Argentina: Voces / Semillas para la vida - Carlos Vicente
Carlos Vicente es investigador de GRAIN, organización no gubernamental internacional que trabaja apoyando a campesinos y a movimientos sociales en sus luchas por la biodiversidad y la soberanía alimentaria. Lo consultamos sobre los intentos de modificar la Ley de Semillas y los riesgos que implica para la soberanía alimentaria y la salud de la población argentina.
“El intento de modificar la Ley de Semillas nace oficialmente en el año 2012, cuando el Ministerio de Agricultura junto a los representantes de Monsanto anuncia que se va a modificar la Ley antes del fin de ese año. Es un ante proyecto que está discutiéndose dentro del Ministerio de Agricultura con sectores vinculados a la producción de semillas y el agronegocio, sin la participación de la sociedad civil, sin que se haga público el documento”.
“Básicamente el contenido central de esta ley es modificar la Ley del año 1973 para incrementar la posibilidad del control monopólico de las semillas por parte de las corporaciones”.
“Hay un montón de cambios de la estructura que existía en la ley del 73 a este nuevo proyecto en el cual se incrementa la posibilidad de privatización de las semillas, se limita la posibilidad de guardar semillas para el uso propio para volver a sembrar, algo que es un derecho básico de cualquier agricultor y por eso desde al sociedad civil, desde los movimientos sociales, campesinos, ecologistas, venimos cuestionando el proyecto y frenándolo desde el año 2012”.
“Hasta hace 70 años en los 12 mil años de agricultura a nadie se le había ocurrido tener un monopolio de las semillas, porque las produce la naturaleza, las producen los campesinos y campesinas y las han compartido y circulado por el mundo por miles de años”.
“Las leyes de semillas tienen que ver con este invento de los derechos de propiedad sobre las semillas, que en el caso de los seres vivo y las semillas se llama derecho de obtentor. Éste lo que plantea es un monopolio, otorgado a alguien que hace un supuesto mejoramiento vegetal, que obtiene una nueva semilla, entonces aduciendo que es una semilla nueva, que es diferente a otras, que es homogénea y es estable se le permite a las empresas apropiarse de una biodiversidad que ha sido generada por campesinos y campesinas a lo largo de miles de años”.
“Desde hace décadas las organizaciones sociales planteamos el rechazo a los derechos de propiedad intelectual sobre al vida, a los derechos de obtentor y a la monopolización sobre las semillas”.
“Venimos viviendo un proceso de concentración de toda la cadena alimentaria por parte de las corporaciones, específicamente en el rubro de las semillas hay seis corporaciones, entre las que está como principal Monsanto, que a lo largo de las últimas décadas han ido comprando nuevas compañías y concentrando la producción de semillas”.
“Estas seis corporaciones controlan más del 50 por ciento de la producción de semillas en el mundo. Y ellas son a las que les interesa que se modifiquen las leyes de semillas para tener el control monopólico”.
“Hoy en Argentina si bien está vigente la ley del 73 que permite guardar semillas para volver a sembrar, Monsanto les está exigiendo a los productores que quieren sembrar su soja nueva, la INTACTA RR2, que es resistente al glifosato y que produce la toxina insecticida BT , que firmen un contrato de regalías extendidas por el cual pasando por encima de la ley se comprometen a que si van a guardar semillas para volver a sembrar lo van a declarar y pagar regalías todas las veces que vuelvan a sembrar”.
“Monsanto tiene la exclusividad, al tener el derecho de obtentor sobre las semillas, pero lo fuerza -contra lo que dice la Ley vigente- a que se le pague cada vez que se va a sembrar, ya sea el año que viene o en 5 años. Y si no lo hace se expone, por este contrato, a que Monsanto pueda ingresar con la policía o fuerzas privadas y confiscar la producción”.
“Es una realidad muy fuerte en el mundo, en Estados Unidos hay cientos de juicios que hace Monsanto a los agricultores y hay un caso muy potente acá Latinoamérica que es el caso de Colombia, donde a partir de una disposición del Instituto Colombiano de Agricultura se confiscaron miles de toneladas de semillas a los agricultores que las estaban guardando y en el documental se muestra y se relata cómo en una comunidad llega el ejercito a confiscar las semillas, se las sacan a los productores y las destruyen en un basural” (ver documental).
“Lo que cuestionamos no sólo es esta ley sino el modelo del agronegocio. Cuestionamos los transgénicos, el sistema de monocultivos industriales, al uso brutal que se está haciendo de agrotóxicos, empezando por los millones de litros de glifosato que se utilizan cada año en Argentina”.
“Cuestionamos globalmente ese sistema, y el modelo sojero como modelo de producción, porque básicamente desplaza la posibilidad de producir alimentos para producir un forraje que va a parar a China o a la Unión Europea y no para alimentar a los Argentinos que como sabemos en muchos lugares todavía siguen pasando hambre” (ver noticia).
“La ley de semillas es, junto con el capital y el paquete tecnológico de la soja, la tercera pata sobre la que se apoya este sistema que lo que busca es controlar el sistema alimentario para producir commodities y no un sistema orientado a la soberanía alimentaria y la producción de alimentos”.
“En ese sentido nosotros sí promovemos y sabemos que realmente hay un modelo de agricultura que puede alimentar al mundo que es la agricultura familiar campesina, indígena y que ha demostrado ser mas productiva, menos contaminante y poder producir alimentos a nivel local además de otras ventajas como la de no aportar al cambio climático sino todo lo contrario, retener carbono en el suelo”.
“Un amplio conjunto de organizaciones venimos trabajando desde el 2012, que es el año cuando se anunció que finalmente en el 2014 se iba a mandar la ley al Congreso y nos pusimos en marcha. Hay varias campañas que estamos trabajando en la difusión, la capacitación y la incidencia directa. Logramos el año pasado organizar una audiencia en el Congreso en la cual participamos casi todas las campañas que estamos contra la Ley de semillas. Fue importante llevar esta visión al interior del Congreso”.
-Ver Sitio de GRAIN: Aquí
Fuente: La Olla TV