Argentina: vaca transgénica producirá “leche materna”
"En un acto que tuvo lugar en la Estación Experimental Agraria Balcarce del INTA, la presidenta Cristina Fernández, mediante videoconferencia, mostró en sociedad a “Rosita ISA”, la primera vaca (clonada) del mundo en tener incorporados dos genes humanos que permitirán que la vaca produzca leche maternizada."
Una información reciente muestra que la letra del tango “Cambalache” (1) sigue siendo un fiel espejo de la sociedad en que vivimos. La noticia, divulgada el 10 de junio en Argentina cuenta que “Cristina Fernández presentó una ternera clonada que produce leche materna” (2) (en realidad, siendo una ternera, no podrá producir leche hasta dentro de dos años, pero así fue presentada la noticia).
En un acto que tuvo lugar en la Estación Experimental Agraria Balcarce del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la presidenta Cristina Fernández, mediante videoconferencia, mostró en sociedad a “Rosita ISA”, la primera vaca (clonada) del mundo en tener incorporados dos genes humanos que permitirán que la vaca produzca “leche maternizada”.
Los aportes de la presidenta argentina a la presentación no fueron demasiado interesantes, salvo cuando contó que “Yo fui criada a leche de vaca pura, no maternizada, porque mi mamá (...) Me va a matar mi mamá cuando me escuche decir esto, pero mi hermana y yo fuimos criadas a base leche de vaca pura y acá estamos”. No aclaró si eso llevaba a la conclusión de que la leche “maternizada” es totalmente innecesaria o si, por el contrario, entiende que su desarrollo físico y mental fue afectado por haber sido criada en base a leche de vaca.
Insólitamente, la noticia no despertó reacción alguna. Ni de políticos, médicos, religiosos, biólogos, sociólogos, organizaciones de mujeres, de derechos humanos, etc. Se informó que se incorporaron nada menos que dos genes humanos a un bovino y el hecho no logró hacer salir a la gente de su letargo. Se informó que la lactancia maternal podrá ser sustituida por leche de vaca “maternizada” y ello no despertó ni un bostezo. Pareciera como si cualquier hecho presentado bajo un ropaje “científico” quedara automáticamente fuera del alcance de las críticas, precisamente por eso: por ser “científico”.
Sin embargo, es bueno que se sepa que la ciencia está en gran medida manipulando genes sin saber exactamente las consecuencias de tales manipulaciones. Por ejemplo, esta ternera pesó el doble del peso normal en esta raza (45 en vez de 22 kilos) y tuvo que ser extraída por cesárea. Dado que no se le insertaron genes de crecimiento, cabe pensar que se trata de un efecto no previsto de la manipulación genética. ¿No surgirán otros efectos no previstos a lo largo de la vida de esta ternera? ¿La leche “maternizada” no afectará la salud de los lactantes?
Pero lo más grave es que se están cruzando límites biológicos y éticos que hasta ahora habían sido respetados, tal como el de insertar genes humanos en otras especies. Si la sociedad en su conjunto no interviene para regular este tipo de investigaciones, se podrá llegar rápidamente a situaciones muy peligrosas, algunas de las cuales pueden ser irreversibles. En este caso el Estado argentino no sólo no establece límites sino que es quien financia, apoya e impulsa esta investigación. Como decía Discepolín: ¡Dale nomás, dale que va, que allá en el Horno nos vamo’a encontrar!
En el caso de Uruguay, sería muy importante conocer la opinión del Estado y de los propios productores de leche sobre este tema y que se generen ámbitos para la discusión del mismo antes de que sea demasiado tarde.
Notas:
(1) Tango del compositor argentino Enrique Santos Discépolo (Discepolín). Ver letra aquí
(2) Ver aquí
Fuente: RAPAL Uruguay