Bolivia: Transredes: de buen conductor a mayor contaminador petrolero
El usufructo de nuestras riquezas por parte de las transnacionales petroleras, no es el único problema. El haber conseguido, de manera inconstitucional el permiso de saquear el gas y petróleo de nuestro territorio, ha dado pie a muchas otras irregularidades en el que constantemente están incurriendo las petroleras. Una de ellas es la de la contaminación ambiental y los impactos sociales en varias partes de nuestro territorio donde operan las petroleras
Para nadie es ya un secreto que las petroleras hacen lo que les da la gana en Bolivia. Han venido usufructuando de nuestras riquezas a vista y paciencia de las autoridades nacionales y locales, sin que nadie pueda hacer algo al respecto. Varias organizaciones cívicas, especialmente de Santa Cruz y Tarija, se han convertido en el puntal de defensa de estas empresas y la justicia en nuestro país funciona como en todo el mundo, el que tiene la plata, tiene la justicia en la mano. Ante esa realidad, el pueblo ha tenido que tomar las calles en febrero y octubre de 2003 o en junio de 2004, cansado de tener gobernantes vende patria y dirigentes serviles.
No obstante, el usufructo de nuestras riquezas por parte de las transnacionales petroleras, no es el único problema. El haber conseguido, de manera inconstitucional el permiso de saquear el gas y petróleo de nuestro territorio, ha dado pie a muchas otras irregularidades en el que constantemente están incurriendo las petroleras. Una de ellas es la de la contaminación ambiental y los impactos sociales en varias partes de nuestro territorio donde operan las petroleras.
La experiencia que vivieron los pobladores de El Salao, (población ubicada al Oeste del departamento de Santa Cruz) es un caso ya extremo, que merece toda la atención de las autoridades nacionales y locales y una severa multa para la empresa norteamericana TRANSREDES, quien, aparte de dicha multa, está en la obligación de resarcir los daños a todos los comunarios afectados, desde la construcción de sus casas, como lo anuncia la misma empresa, hasta las indemnizaciones por los ingresos perdidos durante cinco años.
La explosión destruyó todo lo que encontró a su paso, decenas de hectáreas de cítricos, hortalizas y otros cultivos. Pobladores quemados que tendrán que vivir con la marca en el cuerpo, por la negligencia de “El buen conductor”. Hablamos de negligencia porque no es la primera vez que TRANSREDES está involucrado en impactos negativos al medio ambiente.
Ya en 1998, ésta misma población fue afectada por el derrame de petróleo de uno de los ductos de TRANSREDES. El derrame ocasionó la contaminación del río Piraí, de sus cultivos y de la misma tierra. En esa ocasión se había estimado que la empresa debería pagar, aproximadamente 5 millones de dólares, sin embargo nada de eso ocurrió, la multa que canceló fue de 384 mil bolivianos, de los que una mísera parte llegó a los pobladores. Comentaba una de las afectadas de esa ocasión y que ahora nuevamente lo es, que tan sólo le habían entregado 300 bolivianos, que de ninguna manera cubría todo lo que había perdido.
Los antecedentes son muchos en el Departamento de Santa Cruz. En mayo de 1999, TRANSREDES estuvo implicado en la contaminación de dos derrames de petróleo, uno en Buena Vista, en las cabañas ecoturísticas Quimorí y el otro en el curichi La Madre, en el barrio Hilandería de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. En éste último, se evidenció además una fosa clandestina de desechos petrolíferos, por lo que la empresa, pagó una multa irrisoria de 5 mil bolivianos, cobrada por la Alcaldía de Santa Cruz.
A nivel nacional, en el río Desaguadero (ORURO) el 10 de enero de 2000, se calculó aproximadamente 29 mil barriles de petróleo derramado por TRANSREDES que jamás llegó a pagar un centavo por tan inmensos daños al medio ambiente. También en Cochabamba, en julio del mismo año, ocasionó la contaminación del río Pirque.
El Salao, tiene que ser de una vez por todas la gota que derrama el vaso. Si la petrolera norteamericana no paga por todos los daños hechos a los pobladores, al Departamento y a la Nación, estaremos presenciando una vez más la sumisión y el encubrimiento de nuestras autoridades nacionales y locales. Para evitar que eso pase, no sólo se precisa de la vigilancia y la atención de los pobladores damnificados, sino de todos los cruceños y bolivianos.
¡Basta que las transnacionales hagan lo que les venga en gana en nuestro territorio y que las autoridades locales y nacionales sean cómplices de estas!!
Santa Cruz 16 de enero de 2006
Fuente: ob.gro.amoiborp@amoiborp