Bolivia: guerras por la tierra
La historia del campo -y sus cultivos- desvelan algunas de las razones del clima de violencia generado en Bolivia.
Cuando en 1952 se pusieron en marcha procesos de reforma agraria y recolonización de las tierras amazónicas del este, se constituyó el Comité Cívico Pro Santa Cruz para defender los privilegios de los latifundistas. Desde entonces, con dictaduras y gobiernos bajo su control, se han asegurado poder sacar el máximo provecho de sus tierras, que ha sido mucho. Primero fue la caña de azúcar hasta que dejó de ser rentable. Después se dedicaron al cultivo de algodón. Siempre el mismo patrón: buscando cultivos con buenos precios en el mercado internacional trabajados por jornaleros en condiciones de semiesclavitud, exprimiendo la tierra y las manos hasta dejarlas exhaustas. Detrás de falsos mensajes de autonomismo se esconden los mismos intereses, hoy revalorizados por el boom de la soja y los agrocombustibles. Se ha hablado de las guerras del petróleo y las guerras por el agua. Añadan las guerras por otro bien cada vez más escaso: la tierra cultivable.
Gustavo Duch, Director de Veterinarios Sin Fronteras