Argentina: la consigna es resistir
Muchas son las movilizaciones populares contra las exacciones del negocio agro-petro-minero. El caso de la Unión de Asambleas Ciudadanas y de los colectivos Paren de Fumigar, de Argentina.
Organizaciones vecinales, de campesinos y defensoras del medio ambiente convergen en actos y movilizaciones ante la ofensiva del complejo agro-petro-minero, basado en la explotación de los recursos naturales comunes, y en la extranjerización y concentración de ese sector productivo.
Un alto grado de participación se registró en ese sentido, en la ciudad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, en ocasión de reciente Segundo Encuentro Nacional de Pueblos Fumigados, convocado por la Campaña Paren de Fumigar.
Dicha campaña es impulsada por el la organización Grupo de Reflexión Rural (GRR) y la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC). Ese encuentro fue emblemático por varias razones: por el reconocimiento de los movimientos sociales de que tanto las transnacionales del “agronegocio”, como las del “petronegocio” y “mineronegocio” son parte de un mismo modelo, que provoca destrucción y contaminación del ambiente, despoblamiento de los territorios y saqueo de los bienes comunes naturales.
La UAC está conformada por grupos de vecinos autoconvocados y organizaciones autónomas no partidarias ni vinculadas al aparato estatal, reunidas en defensa de los bienes comunes, la salud y la autodeterminación de los pueblos, resistiendo a lo largo y a lo ancho de las rutas y caminos argentinos los emprendimientos de minería a cielo abierto.
La Campaña Paren de Fumigar nació como consecuencia de la fumigación con agrotóxicos sobre poblaciones rurales y urbanas. Se trata de una acción nacional que tiene por objetivo asegurar la salud de las personas, el cuidado del medio ambiente y poner en marcha la repoblación del campo.
Parte del concepto Soberanía Alimentaria y su trabajo consiste en recopilar datos y testimonios de pobladores afectados (relevamiento de enfermos y análisis de agua y suelo), para dar evidencia de los efectos negativos que provoca la aplicación de productos tóxicos como el herbicida glifosato.
Jorge Rulli, del GRR, señaló que “no es casual que tantas expresiones de luchas sociales y ecologistas se hayan dado cita en San Lorenzo, que es el puerto donde coinciden las rutas de la soja y de la minería. San Lorenzo es el vórtice de un embudo que llaman modelo agroexportador, por donde se van las riquezas en un proceso que provoca creciente iniquidad, desempleo, desarraigo, indigencia y hacinamiento urbano marginal”. El encuentro en esa ciudad santafecina tuvo lugar a mediados del mes pasado.
Próximo a la ciudad, se ubica el complejo portuario San Lorenzo-Puerto General San Martín, lugar que representa la versión emblemática de las vías del saqueo.
Allí se producen y embarcan para la exportación, cereales, oleaginosas, agrocombustibles y diversos compuestos químicos; además, convergen las vías de ferrocarril provenientes del emprendimiento minero de Bajo de La Alumbrera, situado en la provincia argentina de Catamarca.
De este complejo de muelles privados sale el 40 por ciento del total exportado en granos, subproductos oleaginosos y minerales, según informes de los organizadores.
En una declaración final, los movimientos sociales reunidos en San Lorenzo - el "corazón del país extractivo" - destacaron como propio del proceso globalizador la devastación planetaria, el despoblamiento territorial, la desaparición de la vida rural y el sometimiento de los países a los mercados globales. En Argentina, las políticas que generaron esa situación contarían además con el respaldo de científicos y funcionarios "ganados" durante su formación profesional para el ideario del progreso ilimitado.