasgow ha concluido: «La comunidad internacional lleva mucho tiempo discutiendo todos estos puntos y parece que está más preocupada en discursos que en afrontar la emergencia climática. A día de hoy seguimos sin tener acuerdos claros y son textos donde parece que se imponen los intereses de la industria fósil. Será imposible cumplir con el Acuerdo de París si no somos capaces de dar una respuesta global a la altura de la emergencia climática. Pero todavía queda tiempo para proveer todos estos mecanismos que había que discutir antes de la cumbre. No podemos perder el tiempo porque se está agotando».
Fuente: Ecologistas en Acción