Argentina: los derechos de la naturaleza
Un debate que circula por el mundo después de haber sido puesto en la agenda política por las nuevas constituciones de Bolivia y Ecuador arribó a los espacios públicos de nuestro país: los Derechos de la Naturaleza.
Este debate tuvo lugar hace poco en un seminario en la Ciudad de Buenos Aires y no sólo abordó la temática del status legal de la naturaleza, sino cuestiones que integran también este nuevo pensamiento social que incluye la crítica al modelo “extractivista” de recursos naturales, las posibilidades de limitarlo o salir de él en un escenario donde la geopolítica internacional puso la mira en estos territorios; el respeto por las “políticas de vida” de comunidades indígenas, campesinas y también de poblaciones con arraigo en los territorios; o aquellos conceptos que hacen al respeto de la heterogeneidad cultural; la decolonialidad del saber, que significa desactivar la idea de que existe un único conocimiento al que se tienen que subordinar las múltiples formas de saber de los distintos sectores sociales y culturales.
Este espacio de discusión contó con la valiosa presencia de Eugenio Zaffaroni, quien nos recordó que veinte siglos para declarar “personas” al conjunto de los seres humanos, después de racismos y genocidios múltiples, ayudan a comprender las resistencias actuales para declarar que, además de nosotros, hay otros que tienen derechos. La historia de la problemática en Occidente depara escepticismo aun cuando muchos de los principios de la ecología y de la ecología profunda provienen de allí; no obstante, Zaffaroni pudo partir de la hipótesis Gaia para llegar a los debates actuales de América latina, herederos de pensamientos aymaras, quechuas, mayas, etc., donde, independientemente del nombre e imagen que asuma la Pacha o madre tierra, comportan un sentido profundo de unidad de los seres humanos con ella, sin la pretendida distancia y superioridad que impuso una determinada “ciencia moderna”. La Naturaleza, pese a que no es sujeto de responsabilidades y deberes, y a no estar habilitada para representarse a sí misma, puede tener derechos y no hay nada que impida que demos ese paso. Recuerda Eduardo Galeano: si el ordenamiento jurídico ha construido la ficción de que una empresa tenga derechos, ¿cómo no los va a tener la Naturaleza?
La discusión también giró en otros momentos sobre quién representaría a la Naturaleza. ¿Quién interpretaría su voluntad? ¿Bajo qué cosmovisión? Son los desafíos de estos nuevos paradigmas que nos llevan a un progresivo e imprescindible proceso de desmercantilización de la Naturaleza que promueva, paralelamente, una relación armónica con ella –como parte de ella–. Al igual que en otras partes de Latinoamérica, este proceso encontrará resistencias del modelo extractivo imperante, pero como se discutió en el seminario, de lo que se trata es de mostrar que hay salidas de todo tipo sin afectar ingresos fiscales o el gasto social, como fue demostrado por el economista uruguayo Eduardo Gudynas, quien además transmitió interesantes experiencias “posextractivistas” en Perú y Ecuador.
En estos tiempos, cuando hasta los manuales oficiales de educación ambiental para estudiantes muestran las terribles consecuencias de estas actividades, se trata de discutir, aportar nuevas ideas y encontrar soluciones que nos ubiquen en el nivel de debate del resto de los países de una América latina que viene pensando cómo salir de esta encrucijada en la que, nuevamente como en tiempos coloniales, el capital transnacional entrampó a la región. Nuevos pensamientos e ideas, nuevos derechos y legislaciones, régimen de escucha a poblaciones que sufren por estas actividades y revisión de las experiencias preextractivismo para recordar que este país supo tener (y tiene) actividades heterogéneas e interesantes, sostenidas por poblaciones innovadoras y capaces, son los elementos que necesitamos para avanzar entre muchos en esta propuesta acerca de los Derechos de la Naturaleza y la salida del modelo extractivista. El debate está abierto.
Giarracca es socióloga (IIGG-UBA) y Viale es abogado ambientalista. Ambos integran el colectivo Voces de Alerta.
Fuente: Página 12