Brasil: Aprobada fumigación aérea en las ciudades
El presidente interino Michel Temer sancionó ayer (27 de abril de 2016) la Ley N° 13.301/2016, que establece medidas de control del mosquito Aedes Aegypti.
Entre ellas, se encuentra el "permiso de incorporación de mecanismos de control de vectores por medio de la dispersión por aeronaves mediante la aprobación de las autoridades sanitarias y la evidencia científica de la eficacia de la medida."
En otras palabras, preparen sus paraguas, porque dentro de poco va a llover veneno sobre sus cabezas.
A pesar de que la Campaña, Abrasco, Consea, Consems, Conass, la Fiocruz, e incluso el Ministerio de Salud y muchas otras instituciones se han posicionado en contra, la sed de ganancias habló más alto. La propuesta llegó por medio del Sindicato de Aviación Agrícola (SINDAG), coincidentemente en el mismo año en que la venta de pesticidas retrocede 20%.
La fumigación aérea para el control de vectores, además de peligrosa no es efectiva. Años de aplicación de fumacê [1] sólo sirvieron para dejar los mosquitos más fuertes, obligando a un aumento de la dosis de veneno y utilización de nuevos plaguicidas. Los efectos sobre la salud de la población expuesta a la fumigación aérea de los cultivos están muy bien relatados en el Dosier de la Abrasco.
La fumigación aérea es peligrosa porque afecta a muchos más objetivos además del mosquito. Por lo tanto, también es ineficaz. El pesticida será pulverizado directamente sobre las regiones habitadas, llegando a los hogares, escuelas, guarderías, hospitales, clubes deportivos, ferias, la venta ambulante y entornos naturales, ambientes acuáticos tales como lagos y lagunas, y red de abastecimiento de agua para el consumo humano. Además afectará indistintamente, las personas en tránsito, incluso a los más vulnerables, tales como niños, mujeres embarazadas, ancianos, personas sin hogar e inmunosuprimidos.
A pesar de que la ley aprobada requiere también la aprobación de las autoridades sanitarias, sabemos que el Ministerio de Salud comparte de los mismos intereses sucios, y no debe demorar mucho tiempo para aprobar medidas, o iniciar experimentos temibles en poblaciones hechas de conejillo de indias.
No reconocemos este gobierno, y vamos a luchar hasta el final para que la industria de los plaguicidas no se recupere a costa de nuestra salud.
Vea la petición de la Campaña solicitando el veto: Aquí
Nota:
[1] Pulverización de agrotóxicos realizada por automóviles en las ciudades
Fuente y foto: CLOC - Vía Campesina