Brasil: desierto verde
El Dossier Desierto Verde - El latifundio del eucalipto, de autoría de Frei Pilato Pereira, articulista de Correio do Brasil, denuncia las consecuencias para el medio ambiente, para el derecho a la tierra, económicas, sociales, culturales y políticas del monocultivo de árboles para la producción de papel y celulosa en la mitad sur del Estado de Río Grande do Sul
Adital - Pereira presenta en el documento un conjunto de informaciones sobre las empresas, potenciales problemas ambientales y algunas ideas básicas de posibles medidas compensatorias para la agricultura familiar, involucrada en las cadenas tradicionales de la región.
Las empresas citadas son: la Aracruz Celulosa S/A, Votorantim Celulosa y Papel y la sueco-finlandesa Stora Enso. La primera es la mayor productora de celulosa blanqueada de eucalipto del mundo. En 2004, la companía produjo 2,4 millones de toneladas de celulosa, de las cuales el 97% fue exportado. La Aracruz utiliza exclusivamente siembra de eucalipto para producir celulosa de fibra corta de alta calidad, para producir un gran número de productos de alta calidad, como papel para imprimir y escribir, todos de alto valor agregado.
La Votorantim Celulosa y Papel (VCP) adquirió 66 mil hectáreas en 14 municipios de la Mitad Sur del Estado. El polo del monocultivo de árboles y la unidad industrial de la VCP van a ubicarse en el eje Río Grande - Pelotas - Arroio Grande, expandiéndose hasta Bagé. La proyección de la empresa es la producción de 3 millones de metros cúbicos de madera en 2011 y de 4,2 millones en 2012.
La sueco-finlandesa Stora Enso es una de las líderes mundiales en la producción y comercialización de papel, celulosa (productos forestales). La facturación fue de 12.400 millones de Euros en 2004.
Las empresas en su mayoría son verticalizadas, integrando todas las etapas del proceso productivo, desde la base forestal, industrialización y comercialización de papel y productos derivados. En forma general, tres cuartos de la celulosa producida a partir de la madera es procesada dentro de la industria y destinada a la producción de papel. De la celulosa se extraen dos grandes grupos de productos, la celulosa de fibra larga de alta resistencia mecánica para la producción de embalajes y la celulosa de fibra corta destinada a la producción de papel para imprimir y escribir.
Brasil es responsable por el 18% de la producción mundial de fibra corta blanqueada de eucalipto, siendo de esta forma, el mayor productor mundial. El sector de papel y celulosa en Brasil está constituido por 220 empresas, con producción estimada en 2004 de 9,5 millones de toneladas de celulosa y 8,2 millones de toneladas de papel.
Los grandes grupos económicos nacionales e internacionales de la cadena forestal, pensando principalmente en grandes fábricas de celulosa, especialmente de eucalipto, se orientan hacia la mitad sur de Río Grande do Sul, pero también, se articulan con la Pampa Uruguaya y Argentina, así como con el Sur de Chile, formando en el Cono Sur de América del Sur un gran polo forestal por varias razones.
Son ellas: ventajas comparativas en relación con el hemisferio Norte; mercado mundial de madera y celulosa en expansión; en el caso de Brasil, estudios indican que, desde 2004, la demanda por madera es mayor que la oferta; infraestructura de caminos, puertos, telecomunicaciones, pero principalmente por la existencia de agua abundante; condiciones favorables del terreno, permitiendo una mecanización completa de todo el proceso; frente a la situación de estancamiento económico de la región Sur, estas propuestas terminan por transformarse en una especie de salvación milagrosa para la región.
Además, las empresas reciben apoyo político del Gobierno del Estado y de casi todos los sectores empresariales de la región; la producción de eucalipto, durante su desarrollo vegetativo, hace captura de carbono, en una media de 10 millones de toneladas por hectáreas al año, que las empresas podrán en el futuro cambiar por créditos de carbono, basadas en el protocolo de Kyoto; y las empresas estaban pagando inicialmente por las tierras R$ 3.5 mil por hectárea, actualmente están pagando R$ 2,8 mil.
Para poder tener una visión a largo plazo sobre posibles problemas de impactos ambientales, sociales y económicos de desarrollo sobre la Pampa Gaucha, a partir de los grandes proyectos de plantación de monocultivos de árboles comerciales para la producción de celulosa, se recurre a las experiencias acumuladas en Uruguay, incluso porque se trata del mismo Bioma de la Pampa Gaucha, además de los Estados de Espírito Santo, Minas Gerais y Bahia y del Sur de Chile.
Ambientalistas afirman que la plantación de eucalipto en lugares de baja humedad llegó a secar pozos artesianos con hasta 30 metros de profundidad, dejando a la población local sin agua. Las fábricas de celulosa son también grandes consumidoras de agua, con uso de muchos productos químicos para producir el blanqueamiento de la celulosa, teniendo siempre presente el riesgo de accidentes ambientales.
Otro impacto ambiental es la reducción de la biodiversidad de la flora y de la fauna de la Pampa Gaucha, que se estima existe en más de 3 mil especies en la región entre las cuales están por lo menos 450 gramíneas forrajeras y 150 leguminosas también forrajeras. El eucalipto causa también la degradación de la fertilidad de los suelos, exigiendo grandes inversiones de recuperación posterior al talado y compactación por el uso de máquinas pesadas.
Las principales críticas a estos grandes proyectos, además de los problemas ambientales ya citados, son: concentración de la tierra, con expulsión inmediata de los agricultores que las vendieron; es otro obstáculo para el avance de la Reforma Agraria en esta región; modelo de concentración de tierra, de capital y de renta; modelo exportador, cuyos impuestos ya están todos exonerados por la Ley Kandir, contribuyendo muy poco a los tesoros públicos de los municipios y del Estado; y no genera empleo, todo lo contrario disminuye puestos de trabajo.
Estos proyectos también generan vacíos poblacionales, como en Espírito Santo; la plantación de culturas anuales en conjunto con el eucalipto, pregonado por las empresas, sólo es posible en los dos primeros años, pues en los años subsecuentes la competencia por la luz, agua y nutrientes, hace imposible los cultivos anuales; y las inversiones en las grandes fábricas de celulosa están desvinculadas de la matriz productiva ya existente, instalada en la región.
Traducción: Daniel Barrantes - moc.liamg@leinad.setnarrab
Fuente: ADITAL